Mama, dejame a mi IV

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Sigo respirando, y ahora, además de mirarme a mí, miro el suelo, y me suena conocido, se parece mucho a mi gimnasio, aquel en el que concebí, con ayuda de mi maestro, el baile por el que mi carrera quedó consagrada.

Sigo respirando y me miro las manos, soy yo y soy joven. Miro alrededor y veo que efectivamente estoy en mi gimnasio, oigo sonidos de la calle, y veo que las ventanas están abiertas. Sigo mirando alrededor, me veo reflejada en el espejo, y al mirar en el espejo, además de verme a mí, veo a mi madre y un montón de gente en la puerta,

 -¿Quienes son? me pregunto.

Resulta que la entrevista no era telefónica, la entrevista era presencial y mi madre había decidido que lo mejor era realizar la entrevista, mientras yo seguía entrenando. Poco pensaba ella que yo, habría elegido ese momento para liberarme.

En ese momento entiendo, soy libre, yo elijo, y elijo ser la mejor versión de mi misma. Hago la reverencia más elegante y les digo:

-Para servirles.

Lo cual es quien soy, soy la mejor versión de mi misma y estoy aquí para servir al resto. Y en el momento que lo admito, me quito un peso de encima, por que siendo yo misma, ya sirvo al universo, no tengo que hacer extra, no tengo que esforzarme, solo ser.

Y mientras me inclino, me inclino a mi misma, me acepto como ser atemporal, como ser excepcional y como ser humano. Soy consciente de cuál es mi trayectoria, tengo suerte, sé quien soy y a donde voy. Tal vez no tenga claro todo el camino, tal vez no tenga claro cada respiración y cada opción. Tal vez no tenga claras muchas cosas, pero tengo suerte, mi corazón sabe.

Respiro, y me prometo a mi misma, ser fiel por mi, por mi visión, por mi canción, por que al ser libre yo, libero al resto. Al estar en mi corazón, el resto están en su corazón. Yo elijo amar de forma más extravagante todavía. Yo elijo cuidar de mi, para poder cuidar del resto y para poder llevar mi canción, mi baile, para poder llevarme a mí, más allá.

Respiro y decido que es el momento de estar por mi, me doy cuenta de la importancia de mi vida, de mi mensaje, de mi baile y elijo priorizarme. Respiro y en ese momento elijo ser yo la bailarina de mi vida, ser yo, en mi mejor modo. Elijo ser luz y oscuridad. Elijo ver que hasta cuando soy luz, hay oscuridad en mi y que cuando soy oscuridad, hay luz en mi. Y que, como en mi canción, la clave del amor es amar. Y que cuanto más comparto, más tengo.

Respiro y hago una reverencia al universo. Respiro y me prometo honrar el presente. Respiro y me prometo recordar mi visión. Respiro y me prometo dejar a mi corazón que lidere. Respiro y mi primer pensamiento es para mis mentores. Respiro y veo a mi madre confundida. Respiro y pienso, cuando yo me libero, libero al resto.

Respiro, hago una reverencia frente a las cámaras, esta vez, totalmente orientada a mi madre, me enderezo, respiro y les digo a las cámaras:

-Espero, señores y señoras que hayan disfrutado del pre-view del espectáculo, por favor, un amplio aplauso, esta mujer que ven aquí, es mi madre, progenitora, es la fuente de mucha de mi energía y creatividad, y a ella me debo mucho de lo que soy, casi todo de hecho. Gracias madre por haberme acompañado hasta aquí en el camino. Ha sido un placer y un privilegio haber contado con tu cariño y energía hasta este momento. Me has dado alas y creo que ahora puedo volar yo sola, mientras tú disfrutas de tu merecida jubilación. Por favor, relájate, y disfruta del espectáculo sabiendo que yo soy tu legado y que a la vez yo soy quien soy.

Respiro y sigo,

-Soy tu legado y, a la vez soy independiente, no eres responsable de mis actos. Me gustaría si celebramos los buenos momentos juntas, y si, en los no tan buenos momentos me dejarás espacio para encontrar las respuestas en mi corazón, con ayuda de mis maestros. Para poder celebrar más y más quienes somos.  

Respiro, y proyecto mi energía hacia mi madre, una onda de amor la inunda y la contamina. Y ella, sorprendida, asiente. Se olvida de las cámaras, y solo puede mirarme a los ojos, hechizada, había olvidado, ella también quien era su hija la magnética, la hechizadora, la jugadora y ganadora en ese juego que llamamos vida y que yo llamo, ama extravagantemente y adora a todos los otros jugadores, por que la vida no es competición, sino colaboración y la clave de todo es amor.

Respiro y ahora me centro en las cámaras y en los reporteros. Me yergo, para volver a realizar una elaborada reverencia.

-Va por ustedes, les digo, desde el fondo de mi corazón.

Respiro y me sacudo, no sé lo que les voy a decir, me conecto con mi corazón y le dejo a mi corazón hablar. Respiro y les guiño un ojo.

-Buenas tardes señores, ¿que les ha parecido la representación ganadora de las olimpiadas?

Se oye una carcajada, y me preguntan,

-Maria, han habido muchos rumores sobre tu salud y sobre muchos cambios en cómo has estado entrenando y tu relación con tus maestros.

Respiro y sonrío, para contestarles.

-He necesitado un tiempo para reconectar conmigo y con mi madre, puesto que ella es mi maestra principal, ¡claro! Y ahora que nos hemos reconectado, es el momento de que ella tenga el puesto de honor en mi vida que se merece y ahora, estamos preparadas para volver a invitar a mis maestros a que me acompañen en este camino que es la vida.

Respiro y sonrío, para seguir hablando.

-Claro, que ya han podido ver hasta donde he llegado con el entrenamiento con mi madre, ahora, con los maestros, será tema de pulir algo la actuación, pero que sepan que han visto la actuación ganadora y me encantaría conocer su opinión de expertos, por favor.

Respiro y sonrío,

¿Creen ustedes, que, ahora que han publicado el baile con el que voy a representar a nuestro país, que el resto de compañeros se animaran a hacer algo más acorde a quién ellos son, sin necesidad de seguir normas que no se les aplican?

Respiro y sonrío otra vez,

-De hecho, les voy a pedir un favor, ¿Podrían, tanto en su vida personal, como profesional ser más ustedes mismos y no seguir normas que no les sirvan, sino, liberarse y compartirse como los seres perfectamente humanos que son? ¿y podrían, tal vez, estar compasivos y cooperar con otros seres perfectamente humanos para que se liberen a la vez?

Respiro y sonrío,

-Sería para mi un honor y un placer si me ayudan a hacer llegar el mensaje hasta el final del universo. Somos queridos, somos amados y somos perfectamente humanos. 

Respiro, sonrío y hago una profunda reverencia al universo, me rindo a quien soy.


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