Ya no era virgen

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Después de dejar de ser virgen analmente, me sentía muy confundida. Pero a la vez me había gustado como había sido mi primera vez.

Cuando estaba solita me ponía una tanguita negra y unas medias y brassier negro, y me miraba al espejo. Ya no era una niña me había convertido en una mujer muy guapa. Lo que más me gustaba era que tenía muchos pretendientes. Me decían de cosas cuando iba por la calle solita, me decían que estaba muy buena y que tenía unas nalgas muy grandes, y pues eso me tenía excitada.

Hasta que una tarde me hablo al tel. Agustín y recordé como había perdido con él mi virginidad. Me sentí atraída y quedé en vernos, ya se imaginan. Tenía muchísimas ganas de verme y más de hacerme el amor.

En cuanto llegué a su casa me abrazó. Pasé y nos besamos muy apasionadamente. Fue increíble cómo me guió hasta su cuarto, estaba solito y teníamos la casa para hacer muchas cosillas muy placenteras. Apenas entré a su cuarto, me acostó boca arriba y me plantó un rico beso. Me acariciaba y me decía cosas muy excitantes al oído, como me iba hacer el amor y que le gustaría que le diera una chupada en su pene, a lo cual no pude negarme pues llevaba mucho tiempo sin chupar un pene, y acepté.

Me lo acercó y se lo empecé a chupar uumm mmmmmmm, que rico se lo chupaba, me sentía como una mujer loca entregándose a su hombre una vez más, hasta que me pidió que me pusiera en cuatro. Lo obedecí y me puso aceite de bebito en el ano. Huy pero que rico sentía, ay Dios mío, que agradable me sentía. Ya super dilatad, comenzó a meterme y a sacármelo

- ahhhhh así así amor, me duele mucho el ano, pero no me lo saques... hay hay hayy agccccccccc achhh achhhh achhhh

Y me lo sacó de un golpe.

- ay papito, me dolió mucho la sacada.

- abre las piernas, que te lo voy a meter hasta adentro.

- si hay que rico.

Sentí como se me iba metiendo todo hasta adentro.

- ay pero que delicia cielito lindo.

Me anunció que de un momentito a otro se vendría, gemí y solo gemí. Sentí como me llenaba toda de su rica lechita, muy calientita.

- Papito lindo me duele muchísimo mi ano, pero me gusto como me hiciste.

- Tuya si mi nena, te voy hacer mía cada vez que desees

Me levanté dolorida pero muy contenta. Me dio otro besito muy lindo y me salió a despedir...


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