Agradable desconocido

Un pequeño gritó significó el clímax de María. Se tomó unos segundos para recuperar el aliento antes de bajársele al tipo que había conocido hace apenas unas horas. Apenas se podía respirar en el caluroso interior del auto, pero no les impidió encender un cigarrillo cada uno.

-Entonces, ¿haces esto cada que te encabronas con tu novio?

-Ex novio -dio una calada- Por ahora, quizá mañana regresemos -María no recordaba el nombre del chico, pero seguro que lo recordaría como uno de sus mejores revolcones. Aun queriendo lucir desinteresada, se cuestionaba que estaba haciendo su J, ¿estaba con otra también o ya estaba ideando como le pediría que regresaran? Quién sabe, pero no se sentía en paz sin saber algo de él. -¿Tienes novia? -el chico de cabello revuelto negó mientras se acomodaba los pantalones, María todavía tenía los pechos al aire- Pues cuando la tengas, no seas un cabrón desconsiderado.

-¿Qué es ser un cabrón desconsiderado? -inquirió con una risilla, fumando.

-Un hombre siendo él mismo.