¿Que Se Te Ofrece?

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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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Aquel era un día como cualquier otro del verano, era jueves, estaban llegando los recién casados Nico y Gina, venían de una cena a la que los había invitado otra pareja también de recién casados, para la cual, los anfitriones tiraron la casa por la ventana y les habían dado muchísimo de cenar, así que se regresaron temprano a su casa porque les dio un súbito y gravísimo ataque del mal del puerco: se estaban durmiendo. En la casa tenían cochera para los dos carros, era de un solo piso, con dos cuartos, y con todo lo demás que es normal, estaba ubicada en una calle muy transitada, lo que era un gran inconveniente, debían meter los carros a la cochera todas las noches porque no fueran a sufrir daños en algún choque o les fueran a dar un cristalazo. Esa noche Gina le pidió a Nico que revisara la casa antes de entrar, tenía miedo que alguien estuviera adentro, y luego que se regresara a checar que los portones de la cochera estuvieran bien cerrados, porque ella siempre se sentía muy insegura en esa casa, además de estar en una calle de mucho movimiento, está cerca de las vías del tren, como a cien metros y con el ruido que hacen las maquinas al pasar, se le figuraba que alguien le pudiera hacer algo y que nadie la oiría, otro inconveniente de la casa es que cruzando las vías, empiezan algunas colonias de muy mala reputación en cuanto a pandillas y robos, y ustedes se preguntaran para que se fueron a vivir ahí, ah, pues porque la casa era de la mamá de Nico y no pagarían renta, además se las habían remodelado completamente para que ellos casi la reestrenaran.
Nico al salir a checar los portones, además revisó la puerta que da a la calle, le puso doble llave para que cerrara muy bien, la barda, al estilo mexicano, tenía vidrios rotos en la parte de arriba para evitar que alguien se brincara para la cochera, toda una fortaleza. La puerta de la casa también la checó Nico, cerró muy bien con llave, Nico fue a la cocina y se tomó alka seltzer para que se le quitara el malestar de lo lleno que se sentía, se fue a acostar y se pusieron a ver la televisión, con la novedad de estar recién casados, hubo sexo durante un rato, lo que provoco algo más de calor, pero sin embargo, con lo cansados que estaban, un rato más tarde se durmieron.
Gina sintió calor y le pareció buena idea poner la cabeza en los pies de la cama para estar más cerca del ventilador, se volvió a dormir unos minutos después, no se imaginaba lo que sucedería luego, como a las tres de la mañana, Nico despertó, se había dormido solo con calzoncillos, se sentó en la cama sin decir nada, se le hizo raro que la sala estuviera con la luz prendida, así que se levantó de la cama y fue a apagarla. Al salir del cuarto, en el pasillo para llegar a la sala, se topó con un joven todo vestido de negro, alto de gorra negra que estaba en la sala acomodando una lámpara, Nico estaba adormilado, medio atontado, le pregunta ¿que se te ofrece? Gina que se había despertado, pero seguía acostada, dio un brinco en la cama y gritó ¿cómo que se te ofrece, Nico? ¿Quién está allí? Nico con el grito de ella reaccionó, pero el ladrón ya tenía abierta de par en par la puerta de la casa y de la cochera, salió disparado para escapar, se oían sus movimientos rápidos, Gina seguía gritando y gritando -Nico regrésate, regrésate-, Nico le gritó -ya se fue, se asustó y se fue-, -no Nico regrésate, no vaya a ver más ladrones adentro-. Nico nunca se había mostrado como valiente, pero se fue a la cocina y tomo un cuchillo, le gritaba a Gina que se encerrara, no fuera a ser que regresara a la casa y las puertas todavía estaban abiertas. Ella cerró la puerta del cuarto y seguía gritando, Nico empezó a revisar la casa y no había nadie, pero estaba temblando de miedo, ella habló a la policía, Nico fue a la banqueta a revisar si veía algún carro o algo sospechoso, al cerrar la puerta de la cochera vio que estaba la televisión cerca de la puerta, el horno de microondas y la laptop, las tenía el ladrón listas para llevárselas, Nico empezó a regresar a su lugar cada cosa. La policía como siempre llego 40 minutos después, Nico empezó a calmar a Gina que estaba temblando y en shock, diciéndole ella -ya no quiero vivir aquí, es muy peligroso-, la abrazo y le dijo -gracias a Dios no tenía una pistola el ladrón, porque me lo topé a un metro de mí, entre el pasillo y la sala, se asunto más el cuándo le hablé, como si hubiera visto a un muerto, si el ladrón con el susto me hubiera disparado a quemarropa por la corta distancia a la que llegue a estar con él-, -sí, diosito te ayudó a que reaccionaras de esa manera y no nos pasara nada-, Nico se acordó de algo, fue a revisar el joyero de Gina y no se lo había llevado el ladrón, le dijo Gina -estuvo adentro del cuarto cuando estábamos dormidos, por eso estaba fuera de su sitio el joyero-, estaba muy asustada, en eso se oye un golpe fuerte en la puerta de la cochera, Nico le dice -ha de ser la policía, deja ir a abrirle-, Gina le daba miles de recomendaciones para ir a abrir, la policía revisó todo y le dijo que si iba a poner la demanda, Nico respondió como muchos otros, mejor así la dejamos y voy a poner más seguridad a la casa, mañana tengo que ir a trabajar temprano, no tengo tiempo. Se fue la policía y por suerte no pasó a mayores ese terrible incidente.
Nico sacudió un poco a Gina, -levántate son las 7, hay que ir a trabajar-, y ella le pregunta -¿y el ladrón y los policías?, tranquila estas soñando no ha pasado nada-. Sí, te vi que estabas haciendo ruidos durante la noche, pero no quise despertarte-. Ella le cuenta la pesadilla que había soñado toda la noche, él le dice -ha deber sido porque cenaste mucho-.
Ellos se cambiaron de casa un mes después, no se sentían tranquilos allí, lo más raro es que ninguna cerradura había sido forzada, todas las puertas estaban intactas, ella seguía sintiéndose intranquila, no sabía si había sucedido o no lo del robo. Mejor se fueron a otra casa a vivir, aunque pagaran renta y estuviera más pequeña, dos víctimas más del terrible Mal del Puerco…


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