Madre, no se lo que quiero

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- ¡Madre! ¡Estoy hecha un lío! ¡No se lo que quiero! - lloriqueo.

- Cuéntame hijita, ¿que esta pasando en tu vida? - me consuela mi madre.

- Esta este chico que me gusta, que quiere ser el padre de mis hijos, tanto de los de mi sudor y sangre como los hijos de mi espíritu y trabajo - expongo.

- Vaya, y ¿que te parece? - me pregunta.

- No lo se madre, me he pasado la vida complaciendo al resto, y no se si lo hago por él, o por mi - le contesto.

- Ya veo - me contesta, - y ¿a ti él te gusta?

- Si, creo que es el hombre de mi vida - respondo.

- Y ¿que mas sientes por él? - me pregunta.

- Me gusta como piensa, me gusta su energía y sus ganas de construir juntos - respondo.

- Me gusta como me hace sentir, me hace sentir que las cosas son fáciles entre nosotros - sigo.

- Aun que a veces me gustaría que fuéramos diferentes - me atrevo a comentar.

- ¿Como querrias que fuerais? - me pregunta.

- En parte más espirituales, en parte más centrados, en parte más divertidos, en parte más sincronizados, en parte más sencillos - contesto.

- Suena a muchas partes - me contesta - ¿que esta faltando en tu vida?

- Estar yo presente, saberme libre para ser yo misma. Permitirme soñar, permitirme ser, permitirme saber que quiero, permitirme tiempo - contesto.

- Permitirme saberme suficientemente buena y que aporto a la relacción - sigo.

- Eso que comentas es una realización muy interesante - me aplaude.

- ¿Que aportas tú a la relacción? - me anima a pensar.

- Bueno, yo estoy haciendo por ella lo que tu haces por mi, o lo intento. Le intento hacer saber que es querida y animada a ser ella misma, mientras intento cuidar de ella, bueno, soy la madrina de su hija - comento.

- Ademas, he demostrado mi interés en ser la madre de sus hijos, o bueno, el interés por tener hijos con él - sigo.

- Eres consciente de la diferencia, ¿verdad Maria? - me pregunta.

- Si madre, gracias, me viene genial el recordatorio - respondo - hemos hablado de tener hijos juntos. La diferencia radica en que yo también quiero ser partícipe al 50% de lo que creemos juntos.

- Él es el practico, el directo, el seguro, el que ofrece seguridad, el que es potente, el que es claro y el que tiene rapidez de pensamiento y reacción - contesto.

- Yo soy la que pongo amor, la que tiene las conexiones con los guías, la que habla idiomas, la que sabe escuchar, la que es acogedora, la que sabe de la importancia de tener visiones y compartirlas, la que sabe que la clave esta en estar en el corazón, la que conecta con los arboles y de hecho con casi todo - sigo.

- Yo también soy la que me aturullo y me dejo influenciar por otros - murmullo.

- Ser consciente es el comienzo de la sanación, ¿verdad? - me recuerda mi madre.

- Si madre, pero estoy algo cansada de dejarme influenciar por el resto, quiero estar enraizada y quiero estar siempre presente y ademas, orgullosamente celebrando quien estoy siendo - respondo.

- Como opción me parece estupenda - me anima mi madre.

Respiro y sonrío.

- Y ahora ¿que? madre - pregunto.

- Si lo que quieres es estar presente, estate, ¿no? - me responde con una sonrisa en la boca.

- Si, estoy enamorada, y me gusta como me hace sentir, tenemos trabajo por delante, y me apetece construir de forma sencilla - respondo.

- Si el camino que me ha traído hasta aquí ha sido bueno, puesto que aquí estoy y disfrutando. ¿Por que darle mas vueltas? ¿Por que dudar? Elijo seguir mis sueños, aun que parezca que van en contra de todo lo que me han enseñado, sobre la liberación de la mujer, y sobre ser feliz - recapacito.

- Si la cosa esta en disfrutar y en crecer a mi velocidad y con mis pasos - sigo.

- Ahora lo que quiero es crear juntos - me digo a mi misma.

- Y al ruido que me dice que no se, que no soy suficiente, le voy a decir que se siente en el borde de la pista y que observe - me autoafirmo.

- Esta vez voy a sacar papel y boli y hacer las cosas de una forma organizada - me prometo a mi misma - voy a hacer listado de cosas que estoy contenta, listado de cosas que quiero cambiar y a hacer planes y sobretodo a compartirlos - me prometo.

Respiro y sonrío.

- Gracias madre, es siempre un placer hablar contigo - respondo.

- JaJa - se ríe - pero mi hija, si llevo toda tu vida, intentando ayudarte a estar conectada y enraizada y te me despistas.

- Lo se madre, ahora me acuerdo, es mi honor poder llamarme hija tuya, y hasta eso me lo has enseñado tu, así que gracias - respondo.

En ese momento, cierro los ojos, me centro en mi respiración, en mi y en mi árbol laurel, ahí siento que me enraizo, ahí siento que me conecto con mi madre tierra de verdad, esa conexión que las palabras son superfluas. Toda mi energía fluye, y se expande, me conecto con mi padre cielo, y soy una con la creación, y ahí lo oigo. Deja pasar el ruido, céntrate en ti, el hombre en ti se esta actualizando, permítete tu velocidad. Honra el camino con tu presencia, puesto que tu camino es solo tuyo y acuérdate, que estando presente, es cuando eres libre, sabiendo que solo el ahora importa.

Liberate, mi hija, liberate hasta de la necesidad de liberarte. Liberate de pensar que tienes que hacer o que tienes que ser, y sencillamente se. Se tu misma, por que eres amor, y energía y compártete, por que solo hay una version de ti misma y eres irreemplazable, el universo te necesita tal como eres. Se tu misma, por que tu presencia también juega ficha en el presente de otros, déjate ver, para liberarte, sabiendo que tu presencia, automáticamente libera a otros.


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