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La primera vez fue cuando tendría unos veinte y seis años. Luego lo dejé por un tiempo porque, pues ya sabes, así a veces, a veces se empieza algo y uno lo pone en pausa indefinidamente, y para algunos puede ser una semana y para otros varios años, no un par, varios años.

   Yo sé que no es muy común, pero has visto tú ¿las nubes por la noche? Parecen que son de una raza distinta, paridas de la suma de padres completamente distintos. No sé, si algún día de estos paseas por la noche, detente un segundo y mira hacia arriba, no importa que no haya luna, o si hay, tu observa cómo son las nubes. Las nubes… Parece ser que siempre me han acompañado. Como una madre cariñosa que me mira desde arriba. Y bueno, como te decía, la primera vez que dormí en la calle fue cuando recién había cumplido los veinte y seis años. Que quede claro que sólo lo cuento porque tú has querido saber. A lo mejor quieres hacer lo mismo, no te juzgo; a lo mejor quieres, cómo te digo, saber uno que otro consejo que te pueda servir para que se te haga más fácil todo esto, la vida, o algo menos poético que la vida.

   Mira, tengo comezón en la barba.