Despierta

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Palpo la suavidad de las sábanas zigzagueando las palmas de las manos tratando de localizarte, no es demasiado grande esta cama para haberte perdido en ella pero la ansiedad me sobrepasa, solo el contacto puede colmarme de tranquilidad. Me choco con tu brazo, está tan acolchado que me lo pongo de almohada así no te escapas de mi vera, se está tan a gusto aquí que odio que exista un mañana. La luna nos brinda un rayo de luz que refleja la lámpara, el crisol de colores forma un caleidoscopio que divierte la escena, es como dormir en una discoteca amenizada con la melodía del silencio.

Te ves tan rendido al crepúsculo  y su sosiego que me parece divertido mirarte al mismo tiempo que te recorro tu espalda, siempre retiras mi mano, las cosquillas que te producen me entretienen. Te ves tan débil e indefenso...mis brazos te rodean pero tú no me respondes así que me retiro a mi lado de la cama par acomodarme frente a ti. Retiro lentamente un rizo de tu frente y el aroma a ti me embriaga, creo que podría recordarlo toda la vida e identificarlo de entre un millón porque es mi marca de heroína.

Cierro los ojos disfrutando de la sensación, pero inmediatamente los abro por si aún sigues conmigo y compruebo que el oasis aún es visible, corroboras mi percepción con tu mano en mi cadera, una visión tangible. Me buscas con tus labios y te encorvas simulado mi postura, encajamos, tus rodillas a mi espaldas en forma fetal.

Me siento plena, henchida de paz. Podría acabar el mundo en un momento y ni pestañearía, no sabes la paz que transmites incluso abandonado al sueño. Sé que en un mañana puedes incinerar los recuerdos de esta habitación  y tirar al lodo todas mis atenciones no obstante, me sacrifico en pos del momento. Me sabe a poco, tener la miel en los labios y no poder saborearla placenteramente, no puedes castigarme de este modo, despierta. Despierta porque el porvenir no es constante y no quiero darle tregua al tiempo.

Quiero desgastar tu cintura, delinear tu contorno, quiero dejar que la oscuridad deduzca y guiarme a tanteo, leer enbraillelas comisuras de tu boca para respirar tu aliento. Despierta, que puedo ser muy insistente en mis propósitos y por ende, tu muy fácil de persuadir. Esta noche no tengo alias pues nada puede definirse con palabras, esta noche soy muda y ciega, fotosensible, esta noche soy autista y toxicómana. Esta noche puedo ser lo que cualquier cosa que moldees.

Despierta y no te hagas de rogar que estoy al límite de la impaciencia y sé que te encanta exasperarme como a mi disfrutar de tu media sonrisa. Sin embargo, me besas los hombros para compensar mi enfado que desaparece con el primero de ellos, el camino que haces para llegar a mi boca se detiene en muchos recovecos. Mientras, me hago la dormida para disfrutar de tus agasajos. Aprieto bien los ojos y junto mis labios, me resisto.

Despierta- Me pides.

Despierta...

Palpo la suavidad de las sábanas zigzagueando las palmas de las manos tratando de localizarte, pero no estás en ellas.


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