Carta a un desconocido. . .

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
759 visitas

Marcar como relato favorito

Carta a un desconocido. . .

rn

Recuerdo el día que te vi por primera vez, te hallabas esperando la parada del autobús revisando tu reloj muchas veces, al llegar el autobús ayudaste a subir a una anciana que se hallaba llena de bolsas del súper, luego miraste a un costado e me viste, pero sin conciencia e me sonreíste, esa sonrisa que jamás podré olvidar era tan fugaz e natural era la más hermosa que había visto en años. Luego volviste tu vista hacia la puerta del autobús e subiste. Mientras tanto yo trataba de encontrar mi boleto, al hallarlo subí e el hombre que conducía me recibió el boleto. Al estar dentro del autobús note que este estaba llenísimo e solo quedaba un asiento libre que era al lado tuyo que en esos entonces te encontrabas escuchando canciones a través de esos auriculares verdes que tanto adorabas usarlos, según vos que habías comprado en una de esas tienditas baratas a donde podías encontrar hasta un alfiler pero que eran una joya para ti, e mientras tanto tratabas de dormir contra la ventana en una posición muy poco cómoda. En eso el autobús empezó a moverse e me dirigí hacia tu dirección, al llegar noté que te habías quedado dormido entonces me senté junto a ti e me puse a leer, recuerdo que tu decías que leer era bastante aburrido e que preferías mirar la televisión, pero siempre nos contradecíamos, en el viaje hacían varias paradas e subían como bajaban personas, es cuando en la anteúltima parada te despertaste e miraste hacia todos lados con esos ojos color grises con avellana, al notar que el autobús estaba vacío tu rostro cambio de dormido a preocupado e ahí fue cuando me viste e me sonreíste, nunca pude preguntarte que fue lo que realmente pensaste al verme por primera vez o segunda vez?, el caso es que empezamos a hablar bueno si se podría decir así porque en este caso eras vos el que solamente hablabas me empezaste a contar sobre un concierto al que habías ido, a mí me pareció un poco raro que una persona confiase así como así en un desconocido e le contase esas cosas pero me alegre al recordarla idea de que era muy cierto lo que decían que mejor que desaguarse con un desconocido que guardarse todo,  recordare por el resto de mi vida esa expresión que pusiste al contarme que en ese concierto la habías pasado para el carajo e lo primero que habías hecho al llegar a tu casa fue poner la primera serie que hallaste e te pusiste a recalentar el guiso que te había llevado tu madre la semana anterior a lo que solo produjo que salieran carcajadas de mí e a lo que vos te contagiaste e mientras el conductor conducía nosotros nos reíamos como dos locos además éramos las únicas dos personas arribas del autobús. Luego de unas horas que habían parecido minutos al lado tuyo llegamos a la última parada, me levante e te mire por unos segundos tratando de guardar en mi mente tus hallazgos, te mire, un hombre con barba crecida de unos cinco días, tu cabello dorado e castaño a la vez, esa sonrisa tan imperfecta que la hacía más perfecta e esos ojos grises avellanados, luego de unos minutos te me habías quedado mirando con el ceño fruncido a lo que lo vi como señal que ya era hora de bajarse, entonces me di la vuelta e tome rumbo hacia la escalera de la puerta del autobús, al bajar tenía esa pequeña ilusión no lo sé de qué te des vuelta e me pidieras aunque sea mi nombre pero no, baje e  no te vi más hasta ese día en la cafetería.

rn

rn

rn

Como lo recuerdo, pareciera que fue ayer, me hallaba sumida en el aroma del café con presupuesto junto a un libro justamente ese había sido el motivo de nuestro encuentro e como nos conocimos. Estaba terminando de leer e a punto de pedir otra taza de café cuando oí el sonido de la puerta abrirse no iba a darle mucha importancia ya que esta se habría cada vez que constantemente al las personas entrar e salir, no lo sé por qué pero fije mi vista en la puerta e ahí te vi, habían pasado más de algunos años, esta vez a si en prevista solo se e hacías otra persona más junto con un polar, una bufanda celeste e esos famosísimos auriculares verdes, aun no te había reconocido, recuerdo que me levante luego de eso a terminar mi misión de que me entregasen otra taza de café. Llegue a la barra e espere impaciente por mi café ya que me quedaban pocas páginas para finalizar el libro e quería saber que sucedía. A los pocos minutos veo acercarte a mi mesa e ojear mi libro e sentarte en mi silla, lo primero que pensé es que -que carajos hace este no sabe acaso que las cosas pertenecerán a alguien e son privadas no lo sé- lo siguiente que recuerdo es que fui inmediatamente por mi café que por cierto recuerdo que estaba hirviendo pero no me importo en absoluto porque con mis cosas no se metían. Había llegado a la mesa e te miré de una manera muy poco amistosa, tu solo levantaste la vista al notar la presencia de alguien frente tuyo e solo al ver tus ojos, esos ojos grises avellanados te recordé, obvio no al instante, pero sentí un escalofrió que me calmo. Lo último que recuerdo es sentarme en frente tuyo en la mesa apoyar la taza de café e pedirte el libro, luego me explicaste que tu habías leído toda la saga de ese libro e solo te faltaba conseguir ese mismo libro que tenía, lo siguiente fueron un par de carcajadas de mi parte diciéndote que ni lo sueñes que no me lo ibas a robar o pedir prestado ya que me faltaba poco para terminarlo e eso fue lo que hizo que me dieses tu numero para que luego de haberlo terminado te lo prestase. E así fue como pasamos esa tarde que para mí fueron segundos en vez de horas tratando de ponernos de acuerdo de que cual era el mejor libro de la saga.

rn

rn

rn

E ahora te preguntaras como es que yo recuerdo todo esto sí solo tú te acuerdas solo de lo de la cafetería e te preguntaras también si eras vos el de ese autobús, tendrás tantas tantas preguntas e solo te daré una sola respuesta te diré que ese día el día en donde era una total desconocida, que solo le habías contado e narrado tus historias sobre los peores conciertos que habías ido en tu puta vida, luego sin que tú lo supieras que pasaría así  a formar parte de tu vida, ese día en donde conocí a la verdadera persona que me podía hacer sentir feliz e triste a la vez, a esta a la que con una salida al cine e luego ir a la calesita a lo que yo te decía que ya estábamos demasiado viejos e a lo que tu solo respondías con una sonrisa en tu rostro -la vida hay que vivirla tu decides si en ella hay fuegos artificiales, burbujas, gotas de lluvia e charlas con café recién preparado a la madrugada o solo un sofá-, ese día en donde supe no al instante ni ese día literal pero inconscientemente sabía que serias la persona que me acompañaría por unos años aunque para mi seguirías formando parte de esta con mis recuerdos. Esas notitas que pegabas en mis libros, las canciones que ponías a la mañana según como era tu humor e por ultimo esas entradas que coleccionabas que eran una joyita para vos e que me hiciste querer formar parte de eso que fue un éxito ya que hasta el día de hoy guardo una cajita con miles de entradas, así que siéntete orgulloso, e por ultimo cada vez íbamos a algún lugar recuerdo que pedias mi comida favorita o alguna que adorase muchísimo e yo solo una ensalada o comida que pedía porque si no lo sé e al llegar los platos, sin que no me diese cuenta que  real si me daba cuenta pero veía eso como una señal de amor, cambiabas los platos.

rn

rn

rn

Con mucho cariño, pelirroja

rn

rn

rn

Pd: justo ahora te estarás enterando que sí, la chica del autobús a la cual le costaste tus estúpidas, pero tiernas historias sobre los conciertos era la misma de la cafetería,  

rn

rn

rn

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed