MI HERMANA Y MI MAMÁ (2/3)

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
16844 visitas

Marcar como relato favorito

Un fin de semana, Luis al llegar a su casa se dio cuenta que mi hermana estaba sola, así que fue a verla y le preguntó por su novio, ella le dijo que no vendría más pues habían terminado y se encontraba muy triste. Luis no dudó en quedarse a platicar con ella y sacó una botella de tequila que tenía guardada, mi hermana le agradeció y le dijo que tenía ganas de emborracharse. Mientras tomaban pusieron música y mi hermana le platicaba con detalle todo lo que había sucedido con su novio, Luis la escuchaba atento y sin perder el tiempo la abrazaba y le acariciaba las piernas consolándola, ella usaba un short muy corto, por lo que Luis se sentía en la gloria al tocar las suaves piernas de mi hermana, ella no tomaba a mal ese gesto y le agradecía por escucharla.

Siguieron tomando y finalmente se pusieron a bailar, Luis rozaba el cuerpo de mi hermana lo más que podía, mientras que ella bailaba desinhibida por el alcohol, los dos estaban muy borrachos. De pronto Luis acerca su boca a la de mi hermana y la besa, ella le corresponde y pasan así un buen rato, al mismo tiempo Luis le acaricia las nalgas y siente la tanga que trae puesta a través de su shorcito, sube las manos hacía senos y acaricia sus pezones por encima de su blusa, ya que ella como de costumbre no traía sostén. Inmediatamente ella se aleja y le dice que ya está muy tomada y que es mejor terminar la fiesta. Luis intenta quedarse y seguir con la situación, pero mi hermana se niega y lo manda a su casa. Como era habitual Luis le platicó todo a Edú

Después de lo ocurrido, Edú no paraba de invitar a mi hermana a salir, pero ella nunca aceptaba, pues no quería tener problemas con la esposa de Edú, por su parte Luis intentó que se repitiera lo de aquella tarde, pero mi hermana de manera muy amable lo cortaba.

Tino (otro compañero del trabajo) me dice que su papá tenía disponible una casa amueblada por si me interesaba, la casa se encontraba a un par de calles de donde yo vivía, por lo que inmediatamente acepté y le dije a mi hermana que se viniera a vivir conmigo. Fuimos juntos a conocer la casa y ella quedó muy convencida sobre todo por el patio que había en la parte de atrás, por lo que de nuevo se mudó conmigo.

En una ocasión ya viviendo en la nueva casa, mi hermana me platica que alguien del trabajo la andaba pretendiendo y que la había invitado a salir, pero que no sabía si aceptar o no. Yo inmediatamente pensé en Luis o Edú, pero me sorprendió cuando me dijo que se trataba del supervisor de mantenimiento de su turno, Daniel, el cual yo conocía muy bien, ya que con la analista que se dio de baja y que mi hermana remplazó yo había tenido una relación a escondidas, pero de repente me dejó de ver y a la semana se hizo novia oficial de Daniel, por lo que las palabras de mi hermana me cayeron como un balde de agua fría, Daniel me había bajado una mujer y ahora estaba tras mi hermana, además él le llevaba 10 años.

Ella me preguntó mi opinión sobre él, yo la verdad le guardaba resentimiento por lo que había sucedido, pero honestamente siempre que me había tocado trabajar con él se había portado muy bien, así que no quise meter mis problemas del pasado y hablar mal de Daniel, por lo que le dije a mi hermana que no conocía mucho de él y que la decisión era suya.

 Finalmente ella aceptó su invitación, con el pasar del tiempo se hicieron más frecuentes sus salidas, ella me contaba que se la pasaba de maravilla con él. Cada vez que iban a salir mi hermana después de arreglarse me modelaba sus outfits y me preguntaba qué tal se veía, yo siempre le respondía que lindísima.

Sus outfits consistían en falditas muy cortas que dejaban ver la mayoría de sus piernas, blusas escotadas donde se podía apreciar sus senos y sobretodo pantalones ligeros que resaltaban sus grandes nalgas. - ¿Crees que le guste a Dani?, me volvía a preguntar. –Claro que sí, estas hermosa, le contestaba.

Sonaba el claxon afuera de la casa, era Daniel que pasaba por ella, mi hermana se ponía muy contenta y emocionada se despedía de mi con un beso.

Desde entonces no paraba de hablar de él y de lo lindo que era, yo muy a mi pesar le dije que si iban a ser novios lo podía llevar a la casa cuando quisiera que por mi no había problema. Ella me tomó la palabra, por lo que a menudo lo invitaba a comer y a ver películas, se la pasaban todo el tiempo juntos en la casa, fue entonces cuando comencé a convivir más con él, en realidad era un buen tipo y no lo que yo me había imaginado.

A veces nos quedábamos platicando los tres hasta la madrugada, en esas ocasiones le decía que si quería se podría quedar, ya que era muy tarde para manejar en carretera, él vivía a 40 minutos de nuestra casa, pero a esa hora la carretera estaba muy solitaria y eran frecuentes los asaltos a automóviles. De modo que él aceptaba, se quedaba en el cuarto con mi hermana y yo le prestaba ropa para dormir. Por la mañana, mi hermana nos preparaba el desayuno y después se iban juntos al trabajo. Otras ocasiones mi hermana me llamaba para avisarme que no llegaría a dormir y que se quedaría en casa de Dani.

Cuando Dani se quedaba, varias ocasiones me tocó escuchar pequeños gemidos de mi hermana provenientes de su recamara o verla salir semidesnuda de su cuarto hacia la cocina por algo de comer. Una noche en la que llovía salí al patio ya que había dejado mis botas de trabajo allí, la ventana de su cuarto se encontraba abierta y la cortina se movía por el viento, pude ver a mi hermana completamente desnuda montada sobre Dani, cabalgándolo, sus senos eran realmente hermosos y sus nalgas rebotaban sobre él, ella apoyaba sus manos en las de Dani ,por lo que sus movimientos se veían aún más sexys, tomé mis botas y me retiré , no sin antes escuchar la expresión de Dani al venirse dentro de mi hermana. Por la mañana mi hermana estaba más cariñosa que de costumbre, lo abrazaba, le daba besos y hasta se sentaba en sus piernas, mientras desayunábamos.

Por otro lado, a Edú no le cayó nada bien el noviazgo de mi hermana y había perdido todas las esperanzas, aunque su trato hacia ella no cambió y seguían llevándose como siempre. Con Luis mi hermana ya casi no convivía, puesto que ya no eran vecinos y solo se veían de vez en cuando en el trabajo.

Continuará...


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed