Carta a una Compañera

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Lo que quiero decir, Eliza, es que, o fue que, debí decir otras cosas, no las simplezas que dije. Mira, donde quiera que estés, donde quiera que ahora caminen tus pies, te mando un fuerte abrazo que recorre desde aquí (desde donde estoy sentado y te escribo) vuela y atraviesa las distancias del espacio de esta tierra, y te encuentra y tú lo sientes como una caricia del viento, o como el mover de la rama de un árbol, espero pues que lo sientas, y por mi parte quiero admitir que llevaba tiempo pensando esta respuesta quizá desde el mismo momento en que pronuncie mis palabras y al segundo instante estaba arrepentido y ya formulaba la respuesta correcta. Como sea. Lo que quiero decir es que siento que tú, Eliza, lo tienes; no me mal entiendas, no quiero decir con esto que tú, Eliza, seas la única que lo tiene. No, pues ya sabes que hay tantas personas en el mismo mundo, que la originalidad ya es colectiva, cada uno en su propio arte, eso sí. Pero como sea. Tú, Eliza, eres una de esas personas. Siento que quizás con algo más de practica y con el correr de los años, todo lo que escribas y que creas que merezca ser compartido será digno de ser leído y habrá valido cada peso que yo, o cualquier lector apasionado, habrá gastado al encontrar de casualidad uno de tus libros. Eso, y aunque quizás no sea la mejor respuesta que haya podido elaborar, es lo que en verdad quise decirte, Eliza, y ahora vivo con el arrepentimiento, pero no hay que caer en la desesperanza, ya sabes, este mundo es demasiado pequeño, y uno nunca sabe cuando vuelve a ver a otra persona, en una esquina, cruzando un puente, y hasta más extraño aún, aunque no por esto menos posible, en unas vacaciones en Francia, en un verano quizá caminando por alguna calzada rural, mientras miremos las florecillas amarillas y moradas y naranjas que crecen en los costados del camino, y de repente, alcemos la mirada, veamos el cielo, las casas viejas, y en el otro extremo, una silueta que camina en nuestra dirección Eliza, y quizás, si debemos, seremos Tú y Yo y entonces, te diré lo que en verdad quise decir.  


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