Nuestras noches de pasión

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Leticia era una mujer muy hermosa y con un cuerpo que paraba el tráfico, de 40 años, cabello negro hasta la cintura piel blanca 1.65 de estatura, pechos grandes y un culo hermoso y grande era un monumento de mujer. Yo estaba orgulloso de ella pues es mi esposa. Teníamos una vida sexual muy activa, ella era puro fuego, caliente, siempre dispuesta a cumplir mis fantasías.

Ella apareció en la puerta de la recámara. Traía un liguero negro, una diminuta tanga y un brasier con transparencia que dejaba ver sus ricos pezones, y tacones. Era un culo de mujer, me gustaba verla así tan provocativa camino hasta mí, con pasos tan sensuales, mordiéndose un labio. Yo estoy recostado en la cama, solo traía mi bóxer. Ella se subió a la cama gateando, me pasó sus manos por las piernas, le dio un beso a mi pene sobre el bóxer. Siguió subiendo, me besó el pecho, el cuello, me dio un beso muy apasionado, su lengua recorrió mis labios, la abracé, nos besamos…

Le saqué su brasier y empecé a besar y chupar sus pezones, todas sus tetas, las masajeé y chupé. Ella metió una mano en mi bóxer agarrando mi verga y empezó a subir y bajar su mano. Yo besaba su cuello, sus oídos, su boca me beso bajando hasta mi verga, me quitó el bóxer y sin meter las manos, me empezó a dar una mamada de verga riquísima. Me chupaba los huevos, babeaba mi verga y se la metía en su boca, la sacaba, la escupía y se metía de nuevo en su boca.

Así estuvo como 10 minutos dándome una mamada de ensueño hasta que no pude más y me vine en su boca. Ella tragó toda mi leche sin dejar que cayera una gota, era una golosa para comer mi semen.

Me paré, la acosté boca arriba, le mamé sus pechos, su abdomen, besé su sexo sobre su diminuta tanga. La hice a un lado, le pasé mi lengua por toda su vagina. Ella dio un pequeño gemido, le metí un dedo en su pucha, luego le metí otro y le empecé a meter y sacar mis dedos, si dejar de pasar mi lengua en su clítoris. Ella disfrutaba cada lengüetazo en su botón, gemía y se retorcía. Levanto sus nalgas para quitarle su tanguita y poder comerme su panocha a mis anchas. Aprisioné su clítoris con mis labios, jalándolo, chupándolo, le pasaba mi lengua en todas direcciones.

Leticia gemía más fuerte. Me agarró la cabeza apretándola contra su sexo.

- así papi, sigue así… me voy a venir… que rico me lo mamas… sigue, no te detengas… así… más papi… aaahh… aah… me vengo

Sentí como se corrió en mi lengua llenándome la cara de sus fluidos, que rico.

Ella me jaló y me besó.

- quiero sentir tu verga dentro de mí, cógeme amor.

Le besé toda su espalda, sus nalgas. Ella abrió sus piernas, le pasé mi verga en sus labios. Le daba pequeños golpes con ella en su clítoris. Le metí la cabeza en su panocha y lentamente se la empecé a meter. Ella gemía y me arañaba la espalda. Cuando entró toda lanzó un grito de placer. Empecé a meter y sacar mi verga en su panocha. Ella gemía sin reparo alguno.

- así, cógeme más fuerte, dame más así… rico, no pares.

Yo le daba más fuerte a cada embestida y mis huevos rebotaban en sus nalgas.

- así, dámelo todo… sigue así… cógeme… soy tu puta papi, más, más…

Levanté un pie y me lo llevé al hombro, la puse de lado y taladraba su panocha sin piedad. Le metí un par de dedos a su boca y los empezó a chupar.

Así estuvimos como 15 minutos hasta que sentí como tubo otro orgasmo, llenándome la verga con su corrida. No pasó mucho y le llené de leche su panocha.

Me recosté, ella se recargó en mi pecho unos minutos. Agarró mi verga flácida y le pasó su lengua en el glande, la chupó hasta que nuevamente la puso bien firme. La jalé hacia mí, le di un beso, una nalgada y la puse en cuatro. Ver ese culo en liguero era impresionante, una vista hermosa. Le di unas nalgadas y le besé y apreté ese rico culo, pasando ni lengua por su ano hasta su clítoris. Le comí el culo, le metí a mi lengua en su ano. Ella gemía como loca, yo con mis manos no dejaba de acariciar sus nalgas. Ella recargó su cara en la cama y paro más su cola. Con sus manos se abre las nalgas para que mi lengua entrara más en su ano. Yo metía y sacaba mi lengua. Así estuve unos minutos comiendo ese rico ano, le metí un dedo y lo moví en círculos para dilatarlo. Le metí un segundo dedo, ella gemía muy rico. Le metí el tercer dedo y me los apretaba con su culo. Le recargué mi verga en su entrada anal y ella sola empujaba para que le entrara. Dio un pequeño grito y sola se metía mi verga. Yo la tenía agarrada de sus caderas cuando sintió mis huevos en sus nalgas, empezó a moverse en círculos adelante y atrás. La agarré de su cabello y metía y sacaba mi verga de su culo.

- así papi, dame más, dámelo todo… no pares, así… cógeme, soy tu puta papi… así, métela toda, reviéntame el culo, cógeme como tú sabes… me encanta tu verga, dame más… así… me vengo… me vengo papi…

Oírla hizo que también me viniera en su culo. Así nos tumbamos en la cama, satisfechos. Quedamos exhaustos, sudados y bien cogidos. Nos besamos y nos quedamos dormidos. Así son nuestras noches.


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