Me sabes a café... (2)

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Mmmmm...Esos ojos cargados de deseo, esa mirada atrevida, su gesto al aflojar la corbata, su cuello volteado en dirección a mi culo. El resto de clientes percatándose del momento que hemos protagonizado ambos, sonrisas, guiños de ojos, toques de codo y alzadas de barbilla...jajajaj ha sido divertido y muy sensual...me ha gustado...aunque me hubiera gustado más abordarlo en su mesa y no dejarle decir nada ...sólo besarlo y dejar que sus manos hubieran recorrido mi cuerpo ante todas aquellas miradas desatar la  una pasión desbordada...repasaba la escena una y otra vez en mi cabeza mientras iba camino al trabajo provocando mis ganas de tocarme y darme placer.. estoy deseando volver a la cafetería sólo con verlo mi cuerpo reacciona y hace que me ponga muy tierna...

 

Una vez que se ha marchado me quedo un instante más pensando en ella.  En cómo han sido esas miradas intensas. Esa sonrisa suya. Y en esos ojazos que creo que en parte me han cautivado. Ha sido una suerte poder coincidir en nuestro café matinal. Poder llegar a despertar ese interés que intuyo que es mutuo. Más que interés. Ese juego de seducción a distancia me ha gustado. Y pensándolo creo que la ganadora has sido ella. Ha despertado dentro de mis unas ganas terribles de saber más. ¡Joder! Tengo unas ganas terribles de besarla. Pero sobre todo de poder llegar a acariciar ese cuerpo. Me atrae esta mujer. Tenía que haberle dicho algo. haberme atrevido a hablar con ella con cualquier excusa. ¿Te volveré a ver mañana? Eso es lo que me martiriza ahora. No tener la certeza de poder vernos mañana. Solo pienso en como poder atraparla entre mis brazos. Aunque fuera algo rápido e improvisado en los mismos lavabos del bar. La imagino volviéndose a levantar de su mesa guiñándome un ojo y dirigiéndose al WC moviendo de nuevo su culo insinuándose. Levantándome enseguida para seguirle y meternos en uno de los cubículos y desatar esa pasión que nos atrae a ambos. Quiero averiguar a que saben sus labios. Como es de suave su piel. Conocer las partes de su cuerpo escondidas bajo su vestido. Y sobre todo oír como son sus gemidos cuando consiga hacerle disfrutar de placer. Creo que te habría follado en ese instante de no ser porque me di cuenta de la hora que era. Pagué mi desayuno y me marché con prisa al despacho. Sin dejar de pensar en una insinuante y atractiva mujer de ojos pardos.

 

He vuelto tan cansada del trabajo, mi gato me saluda alegre lo acaricio y voy directa a la ducha, ha sido un día intenso demasiadas prisas en el trabajo, demasiados nervios, están todos estresadísimos y hacen que casi me estrese, no suelo estresarme...domino muy bien mis nervios...pienso mientras el agua tibia recorre mi cuerpo y pienso en lo bien que me siento bajo el agua...mmm 

 


Sin azúcar… mmm buena elección... ¿eres cafetera eh? Estás palabras acarician mi cuello junto a mi oído, su cuerpo está demasiado cerca del mío no puedo apenas voltearme. La señorita Clara (ese es el nombre que reza en la tablilla de su camisa) me mira con ojos grandes y abiertos mientras toma nota de mi café...sonríe al mismo tiempo que yo levanto la vista de mi bolso, el espacio entre él y yo no existe, no me toca, pero lo siento, siento la hebilla de su cinturón en mi baja espalda, es más alto que yo, el roce de su pantalón acaricia mi culo, su barbilla asoma por encima de mi hombro y… ¡sí! Es él mi hombre misterioso...

-¡Hola! ¡Preciosa!

Y escondo mi hola entre mi barbilla y mi hombro y así consigo verle de cerca, sus ojos tan cerca son más bonitos y atiendo a todo el deseo que se enciende en sus pupilas, sonríe con su mirada, recojo el cambio y su mano agarra la mía acompañándola hasta mi monedero no me suelta y me dirige hacia las escaleras, No protesto le sigo, no pienso. Solo acelero mi respiración, palpito y con un gesto rápido acabo en sus labios, la puerta del baño se cierra tras de mi, apartando mi pelo me besa y solo puedo cerrar los ojos...tiemblo, no hay tiempo para pensar, me dejo llevar me gustan sus manos sujetando mis nalgas, su boca rodando por mi cuello. Mis manos dejan de sujetar mi bolso para acariciar su cuello me abrazo a él no dejo de besarlo recreándome en sus labios, su lengua , el deseo se apodera de mi a la misma velocidad con la que él  me sienta en la mochila de la taza del baño abre mis piernas al mismo tiempo que se sienta con las suyas abiertas sobre la taza...¡Dios! voy a correrme y no me ha tocado si quiera... que ha hecho conmigo... me mira con deseo... su mirada no pide permiso solo avisa de lo que va a suceder... muerde el encaje de mis bragas una y otra vez tirando de él. ¿Está jugando conmigo? ¡Quiero perder! Agarro su pelo acaricio su cabeza levantando la mía. Empiezo a gemir... ¡quiero su boca ya!... ¡no me castigues más!, pienso en voz alta... y su lengua me recorre toda... succiona, muerde, chupa… ¡Dios!! A palma abierta me sujeto a ambos lados del pequeño habitáculo. No se cuanto más voy a aguantar... quiero correrme ya... en el silencio de aquel baño solo se oyen mis gemidos y su respiración jugosa, mis piernas tiemblan...
el maullido de mi gato me despierta de tan jugoso sueño...caí rendida sobre mi cama y mi mente se apoderó de mi... quisiera que fuera él quien se apoderara de mi...mmm deseando verlo mañana.

 

No he pegado ojo. Ha sido una noche extraña. Hacía tiempo que no me pasaba esto de no descansar del todo. He soñado con la chica del bar. Ha aparecido y desaparecido en mis sueños. Ahora al sonar el despertador tengo recuerdos confusos. Flases en los que aparecemos los dos. En los que nos devorábamos a besos. No sé dónde estábamos. Solo recuerdo que la ropa voló. Que descubrí una mujer sensual. Con una ropa interior de encaje que desapareció tras un fugaz instante de contemplarla. Que la saboree. La deguste. Y su sabor me gustó. Que la oía gemir y sentía sus manos sobre mi pelo acariciándolo y presionando mi cabeza para tener más contacto. Y temblar, verla temblar en un orgasmo lleno de jadeos. Imágenes, flases que corroboran esta tremenda erección matinal. Me afeito y me ducho pensando en esos ojos pardos y en poder sentir esa melena rizada sobre mi pecho. Habría seguido acariciándome, pero voy justo de tiempo. No quiero llegar tarde y que no coincidamos en el bar.

-¿Que me pongo hoy? Traje seguro, porque tenemos la reunión.

Pero ¿cuál? No solo tengo la reunión. Quiero verla. Y quiero estar bien para ella.

Decidido. El azul marino. Camisa blanca y corbata de un gris algo brillante con pintitas blancas...

 

Casi es la hora de irme y no, no ha acudido a su café, puede que ayer no le gustara mi exhibición... ¡vaya! demasiado directa. Busco un último cigarro para acabar de un último sorbo mi café, ya algo frío por la espera y al levantar la vista buscando la llama de mi mechero ahí está él, como salido del mismo infierno, pienso al verlo a través del fuego, ¡realmente está de pecado!, mmm con un traje, no me gustan los hombres con traje, pero a él le sienta bien, ¡pero que muy bien! Se aceleran mis ganas de arrebatarle toda esa elegancia a puñados ...dios!! solo puedo imaginarlo, mi mente va como loca... desabrochando esa camisa hasta su vientre, sacando a puñados la tela guardada dentro de su pantalón para meter mis manos bajo ella y acariciar su espalda sin desabrochar el cinturón, me gusta esa forma tan desenfada de vestir un traje, con su corbata anudadita mientras a bocaditos recorro su cuello y desabrocho su corbata, despeinarlo ahora sería un placer, ¡desbaratarlo todo! no me parece mejor forma de vestir un traje, ¡Dios! Es realmente atractivo, me arrebata las ganas ese pantalón que dibuja sus formas, que insinúa su cuerpo su... Aspiro con fuerza mi cigarro , puedo imaginar su grandeza entre mis labios, mi garganta se seca y solo desea saborearlo agarrada a esa corbata tirando de ella mientras mi boca lo seduce y mis ojos observan como le gusta sentir la humedad de mi boca y me pide más  ahogándose en su propio gemido...no sé qué tiene pero me lo follaría así, en este mismo instante....me mira y le sonrió como si supiera lo que pienso y asiento con mi cabeza...mi mirada está realmente endomoniada no puedo disimularla de hecho, no quiero hacerlo.


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