Respirando

Por
Enviado el , clasificado en Reflexiones
645 visitas

Marcar como relato favorito

Miro la agenda, hay un montón de tareas y de planes.

Respiro, la agenda se ha llenado de chispitas y de alegría, no son tareas, son pequeños pasos hacia mi futuro.

Y estoy contenta.

Respiro, algunas de las tareas parecen aburridas, y lo que pienso es que tengo suerte de estar a mi lado, para hacer lo que quiero hacer, siendo yo, mirando a mi barriga, ahí tengo a mis tres cerebros conectados, ahí tengo mi centro de poder y ahí es quien yo soy realmente, y me gusto.

Respiro, la niña, la mujer y el hombre en mi, están contentos. Y yo lo estoy con ellos.

Respiro, me lleno de ese amor que me nutre, todavía no se bien que hacer, bueno, si, seguir respirando y disfrutando de la vida.

Respiro,

- Así que ¿todo es tan fácil como respirar? - Me pregunto

- Y ¿estar presente? - Sigo.

Respiro,

- Y, ¿esto por que no me lo han enseñado desde que nací? - Sigo cuestionándome.

Ahora estoy perdida,

- ¿Y por qué la gente no habla de esto más? - Sigo cuestionándome.

- Pero si esto es maravilloso, solo respirar, mirarme a la barriga y tomar opciones desde ahí. - Sigo.

- Y ¿por qué le tenemos miedo a ser nosotros mismos? - Sigo cuestionándome.

- ¿Por qué no nos enseñan desde pequeños a que somos seres maravillosos y mágicos y que tenemos el poder dentro de nosotros mismos? - Sigo.

- Pero... ¿Por qué? - Le pregunto al universo.

- María, ¿nos vas a dejar hablar en algún momento? ¿te vas a callar? - Oigo esa voz tan conocida.

Y de la misma me sonrojo, me callo, mi energía se contrae y yo misma me quiero hacer pequeña.

- Perdón - Digo, casi sin aire.

- A ver, no es eso, respira y nútrete, y escucha. Que te nos vas de un extremo a otro. - Me comenta esa voz.

Respiro y me lleno de aire, me dejo nutrir, hasta que vuelvo a sentir ese cosquilleo que me gusta. Ya vuelvo a ser yo. Y me quedo expectante.

El universo se ríe, y me comenta.

- Hay muchas razones por las que en el pasado las cosas se hicieron como se hicieron. Siempre la gente hace lo que creen que es mejor. Hasta tú ahora haces cosas que parece que son lo mejor, y más adelante verás como las cosas se pueden hacer de otra forma. Lo importante, como ya sabes, es la intencionalidad. Y tu intencionalidad como la de muchos otros antes que tú, era siempre la mejor, la de cuidar de ti y de los tuyos.

- Maria, perdona a tus padres, por no saberlo, perdona a tus profesores por no saberlo y perdónate a ti, por no haberlo entendido.

Respiro, me empiezo a acalorar y unas lagrimas quieren asomar por mis ojos.

Respiro y sonrío, esta vez más tranquila, esta vez más siendo la yo autentica, esta vez estando menos demandante. Sonrío y el camino que antes veía con subidas y bajadas, ahora lo veo más llano, veo que se interna en unos bosques, que al principio parecen oscuros, y cuanto más me fijo, veo que unos seres diminutos están pavimentando el suelo y poniendo iluminación.

Respiro y sonrío.

- Vale, así que la lección de ahora es la de respirar y centrarme en la barriga, otras lecciones han habido igual de importantes y otras vendrán. - Reflexiono.

- Para aprender cuál era mi centro de poder, tenía que aprender antes la importancia de vivir y pertenecer a una sociedad, y la importancia de estar por mi misma para ayudar al resto a hacer lo mismo.

- El universo no quiere seres egoístas, así pues, nos enseña la importancia de estar por el resto, a la vez que dónde está nuestro centro de poder, para realmente hacernos a su semejanza.

- Por que naturalmente somos seres gregarios, por que naturalmente somos seres generosos, y el universo quiere que seamos nosotros mismos para poder continuar con la obra que el propio universo ha creado.

- Lo que quiere el universo es que seamos continuaciones de la propia energía que es el universo.

- Lo que quiere el universo es que seamos nosotros mismos, que nos ayudemos y compartamos.

- Lo que quiere el universo es que seamos sus instrumentos para seguir con su obra.

- Todo lo que realmente somos es parte del universo, por lo tanto yo elijo ser yo misma, aceptarme, perdonar, respirar y reírme. Ah! Y compartirme.

Respiro y sonrío.

- Estas tan en el camino y tan confundida a la vez. - Oigo.

Otra vez, el aliento se me corta, me quedo fría, me quedo quieta, apenas respiro.

- Enseñame, - le pido humildemente al universo.

- Aprendamos juntos. - Me responde el universo.

- Yo no tengo respuestas a tus preguntas, yo no sé qué decisiones vas a tomar, eso, solo la versión presente de ti misma, lo sabe. - Me responde la voz.

- Yo sé a lo que tiendes, y a lo que tiende el colectivo, por lo tanto puedo hacerme ciertas ideas. Pero siempre hay cosas que sorprenden, un meteorito que se desprende y varía su curso, un virus que se escapa de un laboratorio, unos aviones que se desvían de su trayectoria. - Me contesta el universo.

- Pero, entonces, ¿tú tampoco sabes? - Pregunto.

-JaJa, claro que no, y precisamente eso lo hace mas bonito. - Me responde la voz.

- Por eso te miro con tanto cariño y te nutro y espero siempre lo mejor de ti, porque me gusta que me sorprendas, que vayas más allá. Que te superes, que seas la mejor versión de ti misma, que te esfuerces por el resto. Todas esas cosas me emocionan y me sorprenden y es lo que quiero para ti y para todos los míos.

- Yo no espero nada, y solo nutro, de la misma manera, cuando haces algo que no te ayuda a ti misma, lloro, por ti, por tus oportunidades perdidas, de ser tu misma, de disfrutar, de vivir una vida plena, y en ese momento, te amo todavía más. - Me responde la voz.

Respiro, me doy cuenta de que mi respiración es superficial y respiro de forma más profunda.

- Menudo papelón. - Pienso.

- Pero qué divertido. - Me dice la chiquilla dentro de mi.

- Así que, ¿soy libre, soy amada, y me animas a ser yo misma, haga lo que haga y piense lo que piense? - Resumo.

- Si, claro. - me dice la voz.

- Wow, me gusta. Gracias universo, te quiero. - Respondo.

- Yo te quiero más. - Me dice la voz.  

- Y ¿todas las cosas que no se hacer? - Pregunto.

- Tienes maestros en tu vida y compañeros para ayudaros y complementaros, sigue caminando el camino e incluyendo a los tuyos en él. - Me responde la voz. 

- Gracias universo, te quiero. - Respondo.

- Yo te quiero más. - Me dice la voz.  


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed