Infidelidad consentida parte 4 (2/2)

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El juego era largo pero rico, la sujetaba de las caderas y aguantándome las ganas de aumentar de ritmo la penetraba lentamente, ella por su lado su juego consistía en hablar lo más normal posible mientras gemía en un tono muy bajo, al inicio ella cortaba a los pocos minutos puesto que no podía aguantar las ganas de gemir, pero ahora ambos éramos los que aguantábamos mucho tiempo, ahora el ritmo podía ser un poco más rápido y ella aguantaba, aunque en una u otra ocasión, ella terminaba corriéndose y lo único que podía hacer era silenciar la llamada, porque eso ya era algo que no podía aguantar, por suerte el pata era muy hablador así que no se daba cuenta las veces que su parejita lo ponía en silencio mientras se corría.

Yo terminaba minutos después y aunque me encantaba terminar adentro, cuando estábamos en la llamada hacía que Katy se arrodillara y terminaba eyaculando en su cara y/o en su boca, eyaculaba bastante así que su cara quedaba cubierta de semen, había momentos en los que eyaculaba tanto que sujetaba mi pene para pasárselo por la cara y embarraba mi semen más homogéneamente por todo su rostros, aunque lo más rico era cuando terminaba en su boca, me mostraba el semen con su lengua y terminaba tragándoselo, no se ustedes pero ver a una chica tragándose tu semen es lo mejor.

Todo podría empezar en la mesa, en el mueble, en el suelo, pero siempre terminábamos en la cama, aunque siempre con su previa lava de cara y dientes, la pose que más me encanta es en 4 seguida por la de echada boca abajo, por suerte a ella también le encantan esas 2 poses, debe ser porque siempre que la penetraba en esa pose la podía azotar, sujetar de las caderas y jalar el pelo, es que ella era masoquista y yo un sádico, pero también lo hacíamos en el clásico misionero, la cual también era muy rica por que ponía sus piernas alrededor de mis caderas y mientras la penetraba con fuerza le lamia sus enormes pechos, había momentos de solo silencio y miradas, pero había otros donde ella era la que me decía:

que se siente hacérmelo? Mirarme de lejos mientras otros solo ignoran el rico cuerpo que tengo. La verdad que me da risa como los demás te ignoran prácticamente, sin saber que de esa ropita se esconde un mujerón, si supieran andarían detrás de ti La verdad que sí, pero solo tu podrías penetrarme, ¿te gustaría que valla mejor arreglada? Si te sientes cómoda, por mi normal, pero no podría aguantarme de hacértelo en la oficina, porque andaría al palo Jajajaja, lo pensare, pero no te preocupes mi amor, por más que se me acerquen los voy a ignorar porque soy tu mujer, las cosas que te hago son solo tuyas ni a mi pareja se lo hago. Eso es porque tu flaco es un pobre precoz y manicero Jajaja la verdad que sí, él no lo tiene tan grande como tu y se viene rápido, ya me acostumbre hacerlo más de 1 hora, ahora tengo que fingir que me vengo y solo desear regresar a tu lado para que alivies mi frustración No te preocupes, estaré aquí esperándote con mi pene bien duro para penetrarte mi amor.

Por más acostumbrado que este a esas conversaciones, que te comparen con otro y te digan que eres mejor, le sube el animo a cualquiera y es esos días que terminar dentro es lo mejor. Ella se cuidaba con método anticonceptivo, así que eyacular dentro de ella no significaba ningún peligro.

La sensación siempre será excitante, vaciar todo lo que tienes hasta la última gota dentro de ella, para luego sacarlo lentamente y dejar que el semen se esparza dentro de su vagina. Así eran los días con Katy, pero no todo dura para siempre.

Un día estábamos en su casa y me dijo que hablo con su flaco, que estaba cambiando y era mucho más atento, que estos encuentros ya hacían que ella se sintiera mal así que quería terminarlo, yo le dije que normal y cuando le di un beso en la mejilla para despedirme, me quede cerca mirándola y sin separarnos mucho, la bese con mucha pasión, nos desnudamos rápidamente, la recosté sobre el mueble y se lo metí sin pensarlo, ella no paraba de decir que me detuviera, pero era obvio que su cuerpo me decía lo contrario, puse sus piernas sobre mis hombros y seguía dándole duro, ella no hacía más que sujetarse del forro del mueble mientras gemía y decía que me detuviera, no iba a detenerme y ella lo sabía pero para sentirse menos culpable decía que me detuviera, procedí a ponerme sobre ella y mientras la penetraba nos empezamos a besar muy apasionadamente, sabía que iba a ser el último polvo que tendríamos así que tenía que disfrutarlo hasta las últimas consecuencias.

Los minutos parecían horas, cuando empezamos aun había luz del sol y ahora estábamos a oscuras, comenzamos en el mueble, seguimos en la mesa y ahora estábamos en la cama, sudados, jadeando, con chupetones en el cuerpo y arañazos en mi espalda. Ahora la tenía boca abajo a mi merced, sujetándole de las manos mientras la penetraba, mi pene me dolía, las piernas las sentía debilitadas y ella sabía lo que sucedería, iba acabar dentro de ella, pero me dijo algo que me hizo dudar, me dijo que justo el día anterior tuvo relaciones con su flaco y no se estaba cuidando, me dijo que terminara fuera pero su cuerpo me suplicaba que terminara dentro. Llegado a esto solo hice una cosa, sujetándole el pelo, rotando su cabeza y hablándole al oído le dije: “sé que prefieres en el fondo, quedar embarazada de mí que de ese inútil”, segundos después eyacule tanto como nunca antes y ella gimió tanto que tuvo que sujetar muy fuerte su almohada para que los vecinos no escucharan, se lo había metido tan al fondo que casi sentía el fondo de su vagina y sentía claramente como mi semen quedaba regado en todo el fondo. Ella había perdido casi el conocimiento, solo jadeaba y no decía nada, yo por otro lado decidí irme, otros días me hubiera quedado, pero este no era uno de esos días.

Era fin de semana, llego el lunes y para mi sorpresa no vi a Katy, fue horas después que el jefe me llamo y me dijo que Katy había renunciado, que tuvo un problema familiar que la ausentaría mucho tiempo y que preferiría dejar de trabajar, hubo unos problemas al inicio porque su trabajo era importante en cierta forma, pero nos la terminamos arreglando.

Ella me bloqueo de todo, por respeto decidí no buscarla, aunque un día de esos me llego una imagen de un numero desconocido que luego me bloqueó, era un test de embarazo en el que aparecían 2 líneas, al verlo solo me sonrei y segui para pensar quien seria la siguiente.


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