La sangre que duele

El que nace decide que muera la madre del escalón de la miseria, de la agonía del genero sin derecho, de la lactante que escupe acido y fluidos de escopeta. Soy la bestia que lame cerebros del cielo, que deambula sobre la calavera de tus sueños artificiales. Bésame con sangre, con la presión del compromiso del excremento del muerto. Todos mis párrafos son sin sentido porque son la realidad del puerco que se ahoga en su sangre hervida y podrida. Te amo arribista cuando te desangras de pena y envidia.