SEXPHONE

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03 Viaje y Sexphone.

           Pasado un miércoles de diciembre día de absoluto calor en la ciudad, tengo planeado un viaje al este del país, cargo la camioneta a las 18.00 hs y emprendo un viaje de 360 km con la camioneta Suv, pasado muchos minutos y varios km de salida, es que a las 18.00 es la peor hora para salir, pero el cliente con el que me tengo que reunir es hombre de campo y amanece a las 05.30 ya trabajando sobre el tractor y en la granja de cerdos, maquinarias las cuales represento en mi país. Es que hay que estar temprano para poder conversar con esa gente, y crear esa confianza de cliente y proveedor, no se puede llegar pasada las 10.00 a conversar con ellos. En fin, con mi mujer Tricia que estaba ya trabajando nuevamente en la ciudad de NY, quedamos en conversar vía teléfono durante el viaje ya que tenemos una diferencia de horario de -2 horas en NY. La llamo a Tricia y nos ponemos a conversar, charla va, charla viene acerca del día de cada uno, los hijos y la vida misma, la camioneta comienza perder potencia y apagarse totalmente el motor en una curva de la ruta 2 ya habiendo hecho los 200 y algo de kilómetros. Pensé que era debido a una falla eléctrica, ya eran las 22.00 horas y estaba un poco claro debido a las luces municipales del pueblito, Tricia se comienza a preocupar, pero es normal, ella se preocupa por todo y es sobreprotectora, yo por mi lado veo a un joven parado al costado de mi puerta y golpeándome el vidrio de la ventana me dice,
- Patrón, vamos a empujarte afuera de la ruta, peligroso es.

Abro la puerta y bajo a ayudarlo, ya que en los pueblos siempre hay confianza con esa gente que tiene todavía la amabilidad a la antigua, esa de preocuparse por que no pases mal cuando estas en sus pagos, en su territorio. Entre los dos empujamos a un costado de la ruta unos metros y me dice

-Que paso ¿? combustible ¿?

- No lo creo, le respondí ya que marcaba 1/4 del tanque todavía y el marcador se leía 150 km aun de trip en el odómetro.

Juntos revisamos el motor, pero no encontramos nada, absolutamente nada raro. Tricia seguía al teléfono haciendo varias preguntas, por lo que mi trabajo era doble, tranquilizarla a ella y solucionar el problema que aún no sabía que era. Pasado 10 minutos subo al vehículo y de una arranca sin problemas, continuo viaje, pero ya con la preocupación de que algo podía joder, a veces cuando hay poco combustible la bomba se tapa o se calienta, así que pensé que en el próximo pueblo pararía a cargar más combustible, continue hablando con mi mujer, ya tranquila me siguió contando su día. Ella trabaja como tutora de niños asper en la casa de los mismos, por lo que sus días nunca son iguales, a mí me divierte y me calma escucharla, ya que es un placer escuchar sus vivencias. Pasado el primer pueblo unos 20 km después, las dos estaciones de combustibles cerradas, por lo que el próximo pueblo quedaba a 45 km más adelante. Ya preocupado continué hablando con Tricia y conversando sin decirle nada. Saliendo a 10 km del pueblo, para nuevamente la camioneta en el medio del campo, en una zona ganadera, la temperatura había bajado a 17 grados ya para esa hora, serían las 23.00 y algo, la buena parte es que quedó parada en frente a la entrada de una estancia, una tranquera, lugar donde estaba fuera de la ruta, un lugar de seguridad.

Tricia comenzó a preocuparse nuevamente, por lo que le dije que caminaría al pueblo siguiente, el cual ya era un pueblo grande a buscar combustible porque a esta altura ya creía que era esto. Al comenzar la caminada y estando a 500 mts de la camioneta le digo…

Léeme una historia erótica, algo que me mantenga entretenido en lo que falta por llegar. Tricia picante y con voz sensual me dice “

-Beiby te voy a contar una historia, pero mía, real del pasado anterior a nosotros.”

No estaba tan seguro como me sentiría al respecto, ya que se trataba de mi mujer en el pasado con otro hombre, otro novio. Pero asentí mientras volvía a la camioneta ya que me sentía con frio, y era muy tarde, tampoco sabía como volvería del pueblo a la camioneta tan adentrada la noche. Mientras caminaba Tricia comenzó la historia de la siguiente manera.

Mi amigo y yo vivimos en NY y habíamos quedado en salir el fin de semana a un pueblito pequeño en las afuera, me paso a buscar en su auto cargamos unas mudas de ropa y partimos conversando y bebiendo agua en el camino. Reíamos nos acordábamos de cosas pasadas ya que Alber y yo éramos amigos desde hace tiempo, años atrás. Al llegar al hotel del pueblo que habíamos reservado hicimos el chek-inn y bajamos las cosas del auto, pedimos unas cerves y las llevamos a la habitación 307, la cual al entrar vimos que tenía una sola cama, King size matrimonial, pero bien, charla va charla viene nos tomamos unas cerves y me pregunta,

-Boluuudaa como va tu vida sexual.

-Respondo riéndome, maaal boludo maaal, me quiero coger a todo el mundo. Hace mucho que no tengo sexo con alguien, si me pajeo es viendo una porno y de gays, porque eso es lo que me excita. ,. Y vos ¿? Le pregunté, mientras que iba al baño a buscar unas cerves, ya que usamos la pileta del lavamanos como hielera.

Yyyyy yo, bueno… me dice Alber levantándose de la cama atrás mío, me toma del cuello y apoyándome el cuerpo por atrás me dice al oído con voz susurrante:

-Hace años que quiero cogerte a Vosss, sos la dueña de mis pajas a diario cuando nos vemos, tomamos, cenamos, yo te quiero coger a vos a nadie más en el mundo, mientras que me agarraba las tetas desde atrás por debajo de la camisa larga dibujo leñador roja con cuadros negros, yo gimiendo, sentía un fuego que me subía, el corazón se me aceleraba y sorprendida... me dejé llevar, hacia mucho que no cogía y él también estaba en mi mente cuando me masturbaba con mi compañero de noches, mi vibrador azul, lo deje avanzar, me subió a la mesada del baño, abrí mis piernas y me metió la lengua caliente y carnosa en la boca, mientras apoyaba su verga dura en mis pantys, me desprendía la camisa, yo le desprendía el pantalón bajando el cierre y los botones rápidamente mientras gemíamos y nos besábamos húmedamente, despacio me empujo contra el espejo y bajo hasta mi entrepierna mordiéndome las tetas y los pezones en el camino, yo ya estaba mojada, caliente, temblando de placer pensando en lo que venía. Bajé su cabeza hacia mi entrepierna y comenzó a besarme los muslos y darme pequeños mordiscos entre las piernas, lo tome fuerte de la nuca y lo empuje directo a mi caliente y chorreada concha, corrió mis bragas, metió la caliente y carnosa lengua dentro de mis labios abriéndose la vagina cual mariposa de lado a lado, mientras que su mano sujetaban mis pantys, sus dedos tocaban mi clítoris en forma circular lentamente, estremeciendo mis músculos abdominales intermitentemente, me lamia de lado a lado la vulva caliente y chorreada, mojada de tal manera que ya sentía caer lo húmedo hacia mi ano el cual estaba relajado como mi cuerpo, estaba literalmente sentada sobre mi propio lívido, me vine por primera vez apretando su barba crecida contra mi chorreada concha, jadeando , temblando y gozando mientras el vibraba con su lengua de una manera que nunca lo sentí. Me levante como pude y lo lleve a la cama tomándole la mano, lo termine de desvestir y lentamente me saque las bragas para taparle los ojos y comenzar a jugar en ese bello atlético cuerpo de un cuarentón bien cuidado, mientras le besaba los pechos y mordisqueaba sus axilas y costillas saque mi vibrador azul del bolso, lo prendí y lo coloque en posición 5, la cual era con vibraciones pausadas, haciendo un tzz – tzzzz- tzzzz sin ser continuo.

Se puso nervioso, pero le dije que se calme, que usáramos una palabra de seguridad cuando algo no le gustara y la palabra que eligió es Patricia María, la cual usaba cuando me recriminaba algo que no le gustaba, en fin. Baje y recorrí sus pies y entrepiernas con el tzz tzz paseándose en su excitado cuerpo, se relajó, rió y ya quedo entregado a lo que venía, mientras que yo jugaba con la respiración en su vientre, lamiendo, respirando, coloqué un halls* negro en la boca y me trague su miembro grueso que ya estaba lubricando, exitado, goteando por sí solo…

-Mmmmmm, que rico me encanta tu leche Beiby, se rio nuevamente mientras metía en mi boca y tragaba lo que ya había lubricado, pase el vibrador cerca de su ano y entrecortado sollozó: Patricia María !! ……me detuvo la palabra de seguridad. Cobarde le dije, y me tumbe sobre el, boca arriba mientras nos mirábamos en el espejo del hotel y le dije, bésame, lámeme, chúpame que me voy a mojar muchísimo mientras que te miro. Así lo hizo, esto lo había visto en una película porno de una Milf con el hijo de su vecino, quería hacerlo hace un tiempo y Alber era el indicado. Me lamió, tocó, besó, tomo mi vibrador y recorrió mi sexo durante unos segundos, me volví a venir y chorrear dentro de su boca húmeda y caliente por segunda vez... Ahora ya todo quedaba en mi cancha, di vuelta, me metí la verga en la boca y con el halls* daba un efecto refrescante, mientras tanto con el vibrador le acariciaba la entrada del culo y los genitales, Me vengo me vengo !!! me dijo, y desparramo su leche en toda mi boca, tragándome litros de ese delicioso jugo viril. Habrá tardado 2 o 3 minutos en dejar de temblar y nos tendimos uno sobre otro acariciándonos durante los próximos minutos que nos quedamos dormidos.

Horas después nos despertó un ruido en el estacionamiento, me levante a mirar y era gente llegando al hotel, al voltear lo veo mirándome y sonriendo, Que pasa le digo, que es tan simpático, Nada dice él es solo la luz externa de la ventana en tu entrepierna, creo que me estoy calentando, me dice traviesamente. Subo a la cama, me siento en sus piernas y con la camisa de leñador puesta comienzo a besarlo despacio, lentamente, rozando su verga con mi vulva húmeda en cada subida y bajada de besos. Comienza a gemir y me subo sobre su verga metiéndola con mi mano despacio en mi mojado sexo, empezamos a coger nuevamente, yo agarrándole las manos tras la cabeza con los dedos entrelazados como si fuera mi hombre, mi muñeco.

A esta altura de la historia de Tricia yo en la camioneta ya me había venido dos veces, mojado y enchastrado en la soledad del campo, bajo una noche fría y caliente al mismo tiempo, fue una noche hermosa en el interior de una descompuesta camioneta.

*(caramelo de menta)


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