Un dildo muy especial (travesti)

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
5543 visitas

Marcar como relato favorito

Después de esa primera vez en la que me vestí con ropa de mi esposa y me masturbé con uno de sus juguetes, todo se volvió un poco más fácil; los nervios van quedando atrás y toda la preparación es más placentera, créanme cuando les digo que rasurarse no es nada fácil, varias veces pensé en ir a algún lugar especializado a que me depilaran, pero la pena y mi poca experiencia en esos terrenos no me dejaban alternativa, tenía que hacerlo en casa pero nada que la práctica y paciencia no resuelvan, ¡me encanta quedar súper lisit@!

Había nueva lencería en casa que obviamente me probé, algunas cosas me quedaban y otras no por el tamaño, pero encontré lo que necesitaba y en esta ocasión estaba decidido a usar un dildo que siempre me llamó mucho la atención por su tamaño y textura y que mi esposa disfrutaba mucho, el material es verdalmente muy suave al tacto y emula casi a la perfección uno de verdad, no por nada son tan costosos (skin realistic).

Confieso que al tenerlo en mis manos y pensar que lo iba a usar en mi me dio un poco de miedo... “está muy grande” me dije. Aun así continué con mi plan, coloqué un espejo en frente de la cama de tal forma que me dejara ver bien mi como esa cosa estaría entrando en mi colita, me recosté con las piernas abiertas, me unté un poco de lubricante y  empecé a frotar esa deliciosa cabeza en mi ano; se sentía muy rico y en segundos ya estaba que jadeaba, me imaginaba que alguien estaba a punto de penetrarme por primera vez, era tal mi excitación que con ese pequeño masaje circular, hacía que empezara a salirme líquido seminal ¡ya lo deseaba dentro de mí!, pero no todo fue perfecto, después de un rato que llevaba haciendo presión no conseguía meterlo, "quizá no estoy muy relajad@..." pensé. Tomé más lubricante y continuaba con la presión hasta que de pronto ¡pop!, entró solo la cabecita, pero si me dolió, tanto que no pude aguantar y lo terminé sacando, me quedé un rato ahí sin hacer nada con la cola adolorida esperando a que se me pasara, (ahora sé lo que se siente la primera vez…) pensé; los otros dildos que había usado no tenían un diámetro mayor a 1, 1.5cm y el salto con este fue muy grande.

Después de meditar un rato y a punto de desistir, me dije, bueno, quizá lo peor ya pasó y no hice todo este show para nada así que veamos que se puede hacer. A pesar de que todavía me punzaba la colita, volví a tomar ese pitote y ahora lo puse sobre la cama de tal forma que yo me iba a sentar en él, (a lo mejor la posición ayuda un poco) pensé, total que unté más lubricante y empecé a meterlo, tan pronto entró un poco sentí que en verdad era muy grande y que no iba a poder con él (aquí viene algo que leía o escuchaba de otras personas y no creía), pero ese dolorcito de alguna manera comenzaba a disfrutarlo, no soy masoquista ni mucho menos pero esa sensación abrió una puerta que desconocía por completo, no me animé a meterlo más de la cabecita y fue suficiente para volver a calentarme y masturbarme mientras veía como ese gran pito estaba por primera vez abriéndose paso en mi cola... una llamada urgente interrumpió mi momento y no tuve otra opción más detenerme y recoger todo... esto NO se va a quedar así...

Esa imagen en el espejo viéndome de espalda con la cola parada y la cabeza adentro la tuve mucho tiempo en mi cabeza…


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed