FENÓMENO CARACTERÍSTICO

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Unos amigos de Pivol vinieron a revisar junto con él los resultados de una encuesta, yo me encontraba en el patio recogiendo algunos objetos, además colocaba algunos adornos alrededor de la piscina. Ellos en la sala privada, sentados alrededor de una mesa con sus laptos y sus libretas de apuntes, Pivol escribiendo y haciendo diagramas en la pizarra, yo de lo más entretenida cuando por la ventana se asomó Pivol para decirme que preparara algo y se lo llevara al estudio. Pensaba que si sabían que tenían una reunión ya la parte de la comida tenían que haberla arreglado, no esperar a que yo les preparara algo cuando estaba en mis quehaceres. Bueno, pero yo también quería comer algo y conocer a un nuevo miembro del grupo de quien tenía muy buenas referencias, fui a la cocina, hice algo que llevé a los galanes.

Me senté al lado del jovencito, giré mi mano derecha hacia él junto con lo cual le dije, "tú debes ser Erci, por lo que tu mujer me ha dicho de ti, es para mí motivo de satisfacción saludarte". Nos dimos un beso tras el cual él me tocó la pierna al tiempo que contestaba, "qué bueno es saber cómo te las llevas con mi mujer, Suby". Uno de los carajos supo agregar, "ponle la mano en la pepita también, pues", mientras Pivol decía, "por mí no hay problema en que Suby y Erci aprovechen el receso para una cogida". Eso no me cayó muy bien que se diga, sé que Pivol no me valora y que Erci es un ligón, pero llegar al punto de insinuarme una cogida porque me dejé tocar la pierna me parece algo jodido, disimulé porque aprecio a Erci.

Después de la reunión Pivol invitó a Erci a quedarse un rato más, nos miramos, él me desabrochó algunos botones de la bata con lo que mis tetas quedaban en guardia para esas manos. Me estaba besando el cuello cuando se abrió la puerta, acababa de llegar mi hija Beora que cuando nos vio a Erci y a mí tan cerca dijo, "carajo mami, esas tetas están paradas, te gusta la vaina". Le contesté que Pivol nos había dado permiso. Mientras ella se metía en su cuarto yo le saqué a mi amigo el güevo que para ese momento estaba bellamente adornado de venas. Nos besamos durante un momento prolongado, Erci me bajó las bragas, el coño se me había inflado un poco, él frotó su glande varias veces en la puerta de mi pepita, se me tambalearon las caderas y también los hombros.

— ¿Sería posible que tu pepita le diera a mi pipe permiso para entrar, Suby?
— ¿Sería posible que empezaras a coger sin tanta pendejada, Erci? Tu verga me ha aumentado el tamaño de las tetas y la pepita.
— Suby te estás tambaleando y eso me pone el güevo más duro, tanto que ni yo mismo sé cómo está tan rígido, tu pepita es tan bella... aaahhhjjj... te mueves mejor que otras carajas...
— Erci tu güevo es todo un monstruo, me está dando algo en los intestinos y en el estómago, es arrecho coger contigo, toda yo... ¡¡¡aaassshhh, aaassshhh, esto es arrecho la forma como me... !!! ¡¡¡me estás jodiendo con tu verga nojoda... aaasshhh, aaaiiisshhh, aaahhhyyy nojoda...
— Esto sí que es lo que yo quiero, esa cuca que me da fuerza en la verga, qué bella eres Suby, qué pepita más especial tienes mi carajita.

Cuando terminamos de coger yo me fui a meter al baño a lavarme para no quedar preñada, pero Erci me haló fuerte por el brazo y me dijo, "deja la pendejada, claro que te llené de mi leche y vas a parir un carajito o una carajita, así que ahora el cabrón de Pivol va a tener un hijo mío". Lo abracé tan fuerte como me fue posible y agregué, "me has dado algo muy valioso Erci, y es que además de cogerme con esa descomunal verga, también me regalas un carajito tuyo, que voy a parir con felicidad para ti". Ahora la vaina se puso más interesante, Pivol nos dijo que podíamos coger pensando que yo no quedaría preñada, en adelante Erci me visitó con aire de jefe sintiéndose con derecho a tocarme la cuca a la vista de Pivol, mirándome con afecto.

Una tarde de esas Beora me dijo sería muy hermoso tener un hermanito proveniente de una cogida fenomenal. Le aclaré, "cuando tu papá me cogió para que tú nacieras también fue muy emocionante, me echó leche en la pepita, en el culo y hasta tuve tragar un parte con la boca porque hacía nacería alguien muy especial". Ella me dijo, "ojalá ya hubiera estado ahí para verlos a ustedes coger y hacer todas esas vainas". Después me contó que algunos carajos también se la han cogido a ella, pero han sido momentos triviales, que ella quería que se la cogiera alguien que la pusiera en la punta del barranco. Le pedí que me contara más detalles de esas cogidas y me mostró unas fotos en el celular donde aparece el güevo de un carajo bien pelado y la cuca de ella mojada de leche.

Después que nació el carajito al que le pusimos el nombre de Gwmar, Beora me dijo que iba a salir a pasear con Erci, no soy tan pendeja para no saber que el paseo es para que él se la coja. Salieron a pasear como a las 7 de la noche y regresaron como a las 2 de la madrugada. Cuando llegó nos fuimos al cuarto y ahí supe que todavía tenía leche en los labios de la pepita, eso fue para que el resto de la noche las dos riéramos de cuanta pendejada y de cuanta mariquera se nos ocurriera. Yo pasándole a ella la mano por la pepita y ella pasándomela a mí, me dijo que cada vez que se reía sentía palpitaciones en el culo. Pero ella si se lavó la pepita para no quedar preñada, hasta nos hicimos mejores amigas.

Por su parte Pivol llego a decirle a Beora, "tengo otros amigos a los que posiblemente conozcas, la vaina está en que si coges con cada uno tu pepita pude perder el prestigio". Ella contestó, "sabes que ya he conocido varios carajos y solamente he cogido con unos pocos, no doy la pepita, así como así". Cuando el carajito tenía unos meses y yo estaba dándole la teta, vino otra vez Erci acompañado de su mujer para cogerme. Acosté al carajito, abracé y besé a Erci y a su mujer, ella me bajó las bragas porque le interesaba ver a su gran carajo cogiéndome. A propósito, se llama Aken, y le dijo a Erci, cógetela cariño, dale toda tu leche y que no se lave, las mujeres sabemos cómo hacer sin lavarnos, necesito ver esto, mi amiga y mi marido frente a mis ojos.

Después Beora y yo fui a su casa y también la vimos cogiendo con Erli, recuerdo que Beora se rascaba la cuca de ver esa pareja. Terminaron de coger y nosotras le tocamos el güevo, ella se quedó desnuda por unas horas hasta el fin de la visita.


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