novam vitam (2)

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Nací en Biafra en 1967 y alcancé la edad de cinco años enfermo, desnutrido y famélico. No me quedaba mucha vida, pero una voluntaria de una asociación de ayuda humanitaria se encargó de mi cuando una mina acabó con la vida de mi madre.

Empecé a ir al colegio y al principio tenía muchos amigos, pero poco a poco se fueron yendo a la guerra. Yo me salvé porque mi madre adoptiva me escondió.

Huimos de aquel lugar, pero nos capturaron unos soldados. Mi segunda madre murió. No contaré cómo fue.

Entonces empecé mi adiestramiento como soldado, hasta que me vio la segunda esposa del comandante y me hicieron sirviente en la casa grande. Tenía suerte, mi vida continuaba.

Soñaba todas las noches con el "novam vitam procurator". Sabía de donde venía, pero en aquel momento aún no entendía que significaba la vida. Tenía trece años cuando acabó la guerra y quede libre.

Entonces empezó el contrabando de todo lo imaginable, sobre todo alimentos. La gente moría simplemente de hambre. Vi las peores atrocidades que se pueden cometer en una situación de carencia de alimentos. Yo lo había vivido.

En mis sueños con el procurator, le preguntaba porque me había enviado a lo peor de la humanidad, a la vida que nadie elegiría. El contestaba que me faltaba humildad y compasión, y que estaba en el lugar perfecto para comprenderlo. Dedica tu vida a ayudar a los demás y tendrás alguna oportunidad para incrementar tu luz.

Comprendí entonces en qué mundo estaba. No dependía absolutamente de mí, estaba rodeado de existencias en movimiento, cambiantes, impermanentes, donde todo está relacionado en un desequilibrio aparente.

Sólo había una forma de vivir en este mundo. Dedicarme a los demás y yo quedar en un segundo plano. Ese tipo de acción, creará una reacción similar hacia mí o eso espero.

Pregunté otra vez en mis sueños y la respuesta no fue la esperada. El procurator dijo que ese "hacer" era falso, que solo esperaba algo a cambio. Y añadió severamente que no se trataba de un negocio ni un trueque. O lo hacía de forma auténtica o volvería a pasar por una vida similar hasta que lo comprendiera.

A partir de ese momento intenté asimilar la vida con otra manera de pensar y de sentir. Ahora soy médico y agradezco al procurator que me haya enviado aquí.

 

 


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