MI DESCUBRIMIENTO LÉSBICO CON MI AMIGA KATUSHA

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Resumen: descubrí ser lesbiana por pura casualidad, con mi propia amiga Katusha.

 

 

     En esta ocasión me gustaría compartir con ustedes una vivencia que tuve muy al comienzo de mi desarrollo sexual, y que dio inicio en mí a dos situaciones que me han acompañado desde entonces: por una parte, el inicio de las prácticas masturbadoras; y de otra parte, el gusto por el sexo lésbico. Mi experiencia con la auto estimulación resulta de una vez que dormí con mi amiga Katusha, y que es dos años mayor que yo. Ella recién comenzaba a desarrollar los senos y yo estaba totalmente fascinada con ellos, y no podía más que mirarlos, y ella no podía más que advertirlo. Dormíamos en la misma cama, y esa noche yo estaba jugando a la "araña" (el mismo principio que jugar al doctor). Yo corría mis dedos hacia arriba y hacia abajo por su cuerpo, jugaba con sus senos, y daba golpecitos a sus pequeños pezones y suavemente frotaba sus labios. Yo no tenía ninguna sensación sexual en absoluto. Estaba tan emocionada jugando con su cuerpo que literalmente me olvidé de mí misma. En un punto noté que ella estaba muy mojada con el estímulo, con mis dedos exploré sus genitales, frotando sus labios y lo que ahora sé, era su clítoris, entonces ella comenzó a temblar y sacudirse. Ella no hizo ningún sonido, pero las sacudidas se hicieron muy intensas, sus caderas montaron mi mano fuerte y rápidamente y sus ojos se dieron vuelta asustándome; no sabía qué hacer ni qué pasaba, excepto que mi mano estaba MUY mojada y ella tenía una sonrisa inmensa en su rostro. Me preguntó si alguna vez había sentido la "ola", como ella la llamaba; yo no tenía idea de lo que estaba hablando, pero sin embargo se excitó mi curiosidad. Ella me contó que iba a encender la luz para que ella pudiera ver y luego besarme en mis genitales. Pensé: “Bueno, suena divertido”. Fue en ese punto que noté una sensación caliente ahí abajo y que mis calzones se mojaban.

     Ella se arrastró entre mis piernas, me sacó los calzones y dijo “¡¡¡WOW!!!” Hablando médicamente, tengo clitoromegalia idiopática (significa clítoris gigantesco sin razones médicas). A los 20 años ya era de 3,8 cm. de largo, y crece hasta un poco más de 5,7 cm. cuando estoy excitada. En aquél entonces era aproximadamente la mitad de pequeño, pero ustedes pueden suponer la GRAN imagen. Mi amiga rápidamente notó lo grande que era el mío, y todo lo que ella pudo decir fue “WOW”. Después del golpe inicial sostuvo mi clítoris entre sus dedos índice y pulgar y retrajo, con un "pop" (así es como se sintió) mi prepucio y expuso la cabeza de mi clítoris. Esa fue la primera vez que mi cabecita fue expuesta, y fue frío en un modo erótico. Entonces estaba mojándome realmente y sentí que mi vulva comenzó a temblar. Me preguntó si estaba lista para el paso siguiente y dije que sí. Cuando puso su boca sobre mi clítoris, el calor era completamente excitante, en pocos segundos mi clítoris hizo un "Pinocho", dobló su tamaño y se puso duro como piedra.

     En un instante sentí una dura erección del clítoris, y junto con eso vino una sensación atormentadora. Cada músculo de mi cuerpo ser endureció como una tabla. No sabía qué pensar, excepto que se sentía REALMENTE REALMENTE REALMENTE BIEEEN. Ella tenía razón, era como montar una ola, llegué arriba y permanecí ahí. Después de alrededor de un minuto tenía la sensación de que necesitaba orinar, entonces paramos y fui al baño, pero no pasó nada. Así que ella volvió a chupar mi clítoris con el prepucio retraído. Esto siguió por al menos una hora. Mi clítoris estaba tan duro que realmente en cierta manera parecía sentirse como que estaba lastimado. Pero me encantaba la sensación que me daba mi amiga. Y durante los días que siguieron la seguí esperando que lo hiciera nuevamente. Alrededor de una semana más tarde estábamos en la tina del baño, y le pedí que me lo chupara. Mi clítoris estaba muy parado y duro buscando su suave y erótico toque, pero nuestros padres estaban apenas en el cuarto contiguo, así que ella no quería hacer eso, en cambio ella tomó mi clítoris entre sus dedos pulgar e índice y comenzó a moverlo hacia arriba y hacia abajo. Con cada movimiento la cabeza de mi clítoris era expuesto y escondido y expuesto por mi prepucio. Era una terrible combinación de prepucio caliente y aire frío acariciando la cabeza de mi clítoris. Y cada vez que mi prepucio se tiraba sobre el glande de mi clítoris, ella apretaba ligeramente aplicando la cantidad correcta de presión erótica. Sentía que esta sensación crecía más y más, mi vulva fluía con jugos y mis caderas comenzaron a girar en sincronismo con sus movimientos. Luego pasó que alcancé la cresta de la ola como antes y esta vez acabé cayendo en un terrorífico orgasmo. Gemí y me estremecí, los dedos de mis pies se doblaron, mi espalda se arqueó e hice literalmente una gran salpicadura. Mi mamá entró rápidamente para ver cuál era el problema, todo lo que encontró fue a nosotras sentadas en la tina con cara de culpa y mi gran clítoris saliendo de entre mis piernas.

     No es necesario decir que nuestro baño terminó inmediatamente y que cada vez que tuvimos que dormir juntas fue en camas separadas. Mi mamá me dijo más tarde que ella sabía lo que había ocurrido, pero que no se sentía mal por eso en absoluto, sólo que mis tíos no eran tan comprensivos y entonces eso no debía ocurrir más con adultos cerca. Ella claramente dejó esta afirmación abierta a la interpretación. Después de eso mis ojos se abrieron, no hice más nada con mi amiga, pero por mucho tiempo me masturbé dos o tres veces por día usando el "método del movimiento". Era una sensación que no puedo parar. Hoy soy francamente bisexual, realmente bisexual, porque prefiero mucho a las mujeres, si bien los varones me encantan. Y es un requerimiento que mis parejas casuales mujeres puedan satisfacerme de la manera que lo hizo mi amiga hace tantos años. La mayoría de los chicos y algunas chicas le temen realmente a mi súper clítoris, entonces les hago saber temprano en mis relaciones que, si no pueden resistir la visión de un “pinocho”, como lo llamo, deben encontrar a alguien más.

     Para los lectores que recién toman contacto conmigo a través de este texto mío, les dejo a continuación mi correo electrónico por si gustan comunicarse conmigo; incluso, sobre todo mujeres, si gustan compartir alguna clase de experiencia personal que no se animan a desarrollar en público, podrán expresarse libremente conmigo, dado que prometo absoluta reserva: careliaarcadievna@hotmail.com


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