Llevo mucho sin escribir, y lo he intentado, pero nada que hubiera hecho merecía ser publicado, hasta ahora.
Soy la administradora del lugar, él es el mensajero, me avisaron que tendría vacaciones y al parecer la noticia no le gustó tanto, 2 días después me dijo lo que venía sospechando, quería cogerme, nunca le di una negativa, pero tampoco que sí, jugué un poco con las conversaciones.
En medio de todo, fotos fueron, fotos vinieron, y me quedé muy emocionada con su pene, y le conté cuando iba a estar en la cuidad, no volvió a escribir, tampoco a llamar, hasta que llegué y le hice saber que estaba en casa.
No es guapo, pero si alto, debe tener 34 años, yo tengo 26, es como una canela pasión, y tiene un abdomen lindo, también mucha fuerza.
Ese día llegó para que lo invitará un café, yo recién me había duchado, tenía puesto un saco un poco grande, y un short de jeans, entro al apartamento, nos sentamos en mi cama y no había café, había cerveza, se tomó una, luego otra, y así, luego se recostó a mi lado, de un momento a otro, sentí como su mano me acarició sube desde la rodilla hasta las nalgas, puso su cabeza en me oído y me dijo.
-Vamos a coger o no?.. me reí entre dientes, y pase mi brazo hasta su pecho, el metió sus dedos por el short hasta llegar a mi vagina, metió los dedos, me moje mucho, y empecé a cerrar los ojos y a gemir, sentía que lo hacía un poco fuerte, no sé cómo me levanté, corrí el short y me senté sobre su gran verga, es enorme, dolió un poco cuando entró, no podía dejar de gemir, trataba de moverme pero me dolía, me quito el saco y me levanté, me puso en la cama, y volvió a penetrarme, esta vez sentí como me quería mover, y encontramos un ritmo, nos besamos, saben, yo nunca me había imaginado besarlo, pero ahí estaba yo, dejándome meter la verga más grande que había visto.
Así llegué 2 veces, cada vez que sentía que empezaba a llegar, el me decía: - si mi amor, llega así, qué rico escucharte llegar, llega... Que delicia fue eso, me quite y le dije que me cogiera en cuatro, me puse, puse las rodillas abiertas y el culo para arriba, su verga me entró tan profundo que me dolió tanto, que los gemidos eran fuertes, me dijo que le gustaba verme sufrir, llegué así, entre el dolor y el placer, descubrí que ese tamaño era un reto, dijo que estaba cansado, nos acomodamos, apagamos la luz y durmió por uno 30 minutos.
En la siguiente termino de contar todo.
Gracias.
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