La Historia de Pilar y Carlos - Un Hombre Llamado "A" (6/6)

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Ante la visión de su mujer gozando, Carlos ya no podía controlarse más, trató de detener sus embates, pero ella no se lo permitió, empezando a moverse y llenándolo de placer. Pilar lo vio y se levantó, quedando sentada ante él, metiéndose el miembro en su boca brevemente, para acariciarlo con su mano hasta que consiguió su explosión que manchó sus pechos y un poco su rostro de semen caliente. Poco a poco Carlos se fue relajando, pero la noche no había terminado, lleno aún de deseo se agachó para besar esos pechos manchados lamiéndolos, mamando de ellos como un niño.

Si mi bebe, toma lo que es tuyo, dijo Pilar acariciando la despeinada cabellera

Carlos seguía en su tarea, para luego subir y llenar de besos el rostro, la mejilla manchada y luego los labios, compartiendo sus flujos y sus sabores, cayeron en la cama, uno al lado del otro, agitados aun, muy juntos.

A se sentía privilegiado por el espectáculo que acababa de ver, la penetración, el sexo fuerte a veces, más pausado otras, quedó impactado al verla a ella provocar que la descarga de semen se diera en su cuerpo, la vio manchada, sin dejar la sonrisa y se sorprendió más aun al ver a Carlos comerse con deleite esos pechos y esos labios. Ese espectáculo provocó su propia eyaculación, cosa que, hasta ese momento, no pensó que fuera posible.

Ahora descansaban uno al lado del otro, parecían dormidos y a pesar de todo lo visto, fue en este momento que se sintió un invasor fuera de lugar al contemplar ese amor que se profesaban, desnudos, dormidos, pero con un brazo de él rodeándola protectoramente. Dudaba que la noche hubiera acabado para ellos, pero no quería ser un intruso. Escribió unas líneas de despedida y cortó la conexión.

Amanecía cuando Pilar despertó, aun en brazos de su esposo, recordó todo lo ocurrido y el motivo y se levantó, dirigiéndose al equipo que parecía haberse apagado. Pensó que quizá A no había visto nada, porque nunca se le ocurrió comprobar si estaba ahí, lo tocó y la pantalla cobró vida.

Pudo ver que fue A quien terminó la conexión y también un mensaje sin leer sobre el que dio clic

“Gracias a los dos por estos momentos, son una pareja maravillosa y es evidente para cualquiera el amor que se tienen. Disfruten de lo que la vida les dé, de sus cuerpos y de su amor”

Pilar rio y pensó que aun tenían tiempo, se acercó a su dormido esposo y sus manos empezaron las caricias.

El sol los encontró amándose una vez más, recorriendo cada parte de sus cuerpos y dándose placer. Pronto volverían a casa, pero ese momento y ese lugar era sólo de ellos dos, ¿o tres?


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