El beso del Diablo (1 de 3)

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                                               El beso del Diablo (1 de 3)

Al llegar a mi casa, cerré todas las puertas y ventanas, apague todas las luces, dejando solo un quinqué  encendido, con la llama al minimo. No quería que nadie supiera que estaba allí. A lo lejos seguía viendo al hombre siendo devorado por las hormigas. Me quede dormida, acurrucada en una esquina de mi habitación. Pasaron los días sin ningún acontecimiento fuera de lo normal. Solo disparos se escuchaban a lo lejos y  un zumbido de chillidos y llantos.  La guerra  estaba bien presente en todo momento. Por la cabeza me rodaban un sinfín de pensamientos, los cuales siempre estaban relacionados con el sufrir de los vecinos de los alrededores. Por mi ventana se veía las personas corres de un lado a otro escondiéndose  de la muerte. De pronto alguien  toco a mi puerta, abrí y era una madre con su hija. Llorando me dijo escóndase vienen a por todos, corra o la cogerán.  Se fue adentrándose al bosque, donde se veían a todos los aldeanos correr hacia la oscuridad. Grite “corran al Castillo de Hierro, estarán seguros hay”. No sé si lo hicieron o no, lo único que recuerdo es levantar las manos, cerrar donde estaban el pueblo en circulo y seguidamente se empezaron a levantar del suelo piedras, lanzándose hacia todo lo que no fuera de la comarca. Al tiempo que el sol se escondía, la oscuridad aparecía y todo ser vivo ajeno  y fuera del círculo iba  explotando como un globo al pincharlo.  Conforme iba caminando hacia el bosque, encontré un bebe llorando, al lado su madre muerta. Lo cogí, depositándolo en un árbol, dejándolo a su cuidado, seguí caminando. Al pasar por unos  matorrales, me percate que había un muchacho escondido, vestido de soldado, llorando, lo mire, me miro dándome pena, tan asustado que estaba en ese momento, le dije no te muevas o morirás, volví cogí al bebe y le dije que permaneciera quieto hasta mi vuelta y seguí adelante. Ahí fue donde descubrir que podía proteger  lo que me rodeaba. Ese día mi pueblo gano la batalla.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

                                                                           


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