El viaje de Amber Suit (2)
Por Luis R.
Enviado el 18/12/2022, clasificado en Ciencia ficción
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...La emanación sigue moviendo el "mala" y a cada vuelta del mismo contabiliza ciento ocho mantras. Sin embargo, a medida que Amber observa, la presencia del niño se transforma y adquiere una apariencia más adulta y femenina.
Está de pie encima de su disco blanco rodeada de fuego que surge del vacío; su vestimenta ligera son unos finos velos que se mueven suavemente como si una brisa los hiciera ondear.
Habla y su voz es más profunda, atrayente, imposible no prestar atención; todo cuanto dice es conocimiento de mi ser, piensa Amber. Se extraña de algo que siempre estuvo en ella y no lo sabía. La Daikini que percibe dudas en la soñadora, le dice que convoque a sus "preferidos" del sueño.
Ni se lo pensó dos veces, llamó a Juanito "El Sabio", entidad de la cultura mexicana que lo sabía casi todo. Apareció andando y traía un jardín consigo; flores silvestres nacían, crecían y se desvanecían a su paso, hongos mágicos y peyotes con identidad propia le seguían al son de su movimiento. El olor de las flores llegó enseguida, acompañado de una voz melodiosa que decía:
"Sigue adelante...adelant...adel..."
y poco a poco el jardín y "El Sabio" fueron pasando dejando una estela de colores y olores disipandose en el espacio.
Sigue adelante, pensó Amber....
La nueva presencia femenina, ya en su aspecto de protectora del sueño como Salgye du Dalma, espera a que toda la escena se diluya y comienza a explicarle que hay tres tipos de dormir:
El dormir de la ignorancia,
El dormir ilusorio y
El dormir de la Luz Clara.
"El primero es como un sueño profundo, es una gran oscuridad, allí no hay nada de provecho para nuestra conciencia. Emana una energía que nos recarga para continuar en la ignorancia. Por eso cuando nos despertamos de este dormir, nos sentimos recargados y listos para continuar sin "ver" nada, ni tan siquiera somos capaces de sentir el sufrimiento de los demás.
La Daikini sigue hablando, y Amber observa que no está sola. Muchas personas escuchan a la 'protectora de los sueños' suspendidos en discos luminosos como el de ella.
El segundo tipo de dormir, continuó, es como una gran urbe donde hay de todo, edificios extravagantes, calles interminables, gentes de todo tipo haciendo de todo: santos, asesinos, maestros. No falta nada, todo puede ocurrir. Es donde existimos cuando no estamos despiertos. Es la gran ilusión. A diferencia del dormir de la ignorancia donde la mente ordinaria se suspende, en el dormir ilusorio uno participa de la ficción en ese estado. Se cree que todo es real hasta que se despierta. Aún así, muchas personas se vuelven lúcidas en ese tipo de sueño y saben que están soñando. Es a partir de este punto donde se puede empezar la práctica de la "Luz Clara" o "Vacuidad".
El tercer tipo de dormir se refiere a la unidad de vacío y claridad. Es la conciencia pura y esencial que forma al individuo. En realidad, la práctica del soñar es secundaria, porque todavía se construye con visiones e imágenes. En la práctica del dormir, no existe ni sujeto ni objeto. Es la conciencia pura, no dual...
Los discos luminosos se balancean lentamente en un espacio sin referencias, hacia todas partes, sin tocarse, solo suspendidos formando grupos, pero también individuos solitarios. Muchos desaparecen, se evaporan sin dejar rastro. La Daikini ya no está y Amber no quiere despertarse, pero todo desaparece y la oscuridad se apodera del sueño. Es consciente de si misma y permanece en ese estado. Es indefinible en la realidad de la vida cotidiana, imposible de nombrar o etiquetar, no se puede decir nada.
Amber se despierta en su celda-habitación cuando los primeros rayos de sol entran por la pequeña ventana, es un amanecer rojo y brillante que contrasta enormemente con los sueños de la noche pasada. Recorre el monasterio y reconoce algunos Lamas, aunque es la primera vez que los ve. Se despide cariñosamente y toma un taxi en dirección norte, sin olvidar su viaje a las profundidades de la cultura Bön.
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