¿CREER O NO CREER?

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Hace unos días que un amigo de la infancia me dijo irreflexivamente: "Yo no creo en nada", haciéndose el eco de una actitud general que está sumida en un sentimiento nihilista. El Nihilismo se caracteriza por la negación de un sujeto acerca  de cualquier idea y creencia, por lo que dicha manera de ser repercute también en uno mismo y en la falta de fe en las posibilidades vitales de los demás, ya que es el ser humano quien en definitiva le da un sentido a las cosas y a lo que le rodea.

Cuando mi amigo al igual que mucha gente expresa no creer en nada esta postura está en relación directa con el discurso, con las enseñanzas de la Iglesia la cual ha  dominado durante milenos a la sociedad occidental, pero que en la actualidad este lenguaje tanto simbólico como mitológico que viene desde la Edad Media y al que se le había dado un sentido bastante literal se ha hecho viejo como todo sistema humano por lo que en nuestro tiempo ha sido imposible de asumir.

Cualquier religión que es fruto de la era rural y cuya palabra significa "religar" a una colectividad en torno a un relato mítico, que emana del entorno y de unos hechos peculiares que forman parte de la cultura de una raza, de un pueblo, si se vincula con el poder político; es decir que el Estado sea confesional como sucedió en mi país hace años, influye a nivel inconsciente en la gente, de igual modo como lo hace la doctrina del marxismo. Yo recuerdo que cuando los domingos iba a la Iglesia del pueblo donde iba a veranear con mi familia para asisitir a un acto religioso, el lugar estaba a rebosar de gente. Mas a partir del año 1966 y sobre todo cuando el Estado dejó de ser confesional, en los templos sólo acuden unos pocos feligreses.

De acuerdo con el pensamiento científico de hoy en día, se busca la historia real de Jesús, y se ha podido ver que se sabe muy poco de este personaje. Aparte de los Evangelios que se redactaron al cabo de 50 años de la muerte del galileo en los que hay un posible 3% de certeza pero un 90% de fabulación llena de contradicciones y cuya mitología se debe a San Pablo, sólo hay una breve información en viejos escritos debido a historiadores de la Antigüedad como son Flavio Josefo, el romano Plínio el Joven - el sobrino de Plinio el Viejo que era un naturalista que murió al exhalar los gases venenosos del Vesubio en el desastre de  Pompeya- y Seutonio. Asimismo como tampoco hubo ningún día de los Inocentes. Por lo que respecta a la madre de Jesús se la ha mitificado siguiendo una antiquísima tradición. En los albores de la Humanidad la gente adoraba a la Madre Tierra, la cual era fecundada por el Padre Cielo con la lluvia y ésta paría al hijo-árbol que daba sus frutos y por tanto alimentaba  al género humano. Mas si el árbol moría, se convertía en semilla y resucitaba de nuevo en otro árbol. Fue el emperador Constantino quien por razones políticas hizo oficial el Cristianismo.

Sin embargo creo que es bueno y conveniente que las personas crean en algo. Quién tiene una sensibilidad tradicional debe de contemplar lo que se llama el "humanismo cristiano" que se sintetiza en la solidaridad y en la ética con el prójimo, que en su tiempo se generó a partir de una gran necesidad social. Pues en realidad esto es lo que da sentido a la vida. Si todos fuésemos egoístas y narcisistas la convivencia general se haría insoportable y duraríamos muy pocos años.

¿Pero creo yo en algo? Pienso que la idea de un Dios creador se debe a un fenómeno inconmensurable que sobrepasa al ser humano y que este no lo puede controlar. El mundo, el universo se hizo de la nada, dice la Biblia. Pero el concepto de nada en el principio del cosmos no tiene el mismo significado que le damos nosotros aquí. Más que una creación divina yo me atengo a un "Eterno Retorno" como el Ave Fénix. A juzgar por lo que se ha ido viendo en el plano científico, es probable que en un lejano ayer hubiese habido otro universo, el cual cerrara  su ciclo y eclosionara quedando reducido en un punto sin espaci-tiempo, en simples partículas elementales; unas ondas-partículas de luz las cuales contuvieran una información cósmica, que al juntarse de nuevo las unas con las otras dieran lugar al átomo de hidrogeno y de helio que es la semilla de nuestro universo. No hay que extrañarse. Se sabe con certeza que este sol que tomamos cuando vamos a la playa, surgió de otra estrella que explotó; y lo mismo sucederá cuando muera nuestro astro rey cuyas partículas atómicas crearán otro sol y tal vez con otro sistema planetario; pues en la vida todo son posiblilidades que se cumplen o no.

Por tanto todos nosotros y el mundo que nos rodea, tiene un fundamento de Energía. Y yo tengo la convicción que todos nosotros somos chispas de una misma hoguera con un marco de probabilidades anímicas para evolucionar, a partir de lo pequeño, de la enfermedad y del error.

Según esta base, me parece un fallo subir a un altar a cualquier deidad o a cualquier ser humano. En el momento en que izamos el altar para venerar a algo, éste es la expresión de un sentimiento egocéntrico de nosotros mismos que conlleva un prejuicio hacia el diferente. "Mi creencia es la verdadera" "Mi paí Ys es el mejor y el tuyo no vale nada".

De manera que yo creo que a estas alturas habría que empezar de nuevo a pensar.

                                                                   FRANCESC MIRALLES

 

 


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