QUARTERS ( Asesino en serie 2 - 3)
Por Merced 54
Enviado el 07/02/2023, clasificado en Intriga / suspense
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QUARTERS
ASESINO EN SERIE (1 de 3)
Estando todos sentados, comiendo el postre, Anaïs le dijo a Luis, que quería entrar en la academia. Tanto Luis como Peter, se pusieron muy contestos, pues durante los años que se escribía con Casi y se veían por internet, llegaron a quererla como un miembro más de la familia. Pasaron los días, Luis arreglo todo, entro en la academia y termino siendo la primera en su promoción, en tiro, pruebas de deporte y lo que tanto temía, saco la máxima puntuación. Su profesor le dijo, eres un lince, tienes una forma de ver todo muy peculiar, eres única en tu promoción.
- Profesor dijo; Anaïs ¿puedo preguntarte algo?
– Anaïs contesto; si claro, dime.
-Profesor dijo; ¿Por qué te llama Luis Castro?
Anaïs lo miro muy seria. El profesor cuando intento disculparse al ver la cara que puso, ella contesto; pues porque dice que soy una roca, que soy muy dura de penetrar. Por eso me llama castro, aunque no me agrade. El profesor se echo a reír y dijo; pues sí, eres como una muralla que no se deja ver lo que piensa, ni cómo va actuar en ese momento, pero no te lo tomes a mal, seguro te lo dice con mucho cariño y se fue riendo.
Luis presento todos los papeles de Anaïs en el F.B.I, terminando llamándola para incorporarse al cuerpo de detectives. Cuando entro por primera vez, Luis la presento a todos y dijo; chicos/as aquí os presento a alguien que se incorpora nuevo en nuestro equipo, la miro, le puso la mano en el hombro y dijo; aquí os presento a Castro y echo una carcajada. Ella lo miro como si lo fuera a matar, pero ya estaba hecho, a partí de aquel momento todo el mundo la conocería por Castro. Todo trascurría normal, aunque a ella, más bien la ponían en las oficinas, pues a ser novata todos temían que de primeras metiera la pata. Un día Luis, le pregunto si le gustaría ir con él, pues había aparecido un cadáver en un parque de niños. Cuando llegaron se percataron de que el cadáver estaba sentado en un trampolín, como si fuera a dar saltos, se encontraba atado, de forma, que con las manos se sujetaba las rodillas. En la boca llevaba una moneda, al mismo tiempo los ojos miraban al cielo, parecía como si estuviera pidiendo perdón. Al rato apareció Peter, llevaba un maletín. Anaïs le pidió si podía observarlo de cerca, quería mirar bien todo, sobre todo la expresión, noto que tenía un olor muy peculiar y se lo dijo a Peter, seguidamente Luis la llamo y se fueron a revisar todos los alrededores. Encontró una adolecente cerca observando lo que estaba pasando. Luis, se acerco, le pregunto y la chica solo le dijo; lo tiene bien merecido y se fue corriendo. Como era menor no quisieron seguirla, ni tomar en cuenta lo que acababa de decir, pero Anaïs, le hizo pensar.
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