Personajes del Arco Parlamentario

Está el burro, el que no tiene idea de nada y además le da igual. Pero también está el que se disfraza de burro y cree que lo sabe todo. En todo caso, los dos son burros.

Está la oveja, que va de buena y tonta; aunque ella cree que su disfraz le protege y puede hacer lo que quiera, en realidad no sabe que está al descubierto. Esconde su cabeza mirando hacia abajo y como ella no ve nada, se cree que nadie la ve a ella.

Está el águila, astuta y despiadada. Es una depredadora sin piedad, a veces también carroñera, oportunista y atenta a la ganancia.

Está el cerdo, dispuesto a comer de todo y ponerse hasta las trancas. La soberbia le puede y no dura mucho.

Está la serpiente; sinuosa, no sabes para dónde va; letal, solo con su contacto te envenena. Cambiante, hoy tiene una piel, mañana otra.

Está la mosca, tocándote los cojones siempre; es su especialidad, por eso se llama mosca cojonera. Su objetivo es no dejarte en paz, te quita de quicio y acabas haciendo cosas impensables.

Está el gallo, siempre por encima de todos, orgulloso, posesivo. No puede haber nadie como él a su alrededor. Se siente como necesario, porque el resto no tiene ni idea. Es un dictador...

Está el lobo, siempre a la expectativa. Lo huele todo, sobre todo los problemas; lo oye todo y ve más de lo normal. Su peor enemigo, otro como él.

Está el loro, el rey de la obviedad; muchos piensan que habla de verdad, pero solo repite lo que oye y cómo habla bien, todos creen que piensa y que también reflexiona.

Hay muchos más... La rata, la sanguijuela, el zorro, la hiena, etc...

Pido disculpas a todos los animales de este relato por si se han sentido ofendidos.