ME BEBÍ UN RECUERDO

De los días, recuerdo todavía,

el verano asediaba y el calor sofocaba,

pero dos bocas bebían el alimento agridulce,

quizás intenso, por una despedida que se presentía.

No fui yo la infiel, ni la que compartía

lechos, viajes, escapadas como huidas.

No fui yo, la que mentía…

Del último día, la emoción me conmovía,

mi mirada renuente, la tuya esquiva,

mi corazón muriendo y mi alma desprendida.

Así pasaron muchos años con mi voz silente…

 pero una noche de verano ardiente,

me embriagué en un recuerdo de aquel cuerpo ausente,

le bebí completa la pasión que me pertenecía,   

le sequé el arrebato de su vehemencia loca,

le calme su piel febril… pero, de pronto,

 la luciérnaga natural ¡Impertinente despertador!

 iluminó el día…

¡Fue un sueño¡, solo fue un sueño perturbador.

Volví entonces, a la realidad …lo sabía…

él, en sueños a veces…  ¡aparecía!

Ana Sabrina Pirela Paz

19-01-2023