La fortuna

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Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
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Hola, me considero un hombre afortunado ahora que cumplí unas de mis fantasías sexuales con una persona muy cercana... sí me refiero a mi vecina

 Nos tocó vivir todos cerca... casas casi pegadas por motivos lejanos a nuestra voluntad ... Ella gordita blanquita de tetas grandes piernas blanquitas y gordas... yo delgado alto con mi pelo rubio mucho más joven que ella, pero igual siempre he tenido el morbo de hacerla mía. Un buen día yo salí al patio en la noche ella sedienta de sexo lo percibo desde hace tiempo su esposo infelizmente murió hace algunos meses… me percaté que ella estaba en el lavado de su casa con una bata muy corta, no tenía brasier, solo se le notaban esos pezones parados y ricos por encima de su bata. No me podía controlar la mirada solo me acerqué un poco y rocé suavemente sus nalgas... no lo podía creer me atreví a eso. Ella solo me miró y me dijo:

- oye que hiciste?

- nada vecina solo me tropecé.

Ya el daño está echo Rocé esas nalgas ricas y sentí un empalme de verga inmediato. Ella lo notó. No podía creer como reaccionó ella, al momento se me acercó, se me puso de espalda y empezó a rozar sus nalgas de mi verga. No lo podía creer. Ella no decía nada... poco a poco subió su batica y vi ese hilo dental metido por sus nalgas. Ella se arrimaba más y yo pensaba que me venía, pero me aguanté. El sitio estaba oscuro y húmedo. Me decía:

- sé que me espías y me miras desde hace rato, tampoco puedo negar que quiero y necesito una rica verga, pero no hagas buya, solo cógeme cómo tú quieras.

Esas palabras me terminaron de encender, me puse a mil. La volteé, le agarré y le chupé esas fichas tetas... La subí a la lavadora que estaba en un lugar más oscuro... le abrí bien las piernas mientras ella gemía. Solo la quería bien caliente, pasé mi lengua muy delicadamente por sus piernas subiendo hacia su coño. Con su panti.. solo lamía su bikini ella cada vez más húmeda... Solo me pedía sexo... Le separé un poco el bikini y le metí mi lengua dentro de su rajita, sus líquidos eran exquisitos. No podía parar, increíble ella acabó en mi boca y mi lengua. No me pude contener y allí mismo en esa posición le metí el pene bruscamente, la bombeé y le di y le di cada vez más fuerte. Ella no podía dejar de gemir. Me dijo sácalo si te vienes. Le hice caso para evitar un accidente. Y le dije que le quería echar la leche en las tetas... me dijo no... Se agachó y me dio la mamada de mi vida... y se tragó toda mi leche.

No podía creer lo que había pasado. Ahora nos tratamos normal. Sin ningún compromiso. Somos muy buenos amigos... y de vez en cuando nos complacemos.


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