MI AMIGO EL SACERDOTE

Manuel estaba cansado por lo que sentó en un banco del parque, de pronto vio a un viejo amigo del instituto llamado Pawel, que era de origen polaco y a quien no veía desde hacía mucho tiempo, ya que se había ido fuera de la ciudad para estudiar en el seminario, surgiendo entre ellos la siguiente conversación:

-Hola Manuel hacía mucho tiempo que no nos veíamos.

-Si padre desde hace por lo menos cuatro años.

- ¿Cómo te han ido las cosas Manuel?

-Bastante bien llevó tres años trabajando en unos grandes almacenes y me acaban de renovar el contrato.

-Manuel ya sabes que soy bastante sensible y que a veces tengo facilidad para predecir el futuro. Te veo en estos momentos en dificultades, por lo que te aconsejo que reces tres avemarías todas las noches para que la virgen pueda ayudarte.

-Le haré caso padre, ya que le conozco desde el instituto y tengo que reconocer que tiene facilidad para todo lo relacionado con estos temas.

-Es verdad Manuel y también te recomiendo que aceptes a Jesucristo para que te acompañe en tu vida diaria y venga a vivir en ti. Él te guiara por el buen camino y no olvides de leer la Biblia que mantiene escrita la palabra de Dios para que te conduzca a la eterna salvación.

-Trataré de seguir sus consejos padre, aunque no siempre es fácil seguir la doctrina de la Iglesia.

-Bueno Manuel me tengo que ir, ya que tengo misa dentro de una hora en otra parroquia espero que mis palabras puedan ayudarte.

-Hasta luego padre gracias por todo.

Unos meses después, Manuel tuvo un periodo de mala suerte, ya que conoció a gente mala, por lo que no le quedó más remedio de seguir los consejos de su amigo y gracias a ellos poco a poco va saliendo de todas las dificultades.