EL PITO ATADO.

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    La escuela de mi pueblo carecía de servicios, los chicos esperábamos al recreo para ir a mear a la calle, y las chicas a un edificio derruido para librarse un poco de las miradas indiscretas. Lo hacían con la rapidez del rayo al no usar ninguna bragas
    Los chicos lo normal era convertirlo en un juego o competición. A partir de una raya en una cuesta abajo se competía meando y ganaba el que más lejos llegaba con su meada.
     La competición era dura y a veces se hacían cosas extrañas para quedar campeón, como  beber más agua, resistir más tiempo sin hacer pis etc. Cada uno ponía en práctica su invento particular, probando cada vez un método distinto.
    Cierta vez uno llego al limite al tener una ocurrencia peligrosa, Se hizo un atado en la cola con un hilo para no dejar salir el pis, lo que provocó que su cola se pusiera como una morcilla de burgos y quitar el hilo se convirtió en una tarea imposible. 
    Con miedo a una zurra si se presentaba en su casa no quería ir y cada vez se le hinchaba más y más, provocando admiración y risas entre los competidores.
    Al intentar cortar el hilo con una navaja no fue posible, él lloraba de dolor y los compañeros sin saber que hacer para solucionar su problema.
    La maestra notó nuestra ausencia y mando a unas chicas para averiguar qué pasaba. Nada difícil al estar el campo de practicas, al lado de la escuela.
     Por vergüenza el chico no quería decir nada de su hinchada colilla. La quería esconder pero no podía y las chicas contemplaron ese globo y  entre risas lo comunicaron a la maestra.
    La maestra se presentó en el escenario con unas tijeras, y a duras penas cortó el hilo entre
la guasa de todos los alumnos y alguno/a se le escapó el pis de la risa.
     Al cortar el hilo su meada salió más larga que nunca, salpico a la maestra y llegó más lejos que nadie había llegado, proclamándose campeón por mucho tiempo. Nadie le disputó el puesto de número uno. Es el campeón más longevo del pueblo en esa modalidad.
    Esa fue la ultima competición que se celebro sin arbitro. fue prohibido el atamiento del pito.
    En el pueblo solo había un cole, chicas, chicos grandes y pequeños todo un revuelto de edades, sin exámenes ni nada parecido a lo de ahora, sin faltas a clase,  sin aprobar ni suspender en nada, el más listo era el que más sabía de religión, cuando preguntaba algo el cura. Era el que de vez en cuando pasaba por la escuela, para preguntar algo de religión.
    Ya se pueden figurar el mote que le quedó para toda su vida al que se ató el pito (El mea maestras) Titulo que ostenta hoy en día.
    El protagonista no fui yo a pesar de participar en dichas competiciones y ganar alguna que otra vez. Sigo sin tener una medalla acreditativa de mi participación en dichos campeonatos.
    No creo que el lea la historia, si la lee le mando un cariñoso saludo.
Hasta la próxima.

 

 

 


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