LA MALDICIÓN (1-3)

Por
Enviado el , clasificado en Fantasía
423 visitas

Marcar como relato favorito

                                                    LA       MALDICIÓN 

                                                             (1-3)

 

Sentía  una  rabia  inmensa. Solo  pensaba; si  salgo  de  esta, yo  mismo  matare  a  esa  vieja  con  mis  propias  manos. Hare  que  el  dolor  que  sienta en  ese  momento, sea  lo  que  menos  le  preocupe.

Sin  ser  cociente  en  ese  preciso instante  de  lo  que  le  venía  encima. Pues su  mente  estaba  distraída,  imaginando  que  le  aria  a  esa  mujer  una  vez, la  tuviera  delante  de  sus  narices.

 Advirtiendo  y  empezando  poco  a poco  a  presentir, que  algo  estaba  otra  vez  a punto  de  ocurrirle, empezaba  a  sentirse  inquieto. Se  encontraba  dormido, daba  la  sensación  que  estaba  tumbado  en  algo, no  muy  blando. Le  picaba  la  espalda, deduciendo  que  podía   encontrarse   encima  de   plumas  o  paja, aunque  todavía, no  lo  tenía  muy  claro.

De  pronto escucho  una  voz  que  decía;

--- Nos  ha  fastidiado. En  este  momento  y  de  esta  manera  no  nos  sirve. Recuerda  que  a  nuestro jefe, las  quiere  limpias.

Sintió  que  no  se  podía  mover. Tenía  calambres  en  las  piernas. Le  dolía  la  espalda  y  tenia  nauseas. Notaba  que  estaba  dormido, pero  sentía  como  se  le  retorcía  algo,  un  poco  más  abajo  de  la  barriga.

Poco  a  poco  empezó  a  cobrar  conciencia, percatándose, que  era  una  linda  muchacha, notando  como  si  se  orinara .Pues  se  notaba  mojada. En  ese  instante, entro  dos  hombres,  diciéndole;

--- Prepárate, pensaba  que  te  ibas  a  librar, pero  se  nota  que  el  jefe, no  tiene  escrúpulos. Seguidamente  se  echaron  a  reír.  Aparte  te  aconsejo  que  te  portes  bien, pues  recuerda  que  tenemos  a  tu  madre  y  hermanos  con  nosotros.

Haciendo  memoria, pensaba  en  una  ocasión  que  él  fue  anfitrión, donde  cogieron  prisioneros  civiles  en  un  poblado, seguidamente  pensó  descartándolo; ¡no! esto  no, sería mucha  coincidencia, seguidamente relajándose y borrando ese  pensamiento  de  su  cabeza.

Se  miro, vio  que  era  una  joven  de  unos  14  años, más  o  menos. Se  toco  los  pechos  y  pensó; esta  chica  los  tiene  guapos. Después  miro  su  figura  y  dijo; bueno  es  delgada,  no  tiene  mucha  carne  donde  agarrar. Bajo  su  mirada  a  las  partes  más  intimas  de  la  chica, notando  que  tenía  el  periodo. Dándose  cuenta  de  donde  venían  esos  dolores  tan  raros. Diciendo;

 --- ¡vaya!, hasta  esto  me  ha  tocado, ¡que  mierda! Y  qué  asco  da ( haciendo  al  mismo  tiempo, un  movimiento  con  la  cabeza).

Volvió a  entrar  una  mujer. La  llevo  a  un  rio, que  se  encontraba  cerca. La  mandaron  que  se  lavara.  Le  dieron  ropa  limpia, llevándola  de  regreso a  una  aldea  de  tan  solo  una  docena  de  viviendas,  hechas  de  troncos  de  madera  en  lo  alto  de  las  montañas, en  medio  de  un  bosque. Se  notaba  que  eran  guerrilleros  o bandoleros. Miro  sus  alrededores  y  reconoció  enseguida  el  territorio. Pues  no  hacía  mucho  tiempo  que  estuvo  en  ese  mismo  lugar. Dándose  cuenta  que  estaba  seguro  se  encontraba  en  la  Sierra  Morena (España). Había  estado  en  una  acampada  de  vacaciones  con  un  grupo  de  amigos, antes  de  empezar  la  guerra  de  su  país.    

 

 

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed