Un sexagenario - parte dos -

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Les conté como el Señor Juan se había aprovechado de mí y me había hecho sexo anal en la oficina, fue un placer sentir ese hombre sobre mi espalda por más de cuarenta minutos, su perfume y palabras al oído me cautivaron al punto de no poder negarme. La segunda vez que tuvimos sexo fue cuando un día feriado por la mañana, nos trasladamos a unos diez kilómetros de la ciudad por la carga en un camión.

Llegamos al lugar , bajo unos árboles sobre la ruta Don Juan  y yo en su camioneta color negra con vidrios polarizados, en un camión mi novio (ex ahora) y allí estaba otro empleado con el camión roto, una vez allí y luego de realizar el inventario a unas mercaderías, mi novio y el otro chofer se quedaron ablando y con don Juan fuimos a su camioneta, hacía un calor infernal el puso el vehículo en marcha y encendió al aire acondicionado, a los cinco minutos mientras yo miraba unos papeles comenzó a hablarme y decirme que rico había estado todo en la oficina la otra vez, que lo había disfrutado (yo solo lo miraba) mucho aunque le había dolido por mi estreches, comencé a reírme entre dientes, cuando comenzó a tocarme el muslo -  mi uniforme era el mismo de la oficina – no Juan nos pueden ver.

Él ni se inmuto y tomando mí mano se la llevo a su pene, que ya estaba a mil y fuera de su pantalón

Juan tócala corazón es toda tuya

Yo, no Juan nos pueden ver

J, de afuera no se ve

Apreté esa verga grande y gruesa al momento que el encontró mi vagina súper caliente, mi pollera bien levantada no oponía oposición a sus manos

J, chúpamela ven

Yo, no está loco

Pero tomo mi cabeza y la hizo bajar hacia ese pedazo de carne grueso y duro, no tuve más negativas y comencé a mamársela

Luego de uno minutos dos de sus dedos sacaban el mejor gemido de mí,

Cuando vemos que se acerca un chofer (no mi novio) y rápidamente nos acomodamos la ropa, este le pregunta algo, él le contesta y luego le dice – voy a estacionarme bajo de aquel árbol acá hace mucho calor – 

Si Señor en un ratito minutos terminamos

Se estaciono a unos cincuenta metros, dándole la culata a los dos camiones, y si seguro que nadie vería nada, allí y un poco más tranquila proseguimos con nuestro toqueteo, se la mame un ratito más y luego me dice 

J, voy a correr el asiento para atrás y te voy a coger

Yo, no estás loco nos pueden ver

Pero no le importo corrió el asiento, me quite la bombacha, y se acomodó despacio hasta que me la metió de golpe, gemí cuando entró, pero después me deje llevar, no irían diez minutos que salió rápidamente de mí y se acomodó, viene alguien.

Me baje la pollera y era mi novio, Juan se bajó de la camioneta hablaron y luego mi novio vino a despedirse, nos dijimos algo y fue un beso y chau.

Nosotros con Don Juan salimos primero que ellos

J, estás caliente todavía corazón.

Yo, sí.

J, seguimos.

Yo, y ellos.

Entonces acelero el vehículo y unos kilómetros más adelante en una curva entramos a un motel, ingresamos a la habitación pago y a coger mientras nos desvestíamos cuando escuchamos el sonido de los camiones en la ruta,

Don Juan disfrutaba de mis tetas y cuello y yo solo pensaba en el pedazo de carne en mi vagina, cogimos en diferentes posiciones y fue riquísimo.

La tercera es mejor (julric21@hotmail.com) escribirme si te gusto esta.

Nos vemos espero tu mensaje.


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