Por la deuda fui presa de una pasión

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Todo ocurrió tan rápido que en esa noche comencé a ser su esclava, sin saber que lo sucedido me ataría hasta hoy.

Soy una mujer de 28 años, casada, de estatura normal y cuerpo, ojos claros, mi vida es de esas normales con situaciones parecidas a la de cualquiera, en cierta ocasión pasamos como toda familia por momento económico apremiante.

En una de esas noches frías de invierno, mi esposo tuvo que trabajar el es viajante, así que quede sola en casa, cabe mencionar que tengo un sobrino el cual es hijo del hermano de mi esposo y además mis suegros Julio y Marta.

Mi suegro es un hombre fornido, de brazos fuertes y manos grandes, pero muy gentil. Esa noche vinieron a casa mi suegro y mi sobrino para traer unos bártulos que necesitábamos y de paso los invite de pura gentileza a cenar.

Cabe decir que hacia un tiempo que mi suegro me miraba con ojos de lascivia, desde que en el verano fuimos de paseo a un camping y me vio en malla y yo lo vi en yort, el cual dejaba notar un aceptable trozo de carne debajo de la tela mojada, el cual nunca me había llamado la atención hasta este viaje, y la noche de verano, cuando fui a su casa a llevarles algo que me había pedido mi suegra y al ingresar por la parte trasera de su casa. patio – Julio mi suegro estaba clavando a Marta mi suegra contra la mesa de la galería, ella gemía a cada estocada de Julio, me quede con la boca abierta al ver a aquel hombre arremeter contra ella totalmente abierta, mi suegra solo pedía más y gemía hasta que acabaron, lo que me llevo a una masturbación cuando en casa dado la falta de sexo con mi esposo.

Siguiendo con esta noche de invierno y luego de cenar fui a la cocina para lavar los platos y muy gentilmente Julio me acompaño, ya habíamos estado hablando de nuestra economía y le dije que necesitábamos cierta cantidad de dinero. Ya en la bacha lavando Julio me dijo que podía ayudarme si yo era discreta porque no quería perjudicar a su hijo.

Yo, si claro Julio no se preocupe-

El, mira que es algo muy importante, que solo queda entre los dos-

Yo, pero sí que es, soy una tumba-

El, bueno, puedo darte un beso, me calientas y lo sabes, aparte te vi cuando nos miraste cuando cogí a tu suegra y no dijiste nada, sé que te gusto, ¿te masturbaste?

Quedé absorta no sabía que decir ni hacer, entonces el apoyo su mano en mi vientre e inclinándose me beso, lo quite con fuerza, pero sin decir nada.

Lo que separa el comedor de la cocina es una cortina de tela, esta impedía que mi sobrino nos viera, pero nosotros si podíamos verle a él, y él estaba en full en la play.

Yo, Julio por favor.

Pero el me abrazo con fuerza y me beso, dejándome sentir su verga entre mis piernas, aferrándose a mis nalgas

Yo, Julio por favor, espere esta su nieto.

El levanto mi vestido con una mano a la vez que con la otra me acariciaba la conchita que hervía de calor.

Tomo su mano y se la llevo a su entrepierna, al momento que sacaba su verga y la coloco en mi entrepierna.

Espere Julio, ya estaba caliente, pero fui al comedor y le dije a mi sobrino, que íbamos a tomar un café en la cocina, que siguiera jugando y volví,

Ahí estaba Julio esperándome, me abrazo llevándome hasta la bacha de la cocina, me tomo de las caderas, estaba enarbolado, solo tuve que abrirme un poco correr mi tanga y apenas apoyo su cabeza en mi vagina, su verga se deslizo suave y profundo dada mi calentura y súper lubricada entrada, me mordí para no gritar y gemir, el tapo mi boca con su boca introduciendo su lengua hasta el fondo.

La verga había entrado hasta el tronco, la tiene más grande que mi marido, no pensé que me entraría tan fácil, la sentí en la garganta.

El, amor esto es por el préstamo, es un regalo el dinero, no te preocupes.

Yo, siiiiii, buueeenoooo, hahahhahha.

Él, no le cuentes nada a mi hijo.

Yo, noooo noo hahhahah.

Al tempo de la cogida espectacular.

El, tomas pastillas, quiero acabar.

Yo, siiiii Julio, siiiii.

Y aferrado a mis nalgas con sus manos fuertes, comenzamos a acabar, y mientras lo hacía me levantaba del piso a cada embate, es más alto que yo.

Fueron 20 minutos de vaivenes, que cogida y que buena verga.

Si te gustó esta primera parte, comunícate (julric21@hotmail.com) me gusta saber tu comentario.


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