Milagros de verano

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Aquí sentado en un banco revoletean certezas, se impregnan de dudas resueltas y florecen en ambiguas decisiones. En ocasiones arbitrarias sí, otras son el fruto de la dilución de un ser pensante.

 

Mientras allí arriba el sol acaricia mi piel, ha salido en busca de una abrasión descontrolada en este extraño abrazo, mientras tanto una brisa sigue siempre viajando

Aquí sentado en un banco revoletean certezas, se impregnan de dudas resueltas y florecen en ambiguas decisiones. En ocasiones arbitrarias sí, otras son el fruto de la dilución de un ser pensante.

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Mientras allí arriba el sol acaricia mi piel, ha salido en busca de una abrasión descontrolada en este extraño abrazo, mientras tanto una brisa sigue viajando siempre a su ritmo viajando en busca de un último aliento. Da cobijo a la frescura casi inexistente de un verano descontrolado.

 

Bajo una curiosa coyuntura térmica las horas pasan bajo la incertidumbre del tiempo libre. Se estiran aletargando una noche que despierta entre horas más tímidas. El crepúsculo ha quedado empequeñecido ante el imperio del Sol.

 

Por lo visto aún quedan entresijos de la primavera en unas flores de edad avanzada. Algunas se plantean incluso cabizbajas "¿qué será de mí?" ante un incertidumbre y próximo otoño. Otras han decidido mirar al verano con la dignidad de la vida a pesar de los pocos meses restantes, luchan por disfrutarlo y abrirse a los milagros del verano.en busca de un último aliento. Da cobijo a la frescura casi inexistente de un verano descontrolado.

 

Bajo una curiosa coyuntura térmica las horas pasan bajo la incertidumbre del tiempo libre. Se estiran aletargando una noche que despierta entre horas más tímidas. El crepúsculo ha quedado empequeñecido ante el imperio del Sol.

 

Por lo visto aún quedan entresijos de la primavera en unas flores de edad avanzada. Algunas se plantean incluso cabizbajas "¿qué será de mí?" ante un incertidumbre y próximo otoño. Otras han decidido mirar al verano con la dignidad de la vida a pesar de los pocos meses restantes, luchan por disfrutarlo y abrirse a los milagros del verano.

 


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