Primer intercambio de esposas Parte 1

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Bueno, ya la puerta sexual estaba muy abierta entre mi esposa y yo. Tríos con nuestro amigo Gustavo y con mi ex novia Patricia y mi ex amante Alicia... era momento de avanzar un poco más. Así que con Victoria empezamos a pensar en quiénes podrían ser los mejores candidatos para intercambiar. No queríamos a cualquiera, ni a extraños (somos muy conscientes de nuestra seguridad y de la salud y la higiene). No somos promiscuos y no lo hacemos con cualquiera sólo por estar calientes. Sabemos que es algo muy serio e importante y que es muy fácil arrepentirse después por un error causado por las hormonas o por un momento de locura y calentura. Para nosotros el sexo es algo muy especial en nuestro matrimonio y por lo tanto lo debemos cuidar y consentir y desarrollar con toda nuestra inteligencia emocional. Entonces hicimos como una "lista" de cosas que queríamos de la "otra" pareja, tanto en conjunto como individualmente.

No queríamos ningún problema, ni en el momento del intercambio ni después. Así que lo primero era encontrar a una pareja en donde ambos fueran sensatos, maduros, inteligentes, estables, seguros de sí mismos, con una alta autoestima y que como pareja fueran muy seguros y sin inestabilidades emocionales ni matrimoniales. Que quisieran tener sexo con nosotros por nuestras mismas razones y no por llenar "vacíos" en su relación o buscando satisfacer deseos sexuales que su pareja no les cumplía. Que quisieran intercambiar siempre juntos y en el mismo cuarto y cama, y que estuvieran muy seguros que nunca podría haber nada sentimental o confundir sentimientos de amor con los sexuales. Que gustaran de la adrenalina del sexo y que ambos AMARAN ver y compartir a su pareja con alguien más. Sin celos estúpidos o inseguridades y que fueran desinhibidos y sin tabúes. Y un punto muy especial es que no fueran religiosos o tuvieran mentalidad "moralista" y farisea. Victoria y yo somos ateos y por lo tanto gozamos de nuestra libertad, así que sería muy bueno que la otra pareja también lo fuera para que no hubiera estupideces como "remordimiento" o "mala conciencia" o "arrepentimiento" ni mucho menos el concepto de "pecado".

El físico, la edad, la posición económica o cultural no nos importa en nada, lo que exigimos en este tipo de relaciones es muchísima educación y respeto, y saber y aceptar que "no es no" y que las mujeres siempre tienen la última palabra de qué sí y qué no. Que los hombres sean caballerosos (lo que no implica que no sean muy calientes) y respetuosos y que ÁMEN de verdad a sus parejas y hagan esto para COMPARTIR con la pareja y no sólo por placer individual. Por supuesto que un físico atractivo es un extra, pero nos calienta más la personalidad, el carácter, la educación y la inteligencia de una persona. No importa si son gorditos, altos, chaparros, flacos, moremos o rubios. No nos importa el tamaño de las vergas ni de las tetas, las nalgas, etc. Al contrario, preferimos personas con cuerpos normales (con gorditos, arrugas, manchitas, etc.) pero que amen sus cuerpos así como son, y que los luzcan y estén orgullosos de ellos. Sin complejos. Por eso preferimos personas maduras, parejas con la edad y la experiencia que les permita disfrutar del sexo sin ataduras. Además, que tanto el hombre como la mujer sean activos y participen en el placer de todos. Que los hombres no quieran sólo satisfacerse a sí mismos sino que su objetivo primario sea el placer de la mujer. Y que ellas sean femeninas y muy seguras de sí mismas y de sus cuerpos y que sean desinhibidas y sin falsas y estúpidas timideces o hipocresías. Si alguien es caliente, debe demostrarlo y estar orgulloso de su líbido y de su capacidad de tener sexo. Sabíamos que debíamos encontrar a una pareja con la que nos identificáramos mucho y que entre ellos se notara que había una comunicación, una confianza y una honestidad total como pareja. Que supiéramos que sus ideas eran igual de liberales a las nuestras y nada conservadores (Victoria y yo, en nuestros grupos de amistades y familia, somos considerados "ovejas negras" y muy diferentes y liberales en lo que hacemos y opinamos en cualquier tema. Somos más del tipo "hippie" de paz y amor y sexo y rock and roll). Y mejor si fueran bi o por lo menos abiertos a experimentar con total libertad.

Con Victoria buscamos por varias semanas, que casi fueron dos meses... y nada. Analizamos a amigos y hasta familiares (sabiendo que podría haber dificultades por la cercanía y la familiaridad, pero era el primer círculo donde se nos ocurrió buscar porque así sería más fácil "analizar" a los candidatos por ser nuestros conocidos). Incluso buscamos en Internet y muy rápido nos dimos cuenta que en esas páginas el 99.99% son perfiles de hombres insatisfechos que mediante engaños quieren conseguir sexo con alguien más y llenar los vacíos que tienen en sus matrimonios. Y que la mayoría de perfiles de mujeres o de parejas son falsos... y de ese tipo de hombres sexualmente disfuncionales que rechazamos. Y definitivamente decidimos que NO era la forma de encontrar lo que queríamos.

Un día, Victoria se reunió con un grupo de amigas con las que había estudiado en el colegio. Fue de esas reuniones normales entre mujeres. Con algunas, Victoria seguía teniendo contacto cercano mientras que a otras tenía muchos años de no verlas. En la reunión estaba Sandra. Victoria y Sandra eran amigas, pero no muy cercanas, pero tenía un carácter muy agradable y a Victoria le dio mucho gusto volver a verla después de algunos años de no saber de ella, así que la mayoría de la plática de dos horas fue con ella. Una mujer muy agradable y recordaron sus tiempos de juventud. Sabíamos que se había casado con su novio de siempre, Miguel, que ya era conocido por Victoria y lo recordaba como un hombre agradable, no muy atractivo, pero de una personalidad bastante jovial y muy educado.

Victoria no es que fuera dispuesta a "evaluar" a sus amigas para tener sexo, pero sí pudo notar "algo" en Sandra cuando platicaban, e hicieron clic inmediatamente y hasta podría decirse que por la forma de interactuar eran amigas íntimas desde hacía muchos años. Victoria quedó encantada con Sandra y decidieron volver a estar en contacto y seguir con la amistad de juventud. Sandra no me conocía más que por lo que Victoria le contó.

Al día siguiente Sandra llamó por teléfono a Victoria y después de platicar un rato, la invitó a su casa para el jueves siguiente. A tomar café. Victoria estaba encantada y feliz, y se lo hice notar. Y por supuesto que los dos nos dijimos que quizá la oportunidad de intercambiar con Sandra y Miguel fuera una excelente opción.

Como Victoria se tomó selfies con sus amigas y especialmente con Sandra, pude ver que era una morena no muy atractiva de cara, pero con un cuerpazo de infarto. Tetas grandes como las de mi esposa. Usaba ropa muy femenina y apretada y una falda muy corta y sus piernas se veían largas y fuertes. Deliciosa.

Continuará...


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