La esperanza de uno, es la vida de otro (1-1)
Por Merced 54
Enviado el 27/09/2023, clasificado en Varios / otros
512 visitas
Era la hija de un empresario millonario de Dublín (Republica de Irlanda). Se llamaba Eva. Creció fuera del núcleo familiar. Nunca conoció a su padre. Su madre murió en el parto, dejándola al cuidado de sus abuelos. Los cuales, nunca habían oído hablar del hombre, que dejo a su hija embarazada, ni nunca lo vieron. Todo fue llevado, en el máximo secreto y con el conocimiento, solo de la pareja. No pudiendo dar aviso al padre de la criatura, en el momento de su nacimiento.
Paul, que así se llama el empresario, en sus tiempos de juventud, era un muchacho un poco, promiscuo. Le gustaban las jovencitas. Sus preferidas eran castañas y ojos azules, pelo rizado. Era ver una joven con estas características y automáticamente su vista, se encontraba persiguiendo a la joven. Ya no había nada mas, en ese momento para que se distanciara de la mujer que veía. Solía estar tres meses con ella y terminaba enfriándose, desanimándose de la relación, poco a poco hasta dejar de tener interés en ella, dejándola, al poco tiempo sin volver a verla jamás.
Sus abuelos eran de un poblado de la india. Muy pobres, decidieron ir a Dublín para poder darle a su hija un futuro. Unos estudios y una oportunidad de ser alguien en la vida, respetada y aceptada, cosa que de donde venían, eran unos de tantos ciudadanos olvidados por los gobernantes de aquel país. Vendieron todo lo que tenían, poniendo una pequeña tienda a las afueras de Dublín. Con la suerte de que terminaron agradando el negocio y llegando a tener, algunos ahorros guardados para una urgencia.
Con el paso del tiempo Paul termino los estudios. Su padre murió, dejándole el negocio, ya que era hijo único. Su padre antes de morir le hizo prometer que tendría descendencia para que siguiera todos los negocios en la rama familiar. No le pidió que se casara, tan solo que tuviera hijos. Pero lo que nadie en su familia sabia, era que como había estado con tantas mujeres, termino cogiendo una enfermedad de trasmisión sexual, causándole la infertilidad para poder tener descendencia.
Las jóvenes, les perseguían, lo buscaban y incluso más de una, intento cazarlo para unirse en una vida matrimonial. En su círculo, era un muchacho muy cotizado. Yo diría una presa forjada de oro, por los bienes que su familia disponían en ese momento, llegando a ser suyos con el tiempo, como único heredero.
Su pelo era negro azabache, con unos pequeños rizos ondulados, que le deba un toque de masculinidad. Donde era muy difícil, pasar por su lado y no quedarse fijamente mirándolo. Sus ojos era color caramelo. Un marrón muy peculiar y muy difícil de ver en los ojos de los humanos. Su figura era de una atleta. Le gustaba mucho el deporte, sobre todo, corre, la jabalina y su tiempo libre lo dedicaba a jugar a la ajedrez con los más ancianos. Decía que era una forma de intelectual con los más sabios y aprender de los más mayores.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales