Un nombre, un sueño

Un nombre en un sueño

y un puente

que se inclina al aroma de un gemido

en un solo compás de viento...

Atrévete a robarme un beso y  

lo versaré con fuego.

Pero no te atrevas

a robarme un sentimiento...

Que mis sentimientos son reino y cielo

y dueña soy de sueños desnudos,

de árboles rojos y

plateadas olas de placer y sombras.

Atréveme a robarte la piel,

en caricias de miel y carmín

Pero no te atrevas

a robarme la mirada de un amanecer.

Soy dueña de un suspiro,

y de aquella esquina de mi cuerpo

que nubes vestía

de la almohada el sueño.

Por eso, tú, no te atrevas

a negar la esencia de mi alma

donde ayer

dejabas

tu letra adormecida.

©Serendipity