Mi esposa comparte mis fetiches y le encantan. Fetiche 1

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Como todo ser humano tengo fetiches sexuales, y son muchos. Y los tengo porque soy normal- muchas fantasías y deseos sexuales (muchos los he realizado, otros los quiero hacer y otros se quedarán en el tintero). El sexo ha sido uno de los pilares de mi vida y ni escondo ni me avergüenzo, mucho menos me arrepiento de mi sexualidad tan activa y profunda (seguramente ser ateo me hace ser libre sobre el sexo). Respeto las escogencias sexuales de los demás (siempre que no dañen a nadie de ninguna forma) y sí exijo respeto a lo que pienso y hago, y a mi forma de vida.

Desde muy joven tuve pleno acceso a mucha información sexual y quise hacer aquello que me llamaba la atención o que me gustaba, sin poner etiquetas a nada ni a nadie. Cuento esto porque esa sexualidad la pude practicar yo sólo y también con las parejas que he tenido en mi vida. Con todas mis novias tuve sexo desde el inicio y siempre fue muy intenso (lo que me hizo tener relaciones y sentimientos muy profundos con ellas). No fui igual con todas, al inicio tenía más sexo del tipo "convencional" pero conforme iba conociendo y teniendo más experiencias, las fui "compartiendo" con mis novias. Y tuve la gran suerte que ellas las aceptaron e incluso participaron en forma activa y voluntaria; y esos noviazgos siempre terminaron por circunstancias ajenas al sexo que teníamos... es más, algunos duraron más de lo que debían precisamente por el sexo grandioso que teníamos. Y me gané el mayor premio de la lotería cuando me casé con Victoria, que es una mujer igual o a veces más caliente que yo. Y mis fetiches ya son "nuestros" y los compartimos y son la sal y las especias de nuestra vida sexual.

Por el espacio limitado de cada posteo en este sitio, trataré de escribir sobre un fetiche en particular en las 1200 palabras que están permitidas. Aunque seguro en algunos me extenderé más ya que han sido especialmente satisfactorios para mí, mis parejas y ahora para mi esposa. No necesariamente escribiré en el orden de importancia para mí, de mis fetiches; ya que en realidad no son partes aisladas de mi vida sino son piezas del rompecabezas total que soy como persona. Y esas piezas no son separadas de mi vida o de la de mi esposa, sino que son elementos intrínsecos de lo que somos como seres humanos y son esenciales para lo que somos.

Fetiche 1: Pezones grandes. Y mejor si son de color moreno, muy duros y rugosos.

Un día tuve en mis manos una foto -no sé de quién sería- en blanco y negro. La encontré tirada en la calle. Se veía a una mujer, madura... y tenía unos pechos que me parecieron enormes, gordos, caídos un poco por la gravedad. Y los pezones eran enormes y negros. Además tenía el pubis totalmente cubierto de pelos negros y gruesos y muy abundantes hasta en la entrepierna y al tener sus brazos levantados por encima de su cabeza, se veía claramente que no se rasuraba las axilas y tenía una mata enorme de pelos negros. (eso me marcó también y es el origen de otros fetiches que me fascinan). Así comenzó mi fascinación con las tetas grandes y de pezones enormes y duros. No sé qué pasó con esa foto pero se grabó en mi mente.

Así que la pornografía con mujeres de ese tipo era la que más me gustaba (tengo una colección con más de 10 mil fotos así) y cuando al fin pude tener sexo con una mujer, además de masturbarme y de masturbarnos y mamarnos con Gustavo (mi compañero de colegio, con el que tuve la primera relación sexual) fue con una puta... que tenía las tetas, los pezones, el pelo de la pusa y las axilas exactamente como a mí me encantaba. No que yo la buscara así sino que fue "casualidad" que la primera que pagué era así. Y eso me volvió loco y me reafirmó el gusto por todas esas cosas. Por supuesto que desde ese día, adoré mamar, chupar, tocar, oler, degustar ese tipo tetas, axilas sin rasurar, los pelos de su pusa y el culo. Y los sabores y olores me enloquecieron de placer. Era una puta con unas libras de más, de edad madura (no una jovencita sino una mujer completa) y de piel morena. Regresé a coger con ella muchas veces.

Después tuve novias de piel blanca y que sí se rasuraban las axilas. Aunque una de ellas tenía una de las pusas más peludas que he visto. Algunas de pechos pequeños y otras los tenían un poco más grandes, eran jovencitas muy calientes... pero ninguna me satisfizo tanto como esa puta de mi primera vez. Hasta que me casé con Victoria. Y aunque es rubia y de ojos verdes, tiene unas tetas blancas y de pezones rosados que se le paran muchísimo y me vuelven loco (también a los demás que los han probado). Más grandes que balas calibre 45. Duros, llenos de poros... y aunque no esté sexualmente excitada los lleva siempre parados y se notan bajo la ropa, sin importar qué tan grueso sea su brasier o la blusa que lleve. Y eso es otro de nuestros fetiches, que la gente vea sus pezones parados. 

He cogido con unas 35 mujeres en mis casi 45 años, y la mayoría han sido de pechos y pezones medianos, y han sido cogidas deliciosas. Pero en realidad hasta el momento sólo 2 mujeres los han tenido como me fascina: Anahí, que fue mi amante en varios períodos de mi juventud; y Sandra, la esposa de Miguel, con quienes hicimos nuestro primer intercambio de parejas y que ya escribí al respecto. Aunque tengo que decir que Anahí superaba con creces a Sandra. Sus pechos, muy morenos, eran graaaaandes, gooooordos, y sus pezones enooooormeees y duros y parados y negros, como nunca los había probado. Y su pusa, era peluuuuudaaa y negra y de labios oscuros y colgantes y apestaba a sexo, delicioso. Ha sido la pusa que más líquido he visto que sacara y que ha tenido el olor más fuerte (a sexo, no a suciedad o falta de higiene). Me dejó impresionado y siempre la he recordado y deseado mucho, y nos masturbamos o cogemos con Victioria pensando en ella y viendo las fotos donde estamos cogiendo y Anahí posando desnuda para mí. 

Si algo nos encanta con mi esposa es que yo me prenda de sus tetas y se las agarre y se las estruje y le pase mi lengua por los globos que tiene, y me prenda a mamarle los pezones. Que se los muerda, los llene de saliva, los succione... mientras que la pajeo con mis dedos o ella se mete y saca  de la pusa uno de sus dildos preferidos. Victoria tiene orgasmos enormes cuando cualquiera le mama las tetas y los pezones.

El olor, la textura, la piel, el sabor de las tetas me vuelve loco. Y paso horas -literalmente- mamando las de mi mujer... y me sobo la verga o me pajeo y se las lleno de semen.

Continuará...


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