Con Leonel y su esposa Parte 9

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Cuando Dinora salió de nuestra casa, Victoria me llamó... yo me vestí y dejé a Leonel desnudo, acostado en su cama; la misma cama donde él cogía con su esposa... y en donde él y yo acabábamos de pasar deliciosas horas tocándonos, oliéndonos y chupándonos y tomándonos selfies, las que después yo compartí con mi mujer.

Y lo que sucedió entre Leonel y Dinora cuando ella regresó de follar con mi esposa, él nos lo contó unas horas después en mensajes de voz de Whatsapp. Así que supimos que todo había salido como lo planeamos, que Dinora sí aceptaría coger todos juntos... y lo más pronto posible. Y que Dinora llamaría al día siguiente a Victoria para cuadrar día y hora para nuestro primer intercambio.

Cuando Dinora llegó a su casa, sin calzón porque Victoria le dijo que se lo quedaría para seguir oliendo el cuerpo de ella... y que yo pudiera "conocer" a qué le apestaba la pusa y el culo (ella no sabía que ya Leonel nos había llevado varias veces sus calzones sucios y apestosos para que también sintiéramos la delicia del olor y sabor que saca). Y como tampoco se puso el brasier, Leonel inmediatamente notó que sus pechos estaban libres bajo su ropa... y el olor que tenía dejaba una estela a su paso. Olor a pusa, a sexo entre mujeres. Olor a dos pusas, a dos culos de mujer. Olores que conocía muy bien.

Lo primero que hizo Leonel fue abrazar y besar a su esposa, y llenarla de halagos y palabras lindas y de amor y de apoyo a lo que había hecho. Le decía que todo estaba bien, que era un sueño cumplido para él, que deseaba que hubiera sido muchísimo mejor de lo que habían pensado, que esperaba que hubiera tenido todo el placer que ella merecía y deseaba. Que le parecía lindo que ella se hubiera reencontrado con su bisexualidad y que hubieran encontrado a una mujer como Victoria... y a un hombre como yo. Leonel le repetía que ella podía tener toda la confianza del mundo con él y contarle todo lo que pensaba y deseaba, que él quería que ella fuera feliz. Y que él también lo era. Que nunca habría reclamos ni juicios ni arrepentimiento. Que podían ser libres. Que él también deseaba todo eso, igual o más que ella. Y que la amaba, hiciera lo que hiciera o pasara lo que pasara. Leonel la abrazaba, le acariciaba las mejillas, le daba pequeños besos llenos de amor. Quería que Dinora se sintiera apoyada, bien, nunca juzgada. Todo eso hizo que ella se abriera y por las siguientes 2 horas estuvieron platicando muy seria y profundamente del tema, de las experiencias de los dos en el pasado (Leonel se reservó todo lo que hacíamos con Victoria, los tríos que tuvimos hace muchos años con Alicia... y de la bisexualidad de él y la mía... quizá más adelante podría compartir con Dinora todo eso, pero mientras tanto era mejor seguir con el "plan" de hacer como que si fuera la primera vez también para él). Dinora le contó los detalles de la amante lesbiana de su juventud y de sus fantasías... y de su bisexualidad... que era muy fuerte, a tal punto que coger con una mujer le era un poco más satisfactorio que con un hombre (y supuestamente sólo había cogido con Leonel). Leonel no se molestó por esto, al contrario, la apoyo y le dijo que la comprendía y aceptaba eso. Pero que esperaba que al coger conmigo, su experiencia con hombres mejorara y le gustara mucho... eso implicaba que Leonel daba su beneplácito para que ella cogiera con el marido de su nueva "amante" femenina, si Dinora así lo quería. Total que decidieron que sí cogerían con nosotros... que quizá fuéramos poco a poco esa primera vez, pero que seguro Victoria y yo teníamos la experiencia más que necesaria para que todo saliera a la perfección.

Después de esos temas tan importantes, por supuesto que toda la conversación los había calentado a los dos (más a Leonel porque conmigo sólo nos mamamos una vez, sabíamos que cogeríamos con nuestras esposas cuando nos contaran lo que hicieron... y queríamos guardar fuerzas y semen para ellas). Leonel le empezó a preguntar sobre lo que pasó con Victoria y Dinora le daba todos los detalles... parecía que recordaba absolutamente cada cosa, cada olor, cada sabor. Entonces se empezaron a meter mano y a desnudarse y Dinora parecía que no podía quedarse callada y le contó hasta lo más mínimo de lo que pasó con Victoria. Con cada cosa que ella decía, Leonel brincaba del placer y hacía más preguntas y Alicia también estaba excitada, pero cuando Leonel le trató de meter la verga en la pusa, Dinora le pidió que mejor se la cogiera por el culo o que ella lo mamaría hasta terminar y que se tragaría todo el semen que sacara (ella lo mamaba hasta el final muy pocas veces y nunca se tragaba el semen, sino que lo escupía. Por eso Leonel ama tanto que Victoria y yo lo mamemos, porque puede llenarnos la boca con su semen y nosotros lo gozamos y lo tragamos). Resulta que Dinora tenía la pusa muy irritada. No estaba acostumbrada a la cantidad de tiempo que Victoria se la cogió. Ya habría tiempo para que su pusita se acostumbrara a tanto sexo. Leonel no perdió la oportunidad y le metió la verga en el culo a su esposa. Y después de pocos puyones se empezó a venir y gritaba la delicia que sentía y lo mucho que amaba a Dinora. Siempre reforzando el amor por ella para que se sintiera segura de él.

Ya más calmados, Dinora le dijo que aún faltaba un tema muy importante. Que qué pensaría Leonel de ella si cogía conmigo. Que qué sentiría de verla desnuda, abierta de piernas y entregando todo su cuerpo a otro hombre. Y Leonel trató de afirmarle por todos los medios, que él adoraría que eso pasara. Que era una de sus fantasías y fetiches verla cogiendo con otro, frente a él. Que deseaba ardientemente que yo la poseyera y la hiciera sentir muchísimo placer con mi verga, mis manos, mi lengua, etc. Y que por él, ella podría hacer lo que quisiera y lo que fuera conmigo. Que no se opondría a nada. Que quería que ella tuviera sexo libremente conmigo... y con otros hombres (dejando así implícito que seguirían teniendo sexo con otras personas). Leonel le preguntó que qué sentiría ella al verlo cogiendo con Victoria... y Dinora le dijo que le fascinaba la idea, que Victoria fuera no sólo amante de ella sino de él también y así compartir a mi mujer... Entonces Leonel le preguntó que qué pensaba de que él y yo cogiéramos... que si le importaba o le disgustaba que él tuviera deseos y fantasías bisexuales... y Dinora le dijo que no veía ningún problema con eso... que al igual que ella ya se había aceptado como bisexual completa a partir de esa tarde de sexo con Victoria, igual podría ser para él.

Pero faltaba un paso para hacer intercambio...

Continuará...


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