Injurias e infundios

La situación del psicótico- esquizofrénico es parecida a la que produce una gripe perpetua, con embotamiento emocional y afectivo. Y la de un lenguaraz- la situación también- a la de un escritor- oral- verborreico e irrefrenable. Son dos tipos con que se muestra el exceso. Hay quien cree que a la expresión oral no hay límites, y no me refiero a los que pone el Código Penal, que también, sino fundamentalmente a quien, aunque lo haga bien, no puede parar. Y no es que lo diga yo para quedarme tal papel, sino para compensar los posibles vituperios de quien necesita constantemente darle a la lengua. Pues, generalmente, el hablar mucho y el no meter infundios e injurias no van parejos.

A menudo un psicótico es el fruto de un verborreico. El verborreico se sana con la palabra pero, como el bebedor, deja víctimas en el camino. Desconfíen de ambos pues ambos ocultan algo. Pero lo peor de todo es que le pueda salir a usted el grano.