El poder del amor (1-3 final)

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Addo en ese preciso instante pensó en su hermano Abasi, en lo feliz que debería de estar sin miedos, ni preocupaciones. Pero a la vez triste de ver lo que su mama y sus hermanos estaban padeciendo. En ese preciso momento entro su madre, diciéndole que se tenían que marchar. Que cogiera lo que tenia, agarrara a sus hermanos y que se prepara, porque en la oscuridad se irían al puerto. Había una pequeña embarcación esperándolos para zarpar a alta mar.

Nayah, de repente se puso triste. Sintió que su sueño de ser profesora se estaba desvaneciendo. Cada vez notaba que se encontraba mas lejos de hacerlo realidad. Sin que nadie lo notara, sus ojos se llenaron de lágrimas. Sintió por primera vez, que le estaban robando su vida, su futuro, su sueño.

Miro a su madre y noto que quien estaba sufriendo más de todos, era ella. Vio una mujer destrozada, hundida, sin raíces estables, ni esperanza de recuperar una estabilidad en un tiempo prudente. Pero a la vez le trasmitió fuerza, seguridad y devoción. Aceptando y luchando por lo que todavía tenía seguro. La poca familia que agarraba como si fuera el último aliento de cada ser nacido de sus extrañas.

Se agarro a sus hermanos empezando a caminar en la oscuridad, silenciosos sin hacer ningún ruido, como si fueran culpables de algo. Como el que se esconde en la penumbra de la noche, para salir ileso de alguna fechoría hecha con maldad.

Durante el trayecto, fueron andando muy despacio, pero con paso firme. Después de mucho caminar llegaron al puerto, donde vieron el barco y otras personas dentro, subieron, dieron sus nombres y se sentaron, todos se encontraban apelotonaos. No había ni una pizca de espacio entre ellos. Algunos incluso se encontraban sentados en las piernas de los que se encontraban detrás. Por las piernas de vez en cuando se notaba algún hormigueo…….

 Adentrándose a alta mar, todos pensaron que su pesadilla había acabado. Al cabo de una hora más o menos, decidieron dejar en el mar al intemperie a Addo, su madre y a sus hermanos, en una pequeñísima barca. El motivo era que el capitán era el hermano de uno de los golpistas.

 Decidieron, soltarlos en medio del océano a los cinco miembros de la familia, con una milésima parte de víveres. Agua y comida solo para dos personas, poder sobrevivir hasta llegar a las costas Españolas. No los tiraron directamente al mar, porque el padre de Addo lo ayudo en un momento con un problema que no encontraba solución. El capitán le dijo a la madre, que por deuda, se merecía una pequeña oportunidad de salvarse, algún miembro de la familia por pequeña que fuera.

La madre no quiso asustar a sus hijos. En el momento de quedarse dormidos los pequeños, decidió hablar con Addo y recomendarle, el futuro y la vida de sus hermanos. Poco a poco y con voz entre cortada, le fue exponiendo el problema en que se encontraban. Ella decidió saltar y dar a sus hijos la oportunidad de ser felices en otras tierras. De regalarles su vida a cambio de que ellos sobrevivan. Poco a poco le fue explicando cómo tenían que repartí la comida y el agua. Le dijo que como era el mayor, el tendría que ser siempre el ultimo en comer y beber. Addo la escuchaba anonadado, sin poder pronunciar palabra. Le dio un beso y le dijo;

--Duerme mama, abraza a tus hijos por última vez, yo dentro de un par de horas te llamare.

La madre pensó hacerse la dormida, para que su hijo se confiara y al levantarse no la encontrara, pero se quedo dormida.

Addo a ver a su madre dormí plácidamente, se levanto y decidió devolverle su vida a quien se la dio un día, Estando a punto de saltar, su hermana Nayah que en silencio y haciéndose la dormida, lo escucho todo. Se levanto y le puso una mano en el hombro. Addo se volvió, la miro, haciéndole un gesto con la cabeza y los ojos con lágrimas. Nayah, le beso la mejilla, le dio la mano y saltaron los dos al océano. Ofreciéndoles una oportunidad de supervivencia a su madre y a sus dos hermanos que les quedaban. Los dos fueron felices porque se abrazaron, dando su último aliento, su último suspiró a quien un día en medio de dolores, les dio vida.

                                                                                FIN

 

 

 


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