Otras experiencias swinger, buenas y malas Parte 9

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
3455 visitas

Marcar como relato favorito

Con Diana y Mario iniciamos contacto por una página de swingers en Internet. En ese caso ya nos tomamos el tiempo de conocer más de ellos, pero como que el resultado final no fue el esperado. En realidad nunca supimos qué pasó con ellos. Por un par de semanas intercambiamos información, fotos vestidos... y eventualmente cuando la "plática" fue sobre sexo y los intercambios, no sólo nos contamos lo que habíamos hecho sino que nos enviamos fotos desnudos, pero ocultando las caras. Él era bastante alto (no tanto como Rodrigo pero sí unos 10 cms. más que yo), de cuerpo voluminoso y pesado, sin ser "gordo" pero sí muy "lleno". Además no tenía pelo... y eso sería una novedad para Victoria. Y nuevamente "malas noticias" para Victoria. Mario también tenía una verga chiquita. Quizá de unos 4 pulgadas... como la de Gustavo. Circuncidada. Muy morena y de glande grande y morado. Con muchas venas. Huevos apretados y arrugados. Diana era bajita, pelo negro, buenas tetas, caderas y nalgas. Pusa peluda y sin recortar, de pelos negros. Como a mí me encantan. Rellenita, era una verdadera "gordibuena". Se veía deliciosa. De pezones café oscuro y muy parados. Y un plus es que ambos querían probar a ser bisexuales. Mario ansiaba mamar una verga y que otro hombre se la mamara hasta terminar en las bocas. Y Diana también deseaba tener sexo con mujeres... y especialmente con Victoria, desde que vio sus fotos desnuda.

Cuando ya todo iba viento en popa, nos soltaron una "bomba". Nos dijeron que sería su "primer intercambio"... que no lo habían dicho por temor a que los rechazáramos (como seguro lo habríamos hecho por la pésima experiencia anterior). Y por supuesto que Victoria y yo nos molestamos... pero... ya la plática había avanzado mucho y nos agradaban. Así que decidimos darles una "oportunidad". Sabíamos que podría ir mal, pero... ahora tomamos esa decisión conscientes de lo que hacíamos y haciéndonos responsables de las consecuencias... buenas o malas.

Acordamos una reunión en un restaurante, asegurando que esa noche no habría intercambio. Que era para conocernos. Y gran sorpresa se llevó Victoria. Diana había sido su compañera de colegio y desde hacía años que no tenían contacto. Ambas se sintieron confundidas y con algo de "vergüenza"... dos "compañeritas" de colegio que ahora siendo mujeres maduras aceptaban ante ellas, que eran calientes y que quería "vergas" de otros hombres... y que sus maridos no sólo era "cornudos" voluntarios sino que además eran bisexuales. 

Total que después de la sorpresa Diana y Victoria calmaron sus nervios e iniciamos una cena muy agradable. Ya no había máscaras que ocultaran quiénes éramos los cuatro y lo que queríamos. Así que al final acordamos que sí, que intercambiaríamos parejas con ellos. Y acordamos reunirnos en nuestra casa el próximo sábado, así tendríamos todo el tiempo y si lo deseábamos, continuar el domingo.

Cuando llegaron, después de la charla de "introducción" fuimos a la sala, todos ansiosos por lo que pasaría... Decidimos empezar a jugar cartas e irnos desnudando (eso siempre funciona, y no sólo para una primera vez sino todo el tiempo). La diferencia de regla de esa noche fue que quien perdiera tendría que dejarse quitar una prenda de ropa, por el hombre o la mujer de la otra pareja. No podíamos desnudarnos nosotros ni que lo hiciera nuestra propia pareja. En poco tiempo Diana estaba desnuda y lo habíamos hecho entre Victoria y yo. El segundo en quedar desnudo fui yo... y el tercero fue Mario. Victoria seguía con brasier y calzón. Así que dejamos que Mario le quitara el brasier y viera muy de cerca sus tetas; y Diana le quitó el calzón... y aprovechó a meter su cara entre las piernas de mi mujer y le olió el coño (ya Victoria estaba empapada y apestosa a pusa... como siempre le sucede con ese juego). 

Mi mujer se quedó parada pero abrió aún más sus piernas y agarrando la cabeza de Diana la empujó hasta que el pelo púbico rubio estaba cubriendo sus mejillas... y vimos el movimiento de Diana metiendo la lengua en la pusa de mi mujer. Yo me senté al lado del cuerpo desnudo de Mario y él ya se agarraba la verga y la movía despacio. Yo quité su mano y le agarré la verguita y lo pajeé por unos minutos... y poco a poco me acerqué y primero le olí la verga y los huevos... y después me la metí entre la boca, degustando el precum que sacaba. Victoria hizo que Diana se acostara en la alfombra y se colocó para un 69. Se dieron una chupada enorme de pusa. Y a los pocos minutos se estaban viniendo. Mario al ver a nuestras mujeres tener un orgasmo, soltó varios chorros de semen caliente y muy sabroso, en mi boca. Y lo seguí chupando hasta que se le puso la verga pequeña.

La velada continuó. Deliciosa. En un momento Mario cargó a Victoria y la puso sobre una mesa... y le metió la verga entre el culo. Y después alternaba entre la pusa y el ano. Mi mujer sollozaba de placer. Yo me cogí a Diana en varias posiciones, me fascinó mamarle las tetas y la pusa peluda... y el culo negro y rodeado de pelos. Y también la penetré analmente. Al terminar de coger, ya era de madrugada, ellos prefirieron irse a su casa. Todo había salido muy bien y era riquísimo coger con ellos. Creímos que podría durar bastante tiempo esta nueva relación.

Los días siguientes nos hablamos por teléfono y todo muy bien. Los recuerdos eran fantásticos y todos deseábamos más. Así que acordamos que el próximo viernes repetiríamos. Y así fue, llegaron el viernes en la noche y se fueron el domingo ya entrada la tarde. Fueron horas interminables de sexo. De todo. Anal, oral, vaginal, bisexual. Incluso Mario me penetró el culo con su verguita y me encantó. Y yo se la metí a él, y aunque le molestó y dolió un poco, me pedía más y más... y me rogó que le hiciera el "amor"... así que le toqué todo el cuerpo, se lo olí y mamé... como que si me cogiera a una mujer. Y él estaba encantado. Parecía no cansarse nunca de que yo le mamara la verga y venirse en mi boca... y que yo se lo hiciera a él. Al igual que con Rodrigo, coger con un hombre alto y robusto era fabuloso. Y también compartimos el mismo gusto por mamar la pusa de nuestras mujeres cuando están llenas de semen. Mario gozaba con Victoria y yo con Diana. Incluso tuvimos esa noche una "sesión" de fotografía porno... de todos contra todos, en todas las posiciones... y quedamos con ellos de enviarles las fotos... nunca pudimos hacerlo. 

Cuando ellos se fueron pensamos que sería como la vez anterior. Pero simplemente "desaparecieron" se borraron del mapa. Seguro nos bloquearon en sus celulares. Nunca más supimos de ellos, ni tuvimos noticias ni qué había pasado entre ellos o la razón por la que desaparecieron así de nuestras vidas. Eso por supuesto nos molestó y nos frustró... y allí decidimos que nunca más otra pareja de Internet. 

Continuará... 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed