Desaparecido (1-2 final)

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                   El ser humano ni perdona, ni olvida.

               Tan solo lo guarda en un rincón de la memoria.

                                           (1-2 final)

Al cabo de los días le dijeron a su familia que el incendio fue provocado. Que fue, intencionado. Aunque parece ser que su abuelo y su tío, fueron asesinados antes, de un disparo en la cabeza. Llegaron a la conclusión, después de la investigación policial, que el incendio fue para borrar todas las pruebas del asesinato.

Volvieron a cambiar de residencia y de ciudad. Esta vez se fueron a Cádiz. Se hicieron de un barco, haciéndose pesqueros. La vida empezó a ir mejor a toda su familia. Al poco tiempo se hicieron de otro barco, contratando empleados. Aprendieron a vocalizar como los gaditanos, llegando incluso a imitar el acento de esa ciudad.

Empezaron a coger fama, a ser conocidos tanto fuera como dentro de Cádiz, incluso del circulo de las pesca. Todo parecía que iba por buen camino. El hombre se había olvidado de ellos. El mundo ya no le prestaba atención, ni a su nombre ni a sus facciones del rostro, que se notaba perfectamente que eran forasteros. Cada vez se encontraban más seguros, más complementados con su nueva cultura. Llegando a volverse confiados a sus vecinos, olvidando incluso ellos el peso del daño cometido por sus raíces.

Marc empezó a ir a la guardería. Convirtiéndose en un niño como cualquier otro del centro. Nunca escuchaba nada en boca de su familia, sobre la segunda guerra mundial. En su mente nunca apareció Hitler, ni los franceses. Jugaba con niños de su edad. De todas las creencias, culturas y religiones. Su mejor amigo de la infancia era judío.

Su amigo se llamaba Aarón. Se hicieron inseparables. Con edad de 12 años se fueron de campamento de verano. Ninguno sabia la historia del otro, ni siquiera de donde eran realmente. Sus padres se hicieron amigos, pues sus hijos solían salir juntos a divertirse.

Un día alguien reconoció al padre de Marc. Se encontraban en un partido de futbol. Donde jugaban los dos niños. Notaron que los padres de Aarón y los padres de Marc, se llevaban muy bien. En el descanso del partido, esta persona que era pariente del padre de Aarón y había venido de vacaciones desde Francia, se le acerco, contándole que creía estar seguro, quien era esa persona.

Su foto estaba en la camisería de Francia, en un tablón de anuncios. Donde residía el pariente y trabajaba en las oficinas. Le conto que su foto, junto con la de sus hermanos, su padre y abuelo se encontraban entre los más buscados.

El padre de Aarón le conto que el abuelo y un tío del amigo de su hijo, murieron en un incendio, perdiéndolo todo. Aunque con las explicaciones dadas a su familiar, lo puso en dudas por si se había confundido de persona, pero el padre de Aarón empezó a desconfiar de la familia del amigo de su hijo.

 El trato cambio. Poco a poco le fue impidiendo que salieran juntos, hasta el punto de que a Aarón lo cambiaron de colegio, hasta que un día dejaron de verse. Al poco tiempo, otro hermano de su padre junto con toda la familia, aparecieron muertos un día y hasta el momento no han podido aclarecer el caso. Se cerró por encontrarse en una encrucijada sin poder seguir indagando.

Su padre, su madre y Marc, volvieron a desaparecer, por miedo a que les ocurrieran algo, también a ellos. Esta vez se escondieron en un pueblecito, en las montañas, lejos de todo y de todos. Se cambiaron el apellido y sobrevivieron, trabajando en una granja que compraron con el dinero que les quedaba. De lo que pudieron sacar, cuando se escaparon de donde vivían, en Francia.

Marc estudio, psicología y Filosofía clásica, sacándose los estudios con matrícula de honor. Al terminar sus estudios, decidió mudarse a Salamanca y solicitar un puesto en la Universidad como profesor. Terminando por contratarlo, formando parte del profesorado de la Universidad de Salamanca.

Un día hablando de las guerras y las consecuencias nefastas para todos, decidió contar su historia. Decidió en cierto modo contar como sufrió sin haber formado parte de la masacré y el desastre. Todos nos quedemos sin poder pronunciar palabra solo escuchábamos su historia. Ese fue el último día que se supo del profesor.

Hoy, después de 20 años, pongo las noticias y escucho que en las obras de un terreno cerca de la universidad, han encontrado unos huesos de persona. Después de hacer la dirigencias oportunas, junto con las pruebas al esqueleto han averiguado que era el profesor que un día nos conto su historia, su vida. Nunca se supo nada de sus padres, ni de algún familiar. Dicen las noticias que no tenía ningún pariente directo.

                   El ser humano ni perdona, ni olvida.

               Tan solo lo guarda en un rincón de la memoria.

             Volviendo a resurgir, de lo más profundo del alma

               Saliendo a flote el dolor, aliviándole  la venganza

 

                                           FIN


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