Intercambio con Luz Gloria y Juan Manuel Parte 2

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No sé si Juan Manuel se lo esperaba o si eso era lo que tenía en mente. Pero cuando dijo que tenía ganas de una paja yo llevé mi mano al bulto entre sus piernas y le agarré y apreté la verga... la sentí dura y creciendo bajo la tela. Y él hizo lo mismo. En segundos nos estábamos sobando las pijas por encima de los pantalones. Los dos sabíamos que éramos bi y que nos encantaba coger con hombres (fue algo muy positivo que tanto él como Luz Gloria fueran bi, y eso nos animó más a contactarlos). 

A partir de ese momento el tema del intercambio quedó en pausa. Lo que queríamos ambos era conocer a profundidad nuestros cuerpos. Los dos estábamos sedientos de verga. Ya suficiente nos habíamos calentado las semanas anteriores con todos los mensajes, fotos y llamadas que nos hicimos para conocernos. Era momento de empezar la acción y aunque yo deseaba cogerme a Luz Gloria y que él se follara a mi mujer, que lo primero que hiciéramos fuera coger él y yo, no estaba nada mal (ya Victoria me había dicho que si tenía la oportunidad, que lo hiciera. Que así le llevaría información "de primera mano"... y nos reímos con su comentario).

Casi al mismo tiempo, Juan Manuel y yo acercamos nuestras caras y empezamos a besarnos y a chuparnos las lenguas. Su saliva era fuerte, pegajosa, olorosa... deliciosa. Y movía la lengua contra la mía y los dos parecíamos desesperados por tocarnos. Nos sobábamos el cuerpo. Sentir sus manos recorrer mi pecho y mi pubis y el bulto de mi verga era igual de delicioso que yo tocarlo a él. Se separó de mi boca y me dijo que nos fuéramos a su cama, que estaríamos más cómodos allí. Me indicó el camino y al llegar volvimos a abrazarnos y a seguir chupándonos las lenguas... pero cada uno trataba de desnudar al otro. No con desesperación pero sí con mucha pasión. 

Él me quitó toda la ropa rápidamente y pronto quedé en calzoncillos, con la verga parada bajo la tela. Él suspiraba de lo caliente que estaba. Y yo le abrí la camisa y vi sus pechos regordetes de pezones oscuros y con pelos... y se los acaricié y pellizqué. Él se bajó entre mis piernas y metió su nariz contra mi verga y oí cómo aspiraba el olor de mi pubis... y abriendo la boca me empezó a morder la verga y a llenar mi calzoncillo con su saliva. Y no se aguantó y me bajó el calzoncillo. Mi pija quedó frente a su cara y él la observó por unos minutos mientras la acariciaba y parecía que con sus dedos quería recorrer toda la verga y conocerla con el tacto. Sus manos subían y bajaban por mi verga, jugaba con el glande y con las gotas de precum que ya me salían en abundancia... y sobaba el líquido transparente y pegajoso y hacía "hilos" entre sus dedos. Y seguro que ya no aguantó sólo oler y acariciar mi pija... primero sacó la lengua y la pasó por la punta de mi glande y chupó el precum... y después pasó la lengua por toda mi verga... llegó a mis huevos y los besó, olió y se metió cada uno de mis testículos, más que chupando, acariciando con su lengua mi escroto. Volvió a subir su cara y allí sí, abrió mucho la boca y se metió mi pija... poco a poco, pero hasta el fondo y sentí sus labios en los pelos de mi pubis... casi nadie me la había mamado así de profundo y sin ahogarse. Seguro que Juan Manuel tenía mucha experiencia. Fue delicioso.

En realidad, yo tardo mucho en venirme cuando me maman la verga (y en general me tardo bastante para terminar ya sea cogiendo o que me la mamen)... así que después de unos minutos de sentir esa deliciosa ensalivada de pija, lo agarré abajo de las axilas y lo levanté. Lo besé de nuevo con mucha lengua y después empecé a bajar mi cara por su cuello (siempre sin dejar de lamer cada parte de su piel) y abrí los botones de su camisa y se la quité... acaricié todo su cuerpo, su piel, sus axilas y jugué con sus pelos. Bajé más mi cabeza y la metí bajo sus brazos y su olor a hombre me encantó... una mezcla de sudor (pero en nada repulsivo) y piel. Le chupé los pelos y se los dejé empapados con mi saliva. Toqué y besé su pecho... y le chupé y mordí los pezones y los sentí ponerse muy duros y crecer dentro de mi boca. Mamar los pezones de un hombre me es tan satisfactorio como los de una mujer. 

Mientras le chupaba el pecho y el abdomen, le quité los pantalones y también lo dejé en calzoncillos. Cuando quedó con las piernas desnudas, las acaricié y sentí el poco pelo que tenía. No es que se rasurara o se depilara, es que era algo lampiño a diferencia de mí que tengo mucho pelo en todo el cuerpo. Acaricié sus piernas y sentí sus pantorrillas duras... subí mis manos y agarré sus nalgas (que graciosamente resultaron más grandes y duras y más deliciosas que las de su mujer). Enterré mi cara encima de su pija todavía cubierta por el calzoncillo. Ya estaba completamente parada y su forma se adivinaba perfectamente bajo la tela. El olor era maravilloso. Una mezcla de sudor, orina, precum y piel de hombre. Le acaricié la verga y tracé su forma y tamaño con mis dedos y con mis labios y lengua. Lo hice despacio. Me encanta tomarme todo el tiempo del mundo al coger, ya sea con un hombre o con una mujer. Por más caliente que esté, no me apresuro para nada y me gozo todo lo que me gusta hacer. Oler, tocar, mamar, etc. me produce tanto placer como meter la verga. Así que la penetración no es mi objetivo final sino sólo algo más de lo que me fascina. Para mí una relación sexual es "todo" y no sólo meter la verga o tener un orgasmo.

Le quité el calzoncillo y frente a mí saltó una verga preciosa, circuncidada (aunque amo las que tienen grandes prepucios), muy morena y de glande enorme, de color rojo oscuro-morado. Era una verga nueva, muy diferente a la de nuestros otros amigos. Y se la olí, acaricié, pajeé, sobé, chupé y llené de besos y saliva. Y cuando al fin me la metí entre la boca claramente sentí el olor y el sabor de su piel y especialmente el dulce-amargo de su precum. Traté de meterla hasta adentro como hizo él con la mía... y lo logré por unos segundos, pero tengo que ser honesto, aunque me encanta mamar vergas, después me puede quedar un gran dolor en la mandíbula y eso es muy molesto; así que he desarrollado una técnica que es muy placentera, pero sólo mamando y lamiendo la verga por los lados y enfocándome en chupar el glande y llenar la pija de saliva...hasta que me terminan dentro de la boca. Me encanta hacer eso.

Continuará...


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