Experiencias nuevas que no sabía que existía

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
11339 visitas

Marcar como relato favorito

Bueno somos un matrimonio de más de 20 años casados. Un día me propuso mi esposo hacer un trío, a lo que siempre dije que no, se fue postergando, hasta que se dio, Nuestros hijos mayores viajaron, a mí me daba mucho miedo y a la vez curiosidad. pues ya había un desgaste natural de tantos años y con el trabajo todo cambio pues ya no había intimidad como dije los hijos pero ,bueno yo soy delgada creo que un cuerpo muy aceptable mi marido es un poco rellenito hasta que un día pues bueno acepte esa fantasía de mi esposo pero que lo acepte por curiosidad y también me excitaba la idea, bueno ahora era buscar al candidato que esté con nosotros, nos pusimos a buscar , fue uno que me agrado, pues se veía que tenía un buen físico y un pene de unos 23 cm, algo que nunca había entrado a mi vagina de ese tamaño había que ver qué me producía algo así.

Llegó el día que quedamos yo me prepare cómo mi primera vez, estuve una hora en la ducha, tome vino para relajarme, estaba demasiada nerviosa, busque algo seductor para ponerme, no sabía cuál elegir.

Ya llegaba la hora así que me apuré. Yo no sabía que hacer ni cómo comportarme. Mi esposo me dijo relájate disfruta el momento, haz lo que quieras hacer. Comencé a estar más tranquila, era un morochito muy agradable de unos 30 años aproximadamente, un porte muy atlético bien definido extranjero, nos dijo su nombre, Andrés se llamaba. Comenzamos con un masaje, él se subió encima mío masajeándome, cuando sentí en mi espalda algo caliente que empezaba a crecer, wow, me empecé a excitar, miré a mi esposo y pues noté su felicidad por ese momento que de verdad me estaban dando. Me quito poco a poco mi vestido. Luego empezó a tocarme. Me empezaron a chupar uno cada seno, a lo cual disfruté. Luego Andres empezó a meter su mano por debajo a lo que yo me saqué la tanga para más comodidad. Él empezó a hacerme sexo oral y yo a mi esposo, veía a los 2 bien erguidos y dispuestos a todo. El sexo oral me gustó y me excitó mucho. Mi esposo fue el primero en penetrarme a lo que Andrés me besaba y tocaba por todos lados. Me preguntó que pose quería, a lo que mi esposo contestó le gusta de espaldas. Así que me dió la vuelta, yo ya estaba lista para sentirlo. Al principio me costó. Al verlo dije mentalmente y si no puedo y no aguanto los 23 cm… empezó poco a poco hasta que entró a lo más profundo. Me excité demasiado mientras yo chupaba a mi esposo. Es cuando vino mi primer orgasmo. Luego continuó mi esposo mientras masturbaba a Andrés, y pues bueno era su turno. Me puso patas al hombro una pose que no sabía que había, me dobló enterita, sentí que entraba su pene más. Una pose que disfrute mucho. Empezó a tocar una música a lo que le pregunté “¿sabes bailar esa música?”. A lo que él contesto “lo llevo en la sangre”, bailando un poco mientras recuperábamos el aliento. Ellos tomaron cerveza. Al verlo bailar me di cuenta del tamaño que tenía, pues me volví a excitar así que continuamos. Empecé con mi esposo, para que luego vuelva a la posición que me gustó toda doblada. Empecé a gemir de felicidad y deseo mientras yo apretaba a mi esposo, lo besaba, hasta que estalló en mi otro orgasmo. Yo quería seguir, a lo que me dijo Andrés que era una guerrera que no se cansaba, lo cual lo tome como un cumplido. Aguanté y no quería terminar aún, pero ya el tiempo se agotó, teníamos una reunión a lo que nos tuvimos que ir, sin antes de volvernos a ver para mi cumpleaños. La pasamos muy bien, una experiencia muy excitante, me sentí satisfecha con lo que había experimentado.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed