Casualidades que nos guían.

Por
Enviado el , clasificado en Infantiles / Juveniles
375 visitas

Marcar como relato favorito

Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y campos dorados, vivía un niño curioso llamado Mateo. Mateo siempre estaba ansioso por explorar el mundo que lo rodeaba, descubrir cada rincón y aprender algo nuevo cada día.

 

Un soleado día de verano, mientras Mateo jugaba en el jardín, notó algo brillante entre las flores. Se agachó y descubrió una pequeña llave dorada. Sus ojos se iluminaron de emoción, y no pudo resistir la tentación de encontrar la cerradura que esta llave podría abrir. Con determinación, se embarcó en una aventura por el pueblo, probando la llave en cada puerta que encontraba.

 

Después de intentar varias puertas sin éxito, Mateo llegó al final del pueblo, donde descubrió una puerta antigua y misteriosa en medio del bosque. Con un toque de emoción y un brillo de esperanza en sus ojos, Mateo insertó la llave en la cerradura. La puerta se abrió lentamente, revelando un sendero secreto que se adentraba en el bosque.

 

Decidido a descubrir a dónde llevaba ese camino, Mateo siguió la senda con pasos entusiastas. Mientras caminaba, notó que el bosque parecía tener vida propia: los pájaros cantaban melodías alegres, las hojas crujían bajo sus pies y un suave viento soplaba entre los árboles. Mateo se maravillaba con cada paso, sin darse cuenta de que el bosque estaba guiándolo hacia algo especial.

 

Pronto, el camino llevó a Mateo a un claro donde se encontraba una anciana sabia, sentada junto a un arco iris de colores brillantes. La anciana sonrió amablemente y le dio la bienvenida a Mateo. "Has llegado, querido Mateo, porque has aprendido a seguir las señales de la vida", dijo la anciana con voz suave.

 

Intrigado, Mateo le preguntó cómo sabía su nombre y qué significaba todo esto. La anciana le contó la historia de cómo el bosque estaba conectado con el universo, y cómo cada elección que hacemos nos guía por nuestro propio camino personal. "La llave que encontraste simboliza la curiosidad y la disposición para descubrir", explicó la anciana.

 

La anciana le enseñó a Mateo que a veces la vida nos presenta llaves simbólicas, oportunidades que pueden abrir puertas a nuevas experiencias y aprendizajes. Pero, para aprovechar estas oportunidades, debemos estar dispuestos a escuchar y aprender de las casualidades que se cruzan en nuestro camino.

 

Entendiendo la lección, Mateo sintió gratitud por la llave y el camino que había elegido seguir. La anciana le dijo que el bosque siempre estaría allí, guiándolo y recordándole que la vida es un viaje lleno de descubrimientos.

 

Con un corazón lleno de sabiduría, Mateo regresó a su pueblo, llevando consigo la lección de que, a veces, las casualidades son señales que nos ayudan a descubrir nuestro propio camino. A medida que crecía, Mateo recordaba la importancia de escuchar y aprender de las experiencias que la vida le presentaba, guiándolo hacia un futuro lleno de posibilidades.

 

Y así, el pequeño pueblo entre colinas verdes y campos dorados continuó su existencia, mientras Mateo, con la llave dorada en el bolsillo y la lección en su corazón, seguía explorando el hermoso misterio de la vida.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed