AINHOA (Desatando el nudo 1-4 Final)

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Ainhoa viendo a las ardillas tan felices correteando y saltado de un lado a otro, no pudo dejar de pensar que hasta los animales no les daba importancia al dolor de otra vida. ¿Cómo podían ser felices, mientras otros sufrían a su alrededor?

--Ainhoa vamos he quedado con unos amigos. (Apartándola de sus pensamientos). Pero antes vamos a buscarle una familia a este bebe.

No muy lejos se encontraba un chimpancé hembra, que hacía pocos días había tenido una cría. La abuela dejo  a la pequeña cerca de ella y se alejo, quedándose observando, a la chimpancé  sus movimientos. En pocos minutos se acerco a la cría, noto que estaba sola, sin nadie cerca y que empezaba a llorar. La cogió, se la acerco y empezó a alimentarla. Sin importar si era suyo o no. Tan solo lo acogió, aunque era de otra especie.

Ainhoa cada vez estaba más impactada. No entendía como el ser humano era tan diferente. Poco a poco empezaba a encontrarse mejor con ella misma. Cada vez se encontraba más inmensa   y completada en la vida que estaba llevado cerca de su abuela y su nuevo mundo. De pronto escucho su nombre.

--Vuelve Ainhoa, vuelve.

Ainhoa miro para un lado, miro para el otro no viendo a nadie conocido. Si, el bosque se encontraba con muchos seres, pero ninguno sabia de su nombre ni la conocía, excepto su abuela. Su abuela se dio cuenta de su expresión, preguntándole que ocurría, contestando ella, que de vez en cuando, escuchaba su nombre y una voz que le resultaba conocida….

Fueron a una pequeña aldea de enanos. No se encontraban muy lejos, de donde el unicornio la llevó a galope, cuando lo monto en su lomo. Era una fiesta, parecía una boda, por la forma en que estaba todo adornado, con flores y arcos. Había muchos seres, todos conviviendo en el acontecimiento que estaba a punto de ocurrir.

En los arboles se encontraban búhos entre su ramas, mezclados con muchas especies de pájaros y aves. Encima de varias piedras se encontraban grillos, saltamontes, hormigas, caracoles, varias clases de animalitos diminutos, todos esperando ver lo que estaba a punto de ocurrir. Más adelante, entre los matorrales se veían lobos, Leones, tigres, jirafas más atrás, elefantes, toda clase de animales, todos esperando lo que estaba a  punto de pasar.

En otro lado se encontraban Ogros. A unos metros de ellos Gnomos, a poca distancia Orcos. A unos pasos situados en unos agujeros se encontraban Trolls. En lo alto de una colina estaban los caballos y los unicornios.

Al poco tiempo empezó a sonar una melodía. El novio estaba esperando, la novia empezó a caminar por el camino que tenia hacia el novio, parándose en medio del pasillo y acercándose a otra joven, le sujeto la mano, dirigiéndose las dos hacia el novio. Cuando llego puso la mano de la chica en la mano del novio, lo abrazo y se alejo de ellos a la vista de todos los presentes.

 Ainhoa le pregunto a su abuela y esta le contesto que la novia sabía que el novio había dejado de quererla y que le gustaba otra. Se almo de valor y delante de todos se la entrego, dando de ese modo el permiso y el consentimiento para la unión. Se trataba de una aceptación conyugar entre terceros. Si no lo hubiera hecho así, los habitantes del bosque, lo hubieran desterrado de la zona de hábitat. Pues los pillaron traicionando la confianza de la que se suponía tenía que ser la novia. Era un modo de que todo estuviera en armonía y en paz dentro de una convivencia entre los habitantes.

Por ese motivo, debían estar todos los seres del bosque para que fueran testigos. Y poder seguir teniendo una vida normal, dentro de una convivencia en conjunta. Y ser aceptados entre todas las especies del bosque.

Ainhoa volvía a escuchar su nombre, a sentir una pena muy fuerte, un dolor intenso perteneciente a quien la estaba llamando. De pronto sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Era su madre llorando, sintió su amor, su dolor y un pozo lleno de oscuridad donde estaba empezando a entrar el ser que le dio vida.  Miro a su abuela, esta la sonrió, le hizo un giño y soplándole un beso, que ella misma se había dado en su palma de la mano, fue Ainhoa hacia atrás hasta despertarse en los brazos de su madre.

Abrió los ojos, le pidió perdón y le dijo que la quería, abrazándose las dos. En ese preciso instante. Un adolecente de 13 años que estaba deprimido y sintiendo que  Dios y la vida le había abandonado. A raid de la muerte de su hermano, encontró un cuento tirado cerca de un cubo de basura. Lo cogió, lo miro y lo metió entre sus libros del colegio, llevándoselo con él, a su casa, con la intención de leerlo más tarde. Ya que era un cuento con dibujos de un bosque y el titulo le llamo la atención; Desatando el nudo.

                                   

                                      FIN

 


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