AMIGA DE LOS TAXISTAS.

 Cerca del anochecer me paró una mujer el taxi, al peguntar donde quiere ir me contesta que siga que ya me lo dirá. Yo sigo pero al llegar a una calle en dos direcciones le pregunto hacía que lado tengo que girar.
-Me da igual para el que bayas. soy admiradora de los taxistas y cojo el taxi para tener conversación y no sentirme tan sola en esta vida. Otro de los motivos es que quiero estar con un hombre y hacer el amor a tope, sentir el placer del sexo opuesto. Así que llévame donde tu quieras, estoy a tu disposición para complacerte en lo que desees.
Esa declaración tan inesperada me dejo sin aliento y sin habla, mi mente empezó a dar vueltas y más vueltas  y me metí en una espiral que no sabía como salir ni que responder.
Ella se dio cuenta de mis dudas. yo la miraba por el retrovisor para ver como era y venían más dudas a mi cabeza. Lo mayor que era, donde  llevarla, y si yo respondería a sus expectativas o quedaría en mal lugar.
El no. estaba a punto de salir, ante mis dudas ella se dio cuenta y levanto su falda para animarme ¿Mira mis piernas? Son más bonitas que las de una de dieciocho años y con más amor y experiencia en la vida.
Al lado nuestro un compañero se fijo en lo que estaba pasando y empezó a pitar y a vocear.
¡¡¡Dale caña que la tienes muy cachonda y esta en el bote¡¡¡Eso hizo que varios coches se pusieran a mirar y yo de vergüenza me quede parado sin saber que hacer ni que decir.
Al salir de mi letargo, el disco se había cerrado, se formo una cola tras de mí con pitos y abucheos al no salir cuando el disco estaba en verde. Escuche toda una serie de pitos  por mi torpeza en y producir un atasco
En cuanto pude me acerque a la acera,  le pedí que bajara del taxi que yo no quería saber nada de sus proposiciones. Me dejó un buen recuerdo. La carrera sin pagar. A pesar de tantos años transcurridos todavía me acuerdo de ese rato de bochorno y de las 32 pts. que perdí. (Años 60)