Lo que hicimos en vacaciones Parte 1

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Después de mucho tiempo de no hacerlo, nos fuimos a gozar unas vacaciones muy merecidas. Fueron más de tres semanas que disfrutamos al 10000%. Y por supuesto que el sexo siempre estuvo presente (no quiere decir que no gozamos de los lugares que conocimos y que para nosotros eran nuevos o que no hicimos cosas típicas de los turistas). Escogimos lugares turísticos no muy concurridos y populares, y estuvimos en "pueblos" costeros del Pacífico, sin el bullicio de los más conocidos destinos turísticos.

Decididos a disfrutar del sexo en pareja y con otras personas (no podíamos desperdiciar la oportunidad) pero siempre manteniendo nuestros límites y reglas swinger, nos preparamos mental y físicamente para vivir el sexo al máximo. Y por supuesto que llevábamos ideas preconcebidas de qué haríamos... exhibicionismo, nudismo donde pudiéramos, sexo en público entre nosotros y con otros y llevarlos a nuestra habitación para hacer todo lo que pudiéramos.

En los cuatro hoteles en que estuvimos pudimos conquistar fácilmente a empleados del hotel... lógicamente fue más fácil "reclutar" hombres que mujeres... pero sí logramos tener excelentes tríos con ambos sexos. Y es que mi esposa Victoria a sus 43 años luce deliciosa... rubia natural, ojos verdes, pechos grandes y firmes y de pezones que se ponen enormes. Su pusa deliciosamente peluda con pelo color miel... y por supuesto que eso ayudó mucho a que ningún hombre se resistiera a nuestros deseos. En esas tres semanas Victoria probó 13 nuevas vergas y le encantaron; y también 7 mujeres aceptaron tener sexo con los dos. No todos los hombres aceptaron mi bisexualidad pero a 6 sí les pude mamar la verga y que terminaran dentro de mi boca (con preservativo todo el sexo que tuvimos con extraños) y sólo uno sí quiso que hiciéramos de todo, incluyendo penetración anal. Así que en varias ocasiones tuvimos tríos "convencionales" y hetero... así que mi fetiche voyerista se vio satisfecho... mi mujer cogiendo, frente a mí, con otro hombre. Y lo mismo pasó con Victoria, que se tuvo que contentar (y le gusta mucho) con verme cogiendo a otro mujer y que ella no pudiera follar con ella. 

En todos los hoteles, nuestra forma de operar fue más o menos la misma. Desde que Victoria se subió al avión no usó ninguna ropa interior y sus pezones y pechos moviéndose, siempre estuvieron a la vista de todos... y la mayoría de veces ella usaba faldas muy flojas, semitransparentes o bermudas flojas que si se colocaba en las posiciones adecuadas, mostraban su pusa peluda, sus piernas desnudas y hasta sus nalgas y su culo rosado y lampiño. En todos lados hubo personas que no dejaban de mirar a mi mujer... y a sus tetas bamboleándose libres y sus pezones marcando la tela. Y muchas veces (por ejemplo en los aeropuertos, aviones o restaurantes o en taxis, ella se excitaba tanto que el olor a pusa caliente se notaba en el ambiente... y ella varias veces metió su mano bajo la tela y se pajeó la pusa y se oía el ruido a líquidos, y cuando sacaba sus dedos los ponía frente a mi nariz o me pedía que se los chupara... sin importar que alguien nos viera... y esos juegos nos encantaron).

A los hoteles ella llegaba sin ropa interior y se fijaba cuáles hombres o empleados la miraban más y cuáles le "agradaban" como para que los "conquistáramos". Victoria nunca se comporta como una puta calientahuevos o que descaradamente seduce a los hombres. Al contrario, su comportamiento es muy "normal" y hasta "recatado"... pero su forma de vestir, de moverse y hablar, transmiten su forma caliente de ser y "envían" los mensajes sexuales adecuados... disponible, pero no "fácil". Disponible pero no puta. Disponible pero no sola sino siempre en pareja conmigo. Y los porteros, botones y encargados de recepción y todos los meseros definitivamente se dieron cuenta del tipo de mujer que ella era... y del tipo de pareja que somos.

Dentro de los que gozaron cogiendo con mi mujer estuvieron varios meseros, camareros de servicio al cuarto y un par de taxistas que especialmente calentaron a mi esposa y que fueron testigos de sus pajas en el asiento trasero de los taxis... y a uno de ellos lo invitamos a nuestra habitación y se quedó con nosotros toda la noche. El otro taxista no pudo ir a nuestro cuarto pero sí gozó de la boca, pusa y culo de Victoria, dentro de su vehículo y aparcado en un lugar solitario (ya les contaré detalles de cada sesión). Pero también conocimos personas maravillosas, un par de turistas y otros tres, de locales comerciales del lugar. En cuanto a las mujeres, fueron un par de meseras y camareras del servicio a la habitación; unas vendedoras de tiendas ropa y un par de turistas. Así tuvimos pusas y vergas nacionales y extranjeras... y pudimos verificar personalmente que los nacionales son más creativos y morbosos para follar.

El exhibicionismo de Victoria explotó y ella mostró sus tetas o todo su cuerpo desnudo, en todos los lugares que pudo. En la playa, en las albercas, en las calles, en los restaurantes, en los hoteles, en tiendas... y siempre usó o blusas muy pegadas que marcaban sus tetas y pezones y no dejaban duda de que no tenía sostén... o blusas abiertas al frente, con todos los botones sueltos que podía, lo que hacía que sus pechos y pezones quedaran a la vista o se salieran y se vieran completamente (generalmente los meseros servían la comida desde "arriba" de ella... y así poder ver sus tetas bajo su blusa... o sus piernas cruzadas y desnudas y la falda subida; tanto que muchas veces los pelos rubios de su pusa eran visibles a todos lo que quisieran ver).

Y yo siempre tomé fotos y videos de todo lo que hicimos y nos hicieron. Y ahora estamos compartiendo ese "material gráfico" con las parejas de nuestro círculo swinger (y como muchas de ellas también pudieron practicar buen sexo y tomar fotos, sabemos que la próxima reunión será deliciosa viendo y contando todo lo que hicimos en este fin de año).

Fue un festín de vergas, huevos, culos, nalgas, pechos, axilas, sudores, olores, sabores... con algunos el sexo fue más convencional... mamar y chupar, meter la verga en la pusa, la boca o el culo... y venirse... vestirse y salir de nuestra habitación. Otros sí se quedaron toda la noche o por lo menos muchas horas y tuvimos todo el sexo que pudimos (sólo los turistas se quedaron a coger toda la noche... con los otros hombres o mujeres fue más como "rapiditos" porque tenían que regresar al trabajo o no ser descubiertos. Y con varios hombres y mujeres pudimos "repetir" varias veces en lo que estuvimos en esos lugares). Algunos hombres y mujeres descubrieron cosas nuevas para ellos, pero pocos fueron lo que quedaron encantados... por ejemplo con las lluvias doradas. Y algo que nos extrañó y fascinó, es que varias mujeres tenían la pusa y las axilas muy peludas (una de ellas fue una turista francesa, deliciosa y muy bisexual). Y a ningún hombre o mujer le desagradó que Victoria no se rasure las axilas ni la pusa.

Continuará... 


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